Capítulo 23

1.5K 158 8
                                    

Los ojos de Harry se humedecieron. 

—Ha llegado… -se rio William. —Tú novio ha llegado. -volvió a decirle a Harry y se colocó de pie.

—William, por favor, no le hagas…

—¡Cállate! -gritó él. Se volteó para enfrentar a Louis, que lo apuntaba con un arma directamente al corazón. —Te estábamos esperando.

—¿Para qué? ¿también vas a matarme? -le preguntó Louis, sin dejar su típica actitud irónica. 

—Haz acertado. -volvió a sonreír, retrocedió unos pasos hasta llegar a Harry de nuevo. Colocándose tras él, logró colocar el arma en su sien. Harry soltó un gemido. A Louis se le aceleró el corazón. Una sensación de adrenalina mezclada con todo ese montón de sentimientos que tenía guardados por él. Lo amaba, lo amaba muchísimo… —Pero primero, vas a ver como se pudre tu bonito novio. 

—Él no es mi novio. -le aclaró Louis, hablándole fuerte y claro. Harry tragó saliva. 

—¡Cállate! -gritó William. —Cállate, mierda… -repitió, completamente estresado. 

—No lo es. -prosiguió Louis. Miró a Harry cerrar los ojos, sus manos temblaban… —Él no quiere nada conmigo. -le explicó. William tragó saliva, apretando aún más el arma contra la sien. —No voy a negártelo, me he enamorado de él…

Harry sintió que lloraría. Escuchaba cada cosa que Louis estaba diciendo, y lograba sentir como su corazón se salía de su sitio. No podía creerse lo que acababa de escuchar. 

—Pero él está enamorado de ti. -Harry abrió los ojos. Encontrándose con los de él. Mirándose. Compartiendo esos segundos que llenaban el corazón de Louis como nadie en el mundo había logrado llenar. Que lo hacían sentir en esa jodida nube que te transporta a otro mundo, donde solo importas tú y la persona que está mirándote. —No quiere nada conmigo William, nada… -bajó la cabeza y volvió a subirla rápidamente. Se lo había dicho todo. No había vuelta atrás. —Tú lo eres todo.

Las manos de William temblaron. Aquello lo había dejado perplejo. Cerró los ojos. Fatigado. Cansado de absolutamente todo. Y lo vio a Harry, temblando gracias a él y a lo que había hecho ¿Se lo merecía? ¿Hasta dónde había sido capaz de llegar solo por estar obsesionado con una persona? El arma se la cayó de las manos, en ese mismo instante, varias camionetas blindadas aparecieron alrededor del edificio en donde los tres se encontraban. La policía estaba ahí.

—Estás rodeado, William -Liam apareció detrás, junto a cuatro policías más y cinco que venían revisando la casa entera en donde se encontraban, por si no había nadie más en ella. 

Lo esposaron. Colocándolo de boca al piso. Este levantó la vista. 

—Te amo. -le dijo a Harry. Éste parpadeó, dejando caer un par de lágrimas involuntarias. Asintió, jadeante, al observar como ese par de policías lo hacían desaparecer por entre el pasillo de esa misma casa. 

Harry bajó la cabeza. Otra lágrima más. Y otra. Una más. No podía dejar de llorar. Cuando abrió los ojos, observó que alguien estaba frente a él

—¿Estás bien?  -le preguntó Louis. Se inclinó para poder desatarlo de pies y manos. Él asintió, intentó hablarle.

—Yo…Louis, yo no, yo no sabía que él..

—No importa ¿sí? ya ha pasado todo. -le interrumpió. —Lo importante es que estás bien. 

—Perdóname… -susurró, aun sollozando. 

—No tengo de que perdonarte. -inquirió. Y aunque con todas las fuerzas de su alma, de su cuerpo, de su propio corazón, intentó ser inmune a él, no pudo, no logró hacerlo. Lentamente le acarició una mejilla sutilmente humedecida por sus propias lágrimas. No se había aguantado. Necesitaba tocarlo. Bajó su mano, arrepintiéndose por ser tan débil. 

Terminó de desatarlo. Atrás, Liam observaba la escena. Que equivocado estaba en lo que había pensado de Harry . Ahora que lo veía, pensaba todo lo contrario y hasta mucho de él.

Louis se puso de pie… 

—Oye… -susurró Harry, colocándose de pie y juntando sus labios.

Louis se volteó. 

—¿Qué?

—Yo, porque… sobre lo que dijiste…

Quiso besarlo. Abrazarlo. Tocarlo. Sentir su cuerpo junto al suyo. Pasar su lengua por la suya. Estremecerlo. Quiso simplemente susurrarle al oído que todo estaría bien, que lo amaba, pero en vez de eso, mantuvo lo que había prometido, que sería fuerte ante Harry, se olvidaría de todo lo que habían pasado, incluyendo lo que sentía. 

—No ha sido nada. -le aseguró Louis. 

—Louis, no vas a mentirme… -se quejó. Sus manos acariciaron el brazo derecho de Louis, este se estremeció por completo. —Mírame -le rogó. Louis buscó un punto en su rostro, que no le obligara mirarle los labios. Quería comérselos. —¿Estás enamorado de mí? 

Sí. Me gustas. Y solo he logrado comprobarlo por la intensidad de tus ojos sobre los míos. Cuando me miras, me cuesta respirar y mantenerme en pie. Cuando me tocas. Cuando hacemos el amor. Cuando hablas de mi, cuando hablas de otros y siento que quiero tenerte solo para mí. Cuando me besas y utilizas tus labios como el arma de seducción perfecta. Y lo es, no me quejo. Me encanta. Me encantas tú y todo lo que tiene que ver contigo. Solo te das cuenta de que estas enamorado de alguien cuando no lo piensas mucho en dar la vida por él. Me pasa. Me está pasando. Me he enamorado de ti, y aunque tú no lo estés de mí, me vas a gustar siempre, toda la vida, como ese tatuaje permanente que se quedará en tu piel eternamente, así eres tú. Tú que has logrado volverme loco en menos de 24 horas.

—Respóndeme… -volvió a susurrar Harry. Bajó su mano con lentitud, recorriendo el brazo de Louis al compás de sus dedos. Este se estremeció. Todo esto era muchísimo para él, tenía tanto guardado dentro de sí que aún no le había dicho.

—¡Tomlinson! -gritó Robert, entrando rápidamente a la habitación. Louis se volteó de inmediato. —Ese es mi hombre. -le golpeó un hombro. —Sabía que no me fallarías. -le sonrió. —Tienes mucho que aprender de él, Liam.

Liam negó con la cabeza, aún sin intervenir. 

—Hice lo que pude… -logró decir Louis, su cabeza y sus pensamientos volaban hacia otra dirección. 

—Ha sido fantástico. Felicidades. -estiró su mano, estrechando la de Louis.

—Siempre cumplo con mis casos, señor. -soltó la mano de Robert y una intensa mirada chocó con la de Harry. Este tragó saliva. 

—Espero esta vez sí se haya sentido a gusto con nuestro servicio, Harry..

Harry asintió ligeramente. 

—Gracias… -susurró.

—Su padre ya sabe sobre esto. -prosiguió Robert. —Hemos hablado y dice que le encantaría pasar una vacaciones con usted.

Harry abrió los ojos. Y el tiempo había pasado. Más pequeño que el tiempo que había tenido para conocerlo, había sido el tiempo que había utilizado para enamorarse. Lo estaba. Y ahora se daba cuenta que todo había terminado. Que las cosas volverían a su normalidad. No más de él, no más Louis, no más su sonrisa, no más sus labios, no más sus besos y sus caricias.

Se dio cuenta de que probablemente esto era el final.

24 horas | Larry Stylinson •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora