Tara (Saga SEAL 2)

Capítulo 16

Los últimos 5 días se me han pasado en un suspiro, pero al menos me voy con la tranquilidad de saber que mi padre está bien y de que lo mío con Tara va progresando. Pasamos el fin de semana los tres solos y por unos días me sentí como si ya fuésemos una familia. Sé que todavía falta mucho camino por andar y por supuesto, no pretendo ocupar en ningún momento el lugar del padre de Sarah, pero sí me gustaría ser parte importante de su vida. Es una niña increíble y con la guía de su madre, sé que se convertirá en una mujer maravillosa. Y a mí me encantaría estar a su lado para ver ese cambio.

-Tierra llamando a Angel. Tierra llamando a Angel - Fisher imita el sonido de la radio mientras habla -. Hora de dejar el paraíso atrás para descender a los infiernos.

-Desde luego que será así - respondo.

Siria no es el mejor lugar del mundo en este momento. Las tensiones en el país y el aumento de actividad de las milicias insurgentes mantienen en alerta a todos. Nuestro trabajo consiste en localizar los laboratorios de armas químicas, pero no va a ser tan sencillo como pasearnos por las ciudades haciendo preguntas. Toca manejar la situación con lo que mejor se nos da a los SEAL, las operaciones nocturnas. Y debo decir que, incluso con todo el peligro que entraña, las estaba echando en falta ya. 

-¿Cómo está tu padre? - el cambio de tema no me sorprende, Fisher es así de imprevisible. Nunca sabes qué puede ser lo siguiente con lo que saldrá.

-Bien. Simplemente tendrá que cuidarse un poco más a partir de ahora. Comida sana, paseos diarios, nada complicado.

-Tu madre se encargará de que lo haga.

Conoció a mi familia hace un par de años, cuando vinieron a verme por sorpresa en el sesenta cumpleaños de mi madre. Yo no podía escaparme a casa y decidieron aparecer ellos para incluirme en la celebración. Mi madre se ganó la admiración de Fisher en cuestión de minutos. Creo que la considera una especie de heroína y no seré yo quien le diga lo contrario. 

-Desde luego - sonrío. Si alguien es capaz de conseguir que mi padre se cuide como debe, es ella.

-¿Y tú te has encargado de Connie en estos días? Espero que le hayas dejado claro que Tara ya no está a su alcance y que debe dejarla en paz.

-Todavía no he tenido el gusto de conocerlo - digo con ironía.

-Yo solo espero que ese día me lo presentes a mí también - responde en el mismo tono -. Tengo muchas ganas de conocerlo y charlar animadamente con él.

-Sobre todo eso - ríe Loman, que se acaba de unir a nosotros a tiempo para escuchar sus últimas palabras -. Le dirías por dónde puede meterse sus amenazas... animadamente.

-Y lo disfrutaríamos los dos - remata.

-Algo me dice que solo lo disfrutarías tú - digo yo.

-Si él no disfruta no es mi problema - se encoje de hombros.

Hank llega acompañado de nuestro oficial superior y nos cuadramos ante ellos automáticamente. Nada mejor que esto para terminar una conversación. O para cesar cualquier tipo de actividad. El deber es el deber.

La orden de embarcar llega después de un pequeño resumen de la misión y el recordatorio de los protocolos, por si se nos habían olvidado en estos meses ocupados en tareas dentro del país. Supongo que no está de más repasarlos aunque no es algo que se olvide fácilmente. Te lo graban a fuego durante la instrucción.

-Adiós a las camas cómodas - dice Fisher una vez en el avión -, al aire acondicionado, a las duchas de agua caliente, a las cervezas frías...

-De eso seguro que podemos encontrar - lo interrumpe Loman.