24 horas | Larry Stylinson •Terminada•

Capítulo 11

—¿Qué? -Harry levantó los hombros. —¿no puedo acostarme en tu cama un momento? -se rio bajito.

—Ve a tu habitación

—Esta es.

—No, esta es la mía y mañana cuando despiertes vas a quejarte por esto. 

—Quiero pasar la noche contigo. 

Louis tragó saliva. Lo miró un par de segundos. Segundos que disfrutó muchísimo. Divisando de pies a cabeza aquel cuerpo que le ponía tanto. ¿Por qué le pasaban estas cosas a él? 

—No, Harry, no así, estás prácticamente inconsciente. 

—Yo me noto bien. -volvió a reír, esta vez colocándose de pie y caminando de rodillas hasta Louis, que lo esperaba en el borde de la cama. —Ven... -le cogió las manos y las colocó sobre sus caderas. Louis relamió sus labios. Se percató del bonito color de sus labios. Quería besárselos. Comerle la boca. Dios mío, ¿Acaso tenía una pequeña idea de cuanto le ponía que le cogiera las manos? ¿Qué tan solo cogiera su cuerpo? ¿Qué sus pieles hicieran contacto? Todo eso era tan poderoso. Se había excitado en un tiempo record. 

Y de pronto, algo que le pondría más.

—¿Vas a castigarme por a verme ido a aquella fiesta? -Harry bajó la mirada, se le acercó un poco más. El aliento a piña colada arropó el de Louis. Los labios de Harry besaron suavemente el mentón de él. Éste se estremeció. Cerró los ojos ligeramente y los volvió a abrir al sentir que Harry se despegaba.

—No, creo que ahora no entenderás nada. -murmuró, aclarándose la garganta. Sin querer, tenía las manos plantadas sobre la cintura de Harry. Y una de ellas, estaba a punto de tocar algo más abajo.

—Sí entenderé...vamos  -le rogó. Se le pegó más. —Castígame. 

—Sé a lo que te refieres

—Genial. -soltó una pequeña risa y lo besó en la boca. Sus labios se juntaron, y aunque Louis no movía los suyos tratando de abstenerse pronto Harry haría que Louis perdiera el control. —¿entonces por qué no...

—Te lo he dicho, estás mal y... -la mano de Harry le subió la camiseta, tocándole los músculos por debajo de ella. Luego esta bajó. Rozando suavemente con la cremallera de Louis y el enorme bulto que escondía. —No... -susurró. Pero de alguna manera no deseaba hacer nada para detenerlo. Harry sobó suavemente su mano sobre el pene de Louis. Lento. Hasta parecía que casi ni siquiera se movía. Podía estar bajo efectos de un narcótico, pero no dejaba de parecerle excitante toda esa escena. 

—Házmelo, por favor... -volvió a rogarle. Se miraron. Una mirada que demostró cuántas infinitas ganas tenía Louis de follarlo en ese momento. 

—No sigas, Harry, tú no tienes idea de lo que yo soy capaz de hacer si sigues haciendo eso.

Harry se mordió los labios y se acercó a su oído. Mordió el lóbulo de esta. Louis gimió fuerte. El botón de sus jeans llegaría al tope y reventaría. 

—No tienes idea de lo exitado que estoy.

Louis bajó la mirada. De tan solo imaginarse aquella escena, hacía que sus ganas aumentaran. Deseaba verlo. Deseaba saborear. Saborear lo que él sentía cuando se excitaba por tenerlo a Louis. Saborear,  morder y chupar su miembro mientras se corría en su boca. 

—Me estás volviendo loco. -lo miró a los ojos. Estaba tan cabreado. Explotaría. Y a Harry no parecía importarle. —Es enserio.

—Solo puedes hacer una cosa para calmar eso. -volvió a acariciarle por fuera de los pantalones. Fue en ese momento, cuando el deseo pudo más que la conciencia, en donde lo tumbó sobre la cama de su habitación y se subió encima de él.. 

Harry lo miró asustado. Louis hizo desaparecer toda su ropa y en menos de un segundo, ya lo tenía desnudo entre sus brazos. 
Un beso. Y otro. Harry soltó un gemido.

—¿Quién era el tipo de la fiesta? -sus labios se juntaron e hicieron contacto con los muslos de Harry. Él rizado volvió a retorcerse, entrelazando sus piernas tras la espalda de Louis. 

—Se llama William. -respondió haciendo muchísimo esfuerzo para recordar. A penas y tenía una imagen exacta de lo que había pasado.

—Pero ¿quién es? -lo miró. Que bonita escena estaba percibiendo. Harry, completamente sudado y desnudo para él. Tragó saliva.

—Mi ex novio. -susurró, casi inaudible. Se habían vuelto a mirar a los ojos. Esta vez ambos, perdiéndose en ellos. Louis notó en los de él cierto regocijo. ¿Acaso seguía importándole ese tal William?

—Me lo hubieras dicho antes de golpearlo de esa forma. -le dijo. Pero no pareció escuchar nada. 

—Resultó siendo igual de imbécil que todos. -murmuró de nuevo. Esta vez ni siquiera Louis pudo dejar pasar esas ganas de llorar que Harry traía en la garganta. 

—No todos somos así...

—Ya claro. -y sí, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Aquel narcótico hacía que sus sentimientos se expresaran multiplicados por mil. —Mierda -se quejó. Louis se quedó mirándolo, aún moría de ganas por follarlo... pero algo dentro de él le había herido al verlo derramar aquella lágrima. —Es un idiota y sigo enamorado de él.

Un gran bajón. Algo en Louis había hecho que aquellas palabras le causaran los celos más grandes e inmundos del planeta.