Capítulo 11

9K 1.4K 139
                                    

Besar a Tara se siente increíble y antes de que pueda procesar lo que estamos haciendo ya la tengo aprisionada contra la pared, con mi cuerpo cubriendo el suyo y mis manos sujetando su rostro para profundizar el beso. Sus manos en mi cintura, atrayéndome hacia ella provocan que mi erección crezca peligrosamente. Me separo de ella con gran esfuerzo y recargo mi frente en la suya antes de alejarme un par de pasos.

-Tara - le digo -, no he venido para esto. Yo...

-Oh - aparta la mirada, avergonzada -. Claro, culpa mía. No debí pensar que me... verías de ese modo. Soy estúpida. Lo siento. No...

-Dios, no - la interrumpo, acercándome a ella -. No es lo que piensas. Eres una mujer maravillosa. Guapa, inteligente, divertida. Te veo. Es más, soy totalmente consciente de ti. Pero no quiero que te hagas una idea equivocada de mí y de lo que quiero. Tú no eres una mujer de una sola noche. Tara, me importas más que eso.

-¿Y si yo quisiera tener una noche así contigo? - sé que le está costando decirme esto y a mí me está costando no rodearla con mis brazos, llevarla adentro y hacer precisamente lo que me está pidiendo. Pero no es lo que busco. No es lo que quiero.

-No me conformaría con una sola noche, Tara - decido ser franco con ella. Si quiere traspasar la barrera de la amistad, no le dejaré echarse atrás después. No daré ese paso si la veo dudar -. Ni tampoco con más noches de solo sexo. Si quieres más que una amistad conmigo, será mucho más que eso, porque será el lote completo.

-¿Estás hablando de mantener una relación? - parece tan sorprendida y escandalizada que me ofendería si no conociese su pasado. La desconfianza forma parte de su vida desde hace años. Ahora es mi momento de demostrarle que no todos los hombres somos como su ex. 

No pensaba ir tan lejos esta noche, siendo la primera vez que nos vemos en persona, pero Tara se merece la verdad. Tiene derecho a conocerla y decidir qué hacer con ella. No voy a presionarla porque tampoco yo creía estar dispuesto a ir más allá hasta que ella me besó. De hecho, estoy sorprendido por la seguridad con la que se lo estoy proponiendo. No creí que lo que empiezo a sentir por ella fuese tan fuerte.

-Solo si tú estás dispuesta - añado -. No voy a presionarte ni pedirte nada que no quieras darme, Tara. Si solo quieres mi amistad, la tendrás. Sin condiciones ni restricciones. Y seré el mejor amigo que puedas desear. Lo prometo. Pero si quieres dar un paso adelante, entonces será con todas las consecuencias. Y no habrá vuelta atrás.

-No creo que esté preparada para una relación - susurra, ocultándome su mirada.

-Entonces seremos amigos - sentencio levantando su rostro hacia mí -. Es mejor que entres en casa, Tara. Empieza a hacer frío y no tienes chaqueta.

Me acerco un poco más a ella y la beso en la mejilla. Me cuesta un mundo evitar su boca, pero lo consigo finalmente porque no quiero confundirla con mensajes contradictorios. Aunque yo ya no podré olvidar jamás su sabor porque está grabado a fuego en mi mente. Espero a que abra la puerta para asegurarme de que todo está bien entre nosotros. Sigue evitando mi mirada y eso me preocupa. Temo que mi exceso de sinceridad la haya asustado. Y yo que creía que sería Fisher el que la alejaría de mí. Si me ignora a partir de ahora, habrá sido solo culpa mía.

-¿Te apetece un café? - me ofrece cuando ya empiezo a alejarme, sorprendiéndome -. Podríamos... podría contarte mi historia con Conrad. Los amigos hacen esas cosas, ¿no?

-Claro - sonrío, más eufórico de lo que le quiero demostrar. Me está dando una oportunidad y no voy a desperdiciarla.

-Aunque dijiste que regresarías con el resto... - vacila.

-Prefiero tomar ese café contigo - respondo al momento. Su sonrisa es la mejor recompensa para mí.

Su casa no es muy grande, pero se siente acogedora. Aunque todavía no conozco a Tara tanto como me gustaría, puedo ver mucho de ella en nuestro camino hacia la cocina. Allí, la observo en silencio mientras lo prepara todo y, aunque me ofrezco a ayudarla, se niega con una nueva sonrisa en los labios.

Tara (Saga SEAL 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora