El Groovys's está lleno a esta hora, como de costumbre, pero conseguimos una mesa en poco tiempo gracias a Fisher y sus dotes verbales. Es increíble que siempre se salga con la suya sin que noten que se aprovecha en cada situación. Porque en esta ocasión nos hemos saltado las colas y nadie ha protestado por ello. La mayoría todavía ríe por sus gracias.
-Me encanta la comida de este sitio - sonríe, frotándose las manos antes de mirar el menú -. A ver con qué nos sorprenden hoy.
En el Groovy's tienen platos fijos, pero cada día presentan uno nuevo al que llaman sorpresa del día y hasta el momento siempre han triunfado con él. La mayoría los van incluyendo como fijos en el menú así que tienes mucho donde elegir para comer. Yo también lo miro aunque tengo claro que tomaré la sorpresa, sea lo que sea. Sé que me gustará. Cuando nos hemos decidido, Fisher llama a la camarera con un silbido para que nos tome nota y yo niego con la cabeza.
-Algún día te vas a llevar un buen escarmiento - le digo -. No es así como se avisa a la gente para que te atiendan. Las camareras no son perros.
-Yo lo sé y ellas lo saben. Y me funciona - ríe -. Además nadie se ha quejado de mí nunca. Soy encantador.
-¿En serio? - alzo una ceja escéptico.
-Tú no cuentas, Angel - ríe de nuevo -. Ambos sabemos que te quejas solo para fingir que no te importo. Pero te diré algo, amigo mío, a mí no me engañas. Y a la bala que recibiste por mí tampoco.
-Sigue pensando lo que quieras - me encojo de hombros como si no me importase que haga alusión al detalle de la bala una vez más -. A ti es imposible hacerte razonar.
-Para ti no seré nada difícil, amor - dice cambiando su tono de voz -. Solo tienes que dejarte querer.
-No, gracias - apenas consigo ocultar mi sonrisa.
-Ya, claro - se hace el ofendido -. Prefieres a la señorita misteriosa. ¿Tara? Sí, ese era el nombre. Joder, si hasta tiene un nombre bonito. ¿Ella es bonita?
-No empieces, Suicida - le advierto, aunque sé que será en vano. Esta comida juntos es precisamente para hablar de ella y, a pesar de todas sus locuras, sé que Fisher me dará una opinión sincera y objetiva del tema. Después de burlarse de mí, por supuesto. De eso no me libro.
-Oh, venga - se queja -. No me vayas a quitar la diversión ahora. ¿Cuánto hace que no sales con una mujer? El celibato es lo que te mantiene de mal humor, Angel.
-No por acostarme con cuanta mujer se cruza en mi camino voy a ser más feliz - replico.
-Yo no hago eso - me señala -. Pero tampoco me quedo parado esperando a la adecuada. Si no pruebas, no sabrás elegir después.
-Si realmente es la indicada, lo sabrás sin necesidad de buscar en otras.
-Eso ha sido muy profundo, Angel - se lleva la mano al pecho y finge limpiarse una lágrima con la otra -. Me has emocionado.
-Vete a la mierda.
-Eso le digo yo siempre - la camarera está ahora a mi lado, sonriendo -, pero nunca me hace caso.
-Pero qué coño - Fisher la mira como si estuviese viendo a un fantasma - ¿Qué haces tú aquí?
-¿Os conocéis? - pregunto, mirándolos alternativamente.
Hay algo en ella que me resulta familiar, pero no consigo saber el qué. Sus ojos, cargados de cierta diversión, no se apartan de Fisher y este parece molesto por algo. O sorprendido, no estoy muy seguro.
-Contesta, Christine - que la llame por su nombre me da la respuesta.
-¿No te alegras de ver a tu hermana? - le pregunta ella, sorprendiéndome ahora a mí.

ESTÁS LEYENDO
Tara (Saga SEAL 2)
AksiyonLas casualidades no existen. Eso es lo que Malachi Simmons ha creído siempre. Pero fue una casualidad la que puso a una mujer esquiva y desconfiada en su camino. Todo un desafío para el SEAL que lleva dentro. Tara no está pasando su mejor momento co...