Nayeon
Llevábamos días en reuniones con los representantes de JYP y aún no llegábamos a ningún acuerdo. Era muy claro para nosotras que para ellos y, para JYP no era negocio darnos la libertad, cómo artista al 100%. JYP no era tonto, él tenía claro lo que cada una de nosotras valía como artista. De hecho, sin tenernos como grupo, el seguía llenándose los bolsillos por nuestros trabajos individuales.
-¿Por qué le cuesta tanto dejarnos ser libres?, hemos dicho en todo los idiomas que no queremos seguir bajo su nombre – nuevamente Jihyo arremetía.
-Ya se los explicamos, como también, se lo hemos explicado en las juntas anteriores. A él ya no le importa lo que hagan con sus vidas, individualmente hablando. Sólo necesita respetar el último contrato que firmaron.
-Si aceptamos eso – habló Jeongyeon – quiere decir que podemos seguir trabajando en lo que se nos dé la gana y parte de la ganancia sigue llegando a JYP.
-Si.
-¿Realmente lo encuentra justo? – preguntó irónicamente Jeongyeon.
-No estoy acá para dimitir que es justo y que no, ustedes son las que se quieren salir de todo contrato con JYP – nos miramos entre todas.
-Ese contrato también indica que no podemos volver a presentarnos como Twice nunca más, ya que él se quedaría como dueño del nombre del grupo.
-A ver chicas – su abogado se levantó de la silla - hemos tenido esta misma conversación unas 5 veces desde que la señorita Momo y Mina volvieron a Corea – hizo una pausa – ustedes también, son conscientes de lo que les ocurría a otros grupos cuando trataban de demandar a sus empresas – miré a Momo quien por un segundo me devolvió la mirada – Ella no ganaron, ¿Qué les hace pensar que ustedes si?.
-Eso no es justo – Chaeyoung se levantó de su silla – le hemos dado todo a él. Creíamos que nos respetaba como artista pero, ni siquiera nos deja hacer lo que más nos gusta.
-Muchas de ustedes están donde están ahora por él. Usted misma Chaeyoung. Tiene un estudio de producción. No pueden decir que no hacen lo que les gusta.
-No es lo mismo que cantar – Chaeyoung tomó su bolso y caminó hasta la salida de la habitación – realmente espero que, cuando llegué a su casa todos los días y vea a sus hijos frente a usted pueda decirle a la cara que está haciendo las cosas bien.
-Bajo la ley, todo lo que he estado haciendo con ustedes está bien.
-Romper sueños no está bien, nada de eso está bien. Es una basura – Chaeyoung salió de la habitación y el resto se quedó en silencio.
-No creo que lleguemos a un acuerdo – dijo Sana – realmente lo que se nos está haciendo no es justo.
-Si tienen una contrademanda háganmelo saber – el abogado y su representante guardaron sus papeles y carpetas en sus bolsos – un gusto – salieron de la habitación dejándonos a todas en silencio. Trataba de descifrar el rostro de cada una de las chicas pero era imposible. Momo había prendido un cigarro y se había parado y caminado hasta uno de los ventanales de la oficina. Jihyo hablaba con Jeongyeon en uno de los rincones. Sana y Dahyun trataban de consolar a Tzuyu quien estaba teniendo un ataque de ansiedad.
-¿En que piensas? – Mina se me había acercado. Creo que era la primera vez que hablábamos de una manera tranquila desde el accidente que tuvimos afuera de este edificio hace algunos días.
-En que nos estamos quedando sin fuerzas – tuve la atención de todas las chicas, incluso de Momo – creíamos que al unirnos a la demanda de Super Junior conseguiríamos algo y no ha sido así. Estoy segura que Heechul se siente igual de frustrado que nosotras.