24 horas | Larry Stylinson •Terminada•

Capítulo 20

—Sube rápido. -le dijo. Harry subió una pierna y luego la otra. Divisó por última vez el edificio del departamento de Louis. Un intenso regocijo le invadió el corazón. Lo estaba dejando…—¿Traes todo lo necesario? -preguntó William, notando que Harry se encontraba pensando en otra cosa. En otra cosa y en alguien más. —Oye, ¿estás bien? 

—Sí. -afirmó. Se volteó para mirarlo. Envuelto en esos bonitos ojos azules que él siempre había tenido y que a Harry siempre le habían llamado la atención. Se acercó y besó suavemente sus labios. William se quedó atónito, en su sitio, y poco a poco fue acoplándose al ritmo de su boca. Lo apretó de la cintura. 

Harry no se detenía y no se detendría. Quería sentir que estaba haciendo las cosas bien, que Louis no le importaba, que seguía enamorado de William como tanto había pensado. Que no se equivocaba. 

Se separaron. William le dedicó una bonita sonrisa que lo calmó muchísimo. Encendió el contacto del auto y este fue alejándose poco a poco del departamento de Louis.

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Louis no conciliaba el sueño. Harry no lo dejaba dormir. Él y su maldita presciencia hasta en los sueños. No podía soportar tenerlo a dos puertas de la suya y no poder ir por él, no poder besarlo, no poder acariciarlo, le jodía infinitamente. De una manera brutal. Intensa. Jamás pensó sentirse así por alguien. De pronto recibió una llamada. Observó su identificador de llamadas, el número de Liam Butler, su mejor amigo, sobresalía. 

—¿Qué pasó? -preguntó Louis, una manera amable de saludar, no se sentía con ganas de nada. 

—Vaya… ¿tan mal te tiene? -preguntó Liam.—Por eso yo le he dicho a Robert que me encargue los casos de veinte años para arriba, así yo también termino ganando. -se rio en el teléfono. A Louis no pareció darle gracia.

—¿Qué quieres? 

—Ya enserio, necesitas follar.

—Te lo preguntaré una última vez… ¿Qué quieres?

—Llamaba para ver cómo estaba mi mejor amigo. Pero mírate, parece que quieres matarme.

—No estoy de humor. El trabajo me tiene así.

—Robert contó que te habías escapado y que el mismo Harry le llamó quejándose. Vaya.

—Sí, eso pasó. Pero fue mi culpa del todo.

—Querías divertirte, te entiendo, seguro él no…

—Harry es diferente.

Liam frunció el ceño. Aquello le había sorprendido sobremanera.

—¿Lo han hecho? 

—¿Qué te importa?

—Solo pregunto. 

—Da igual si lo hemos hecho o no, a él le gusta otro tipo. -se mordió los labios. Esa frase, aquella que él mismo había dicho, le dolía en el alma. Endureció los pómulos. 

—¿Pero y qué? Me han contado que tiene diecisiete, que es un chico con problemas. Hay mejores en el mundo y lo sabes perfectamente.

Louis cerró los ojos. Hay millones en el mundo. Incontables. Todos pueden ser perfectos. Pero él había sido hecho a su medida. Justo como la necesita.

—Tú no lo conoces. -susurró Louis.

Las palabras de Louis hicieron reaccionar a Liam. Este abrió los ojos. Estaba más que sorprendido con lo que acababa de escuchar. De un momento a otro llegó a pensar que ya no estaba hablando con el mismo hombre de siempre, que había cambiado, que estaba…

—¿Estás enamorado de él?