Louis dio otra vuelta a la cama. Había hecho lo mismo desde hace ya varios minutos. Respiró hondo ¿Qué podía estar saliendo mal? Harry estaba protegido por él, nada le pasaría. ¿Entonces, qué le preocupaba? Tal vez la manera en la que lo había tratado hoy. Es que no habían hablado desde entonces. ¿Estaría llorando justo ahora?. A lo mejor y lo hizo llorar tanto que ya ni siquiera tiene ganas de verlo. Tal vez lo odia más de lo que lo odiaba hace unas horas. Se sobó los ojos. Son las doce de la noche y no puede dormir. ¿Por qué Harry sigue en su cabeza? Cerró los ojos de nuevo, ¿Y si hablaba con él? ¿Y sí hacían las pases a su manera? Y es que él solo conocía una sola manera de hacer las pases. Y era bajo las sábanas de su cama.
Sin poder contenerse, se puso de pie, abrió la puerta y salió hasta la habitación de Harry, cuya puerta estaba cerrada. Tocó dos veces y nada. Intentó una tercera, tal vez está durmiendo. Pero hubo una cuarta, una quinta y así hasta completar las diez. Como sospechaba, Harry no estaba.
—Mierda -se quejó al abrir la puerta de la habitación. —Vas a matarme, Styles. Vas a matarme te lo juro. -la cerró con fuerza al percatarse de que tampoco estaba en su baño personal. —¿Harry? -gritó por toda la casa, con una pequeña esperanza de encontrarlo en alguna parte, pero en cambio, no hubo respuesta. ¿Pero a qué estaba jugando? —¿Dónde estás? -gritó de nuevo.
Mierda. Mierda. Mierda. ¿Esto le estaba pasando a él?. Estaba harto. Harto de él y lo jodidamente malcriado que era. Quiso ir hasta su habitación en busca de algo, pero antes vio una hoja doblada en la encimera de la cocina. Negó con la cabeza y leyó atentamente lo que decía.
“Querido estúpido Louis:
Voy a volver tarde, así que no te preocupes en buscarme, no te hará falta saber en donde estoy. Harry”
Apretó el papel en sus manos. Esto no le saldría nada barato a Harry, lo pagaría. Pagaría cada cosa que le estaba haciendo. Por suerte Louis era mucho más inteligente o al menos eso parecía. Desde el primer día había activado un rastreador en su celular para encontrarlo en cualquier parte del mundo, no sería difícil hallar en donde estaba. De pronto, una llamada.
—Louis. -habló Robert, su jefe. —¿Está Harry contigo?
Louis endureció los pómulos.
—Sí, señor, ¿por qué? -mintió.
—Esta noche habrá otro secuestro. Y probablemente sea Harry quién continúe.
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24 horas | Larry Stylinson •Terminada•
Novela JuvenilA Louis Tomlinson le han encargado el caso de Harry Styles y la misteriosa desaparición de los miembros de su familia cada 24 horas. Deberá protegerlo hasta que este sea mayor de edad y pueda defenderse por sí solo, mientras tanto.. ¿Será capáz de n...