15.- Dos días de cita (1)

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Nayeon

Como consecuencia del accidente de Momo toda nuestra agenda se atrasó. Creímos que a JYP y a los mismos productores y gerentes esto les molestaría pero, no fue así. Ellos creían que después de todo el drama que había pasado conmigo y ahora esto era necesario algunos días de tranquilidad así, que, nos dieron 1 semana libre. Obviamente todo el mundo fue a ver a sus familias y yo, yo me quedé con Momo.

Las lesiones de Momo no llegaron a ser fracturas. Tenía contusiones muy dolorosas y una herida en la cabeza que se tuvo cerrar con puntos. Pasaba mucho dolor y por esa razón se le prohibió viajar. Tenía que mejorarse lo antes posible y, según el médico le había dado 2 semanas de recuperación.

Después del accidente Momo y yo no hemos hablado mucho. Pude notar que hasta está tratando de evitarme, ¿Se acordará de lo que le dije en el hospital?. El que no se acordara de eso puede hacerle creer que ese día no quería estar con ella cuando, claramente no fue así. Las pastillas se apoderan de ti, te hace ver y sentir cosas que ni siquiera puedo describir. Y por mi culpa, Momo había pagado las consecuencias.

-Llegaste – dije emocionada cuando la vi pasar por la puerta.

-Si – me di cuenta que Momo ya no llevaba el parche en su cabeza.

-¿Te sacaron los puntos? – ella asintió con la cabeza.

-Me duele acá – se tocó el costado derecho, tenía un hematoma gigante.

-Tuviste tanta suerte en ese accidente – caminé hacía ella – otra podría haber sido la historia – nos quedamos mirando.

-Todo gracias a Heechul – escuchar su nombre me ponía tan incómoda – si no me hubiera gritado probablemente mis heridas serían otras y no estaría frente a ti contándotelo.

-No digas eso – tome sus manos y las junte con las mías en el centro de mi pecho – nunca quise que nada de esto ocurriera.

-No es tu culpa.

-Las dos sabemos que eso no es verdad – acaricie una de sus mejillas - ¡Dios! Eres tan hermosa – Momo sonrió y se sonrojó – no sé cómo lo haces - Momo se abalanzó a mi cuerpo y la abracé. Era bueno saber que al menos estábamos hablando y que quizás, ella solo necesitaba tiempo. Me alegro también, de no haberme desesperado y haberle dado el tiempo necesario – me encanta tu olor – ella siempre olía bien.

-A mí el tuyo – sentí el roce de la punta de su nariz en mi cuello – nunca te he sentido mal aroma – Momo se alejó algunos centímetros y quedamos frente a frente. El espacio entre las dos era tan mínimo que podía sentir el aire helado salir de su nariz hacer contacto con mi rostro – es increíble que con tan solo mirarte logres hacer que mi corazón palpite más fuerte de lo normal – ahora era yo la ruborizada – nunca me di cuenta que eso me pasaba hasta que me puse a pensar en que me venía pasando hace tiempo.

-¿Ahora es entendible para ti?.

-Si – Momo alejó un mechón de cabello de mi rostro y lo colocó detrás de mi oído – creo que eres la chica mas hermosa que he conocido – Momo no había sido tan sincera desde que hablamos cuando volví al departamento – me encanta que tu piel sea tan blanquita – acarició mi rostro.

-¿Qué haces? – pregunté nerviosa.

-¿Qué crees que hago? – su tono de voz había cambiado de tierno a sexy en cuestión de segundos.

-No tengo la menor idea – me acerqué a ella lentamente, y el espacio entre nosotras se volvió a acortar.

-No quiero que volvamos a discutir – ella junto su frente con la mía – no quiero que nos alejemos la una de la otra nunca más. Nos necesitamos.

Daño ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora