17.- Propuesta

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Momo

Desperté con el sonido de mi celular. Miré el reloj que se encontraba en una de las paredes del cuarto y me di cuenta que eran las 10 de la mañana, ¿Quién llamaba tan temprano?. Tomé el celular, miré la pantalla y me di cuenta que era Jihyo. Voltee a mirar a Nayeon quien seguía dormida, nunca la había dormir tan tranquila.

Saqué mi brazo derecho de la cabeza de la Nayeon y me levanté a contestar el celular afuera del cuarto.

-Hola – contesté algo somnolienta.

-Momo ¿Por qué tardaste tanto en contestarme? – esa, no era la voz de Jihyo.

-¿Chaeyoung?, ¿Qué haces con el celular de Jihyo?.

-El mío tuvo un accidente.

-¿Qué ocurrió?.

-Se me cayó al mar – no pude aguantarme la risa – no te rías Momo.

-Lo siento – se hizo el silencio - ¿Por qué llamabas?.

-Ayer con las chicas apostamos – Chaeyoung me hablaba de tal forma que me hacía creer que quería que adivinara todo lo que había ocurrido.

-¿Cómo apostaron?, ¿No se supone que están todas con sus familias?.

-Si, pero anoche algunas nos vinimos a un hotel.

-O sea que la apuesta no fue entre todas.

-Si lo fue.

-Chaeyoung, no estoy entendiendo nada. Es muy temprano y quiero volver...

-¿Volver a dormir con Nayeon? – Sonreí – lo sabía, sabía que iba a ganar.

-¿Ganar que?.

-Aposté que tú y Nayeon sabrían aprovechar muy bien sus momentos a solas – el tonó de la voz de Chaeyoung había cambiado. Claramente se estaba refiriendo al ámbito sexual en una pareja.

-¿Cómo es que no me di cuenta de esa apuesta en el grupo que tenemos todas juntas?.

-Hicimos otro sin ti y sin Nayeon – no lo podía creer – así que dime que gané por favor.

-No seas idiota y déjanos dormir – corté el celular y sentí los brazos de Nayeon abrazarme por detrás. Sentía tanto calor humano proveniente de su cuerpo. Dejó pequeños besos en la parte posterior de mi cuello hasta llegar a mi oído.

-¿Quién era? – preguntó sensualmente.

-Chaeyoung – contesté volteándome - ¿Cómo puedes ser aún más hermosa por las mañanas?.

-Necesitas anteojos – Nayeon me soltó y caminó hasta la cocina – tengo hambre.

-Vamos a desayunar y a almorzar afuera – ella me quedo mirando - ¿Por qué me miras así?.

-¿No crees que sería peligroso?.

-¿Por qué? Somos amigas, ante los ojos del resto.

-Tú pagas – sonreí - ¿te quieres bañar conmigo? – no respondí, su pregunta me hizo estar raramente nerviosa – tranquila, no creí que me dirías que si de todas formas.

Nayeon se había acostado solo con la blusa que ocupó el día anterior y su ropa interior inferior. Así que era una imagen muy tentadora a esta hora de la mañana. Sabia, por la forma en que miraba que quería que me metiera con ella a esa ducha. ¿Por qué tenía que ser tan cobarde?, ¿A que le temía?.

-¿A que le temes? – preguntó mientras bebía un vaso de agua.

-Creo que me leíste la mente – caminé hacía ella – estaba haciéndome la misma pregunta.

Daño ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora