Momo
Pregunté donde querían almorzar y todas estuvieron de acuerdo con que, comiéramos en el restaurante más cercano ya que, todas teníamos cosas que hacer en un periodo de tiempo corto.
Mientras buscábamos restaurantes, durante todo el camino me fije en el rostro de Jeongyeon. Siempre se le iluminaba la cara cuando había algo que le gustaba así que espere que algo llamara su atención. No pasó mucho tiempo antes de que un restaurante de comida Tailandesa llamara su atención – quiero comer acá – hablé después de algunos minutos caminando en silencio. Pude notar la mirada de Jeongyeon y Sana fijas en mí. Entramos todas juntas, le pedí a Mina que me tuviera la cartera mientras hablaba con el gerente del restaurante. Le pedí que nos diera un comedor privado para poder comer y hablar tranquilas también, le pedí 5 menús completos y 3 vinos de la mejor marca que tuviera. Claramente, el dueño nos reconoció al instante. Pude notar como se moría de ganas de preguntarme cosas pero aun así no lo hizo.
-¿Era necesario una habitación privada? – preguntó Jeongyeon.
-Por los gritos que escuché antes de entrar a la oficina del edificio entre Dahyun y Nayeon creí que era lo más acorde – las dos chicas se miraron con ganas de matarse – no las traje acá para que discutamos. Tratemos de disfrutar nuestra primera comida juntas después de 2 años.
-Si pasaron 2 años no fue por nosotras – No había manera de que Jeongyeon dejara de atacar.
-No creo que sea justo que ataquen a Momo sin antes saber cómo fueron las cosas – Mina había salido a mi defensa.
-Está bien – coloqué mi mano encima de su pierna derecha – no es necesario que me defiendas.
-Sí – ella me miró directamente a los ojos – creo que debo hacerlo. Desde que llegamos he escuchado sólo ataques hacia tu persona y no lo encuentro justo.
-¿Por qué la defiendes tanto?. Tú eras una de las persona que la odio cuando se fue sin decir nada – Jeongyeon no paraba.
-También me tragué mi orgullo y la escuché, la entendí. Ninguna de ustedes tiene la más mínima idea de lo que pasó ella sola en San Francisco.
-Entonces que nos diga – Sana había hablado.
-No es necesario – Chaeyoung me regaló una sonrisa – por lo menos yo no necesito una explicación de tu parte.
-Gracias – le devolví la sonrisa.
-Ni yo – Tzuyu también me daba su voto de confianza.
-Me encantaría unirme a Chaeyoung y Tzuyu pero... - Jihyo se veía algo indecisa – también me gustaría saber tu historia de tu boca.
-Gracias por eso – le sonreí a todas, una por una. Hasta que llegué a Nayeon. Estaba completamente callada, miraba para todos lados. ¿En qué momento dejó de sentirse parte de este grupo de chicas?. Quizás, toda esta pelea con Dahyun durante 2 años había tenido algún tipo de efecto en ella - ¿Estas bien? – mi mirada se enfocó sólo en Nayeon. Ella tardó en devolverme la mirada, pero terminó haciéndolo.
-Si, sólo que es algo extraño estar todas juntas de nuevo.
-Te entiendo.
En ese momento la comida llegó a la habitación privada. A cada una de nosotras nos sirvieron una copa de vino y otra de agua. Sana se reía con Chaeyoung, Jihyo hacía reír a Nayeon y a Jeongyeon. Una parte de mí trataba de enfocarse en lo que Jihyo hablaba, ¿Qué les decía para que Nayeon se riera de esa forma tan natural?. Recordé, que hubo una época en que esas sonrisas y risas sólo eran para mí.