43.- Una decisión

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Nayeon

Me quedé esperando algunos minutos detrás de la puerta de la casa esperando que no se fuera, que se quedará esta noche conmigo, que me abrazara por si quería llorar pero no lo hizo. Sentí el sonido del motor su auto encenderse y partir. No pude evitar llorar al verme nuevamente en la soledad de esta casa, ya nada sería lo mismo. ¿Cómo se supone que seguiría adelante?.

El sueño se había esfumado luego de unos minutos. Llamé a Yeri para que me viniera hacer compañía y no demoró ni 15 minutos en llegar.

-¿Qué haces con ella? – pregunté sorprendida cuando la vi llegar con Jeongyeon.

-Me la encontré afuera de tu casa – respondió Yeri – traje cervezas – Yeri entró y se dirigió a la cocina. Dejó las cervezas en el refrigerador y se sentó en la mesa - ¿Por qué siento que a las dos les paso algo? – sólo miré a Jeongyeon.

-¿Qué te pasó? – le pregunté.

-¿Puedo sacar una cerveza antes? – Jeongyeon le preguntó a Yeri y esta afirmó con su cabeza – gracias – se dirigió a la cocina, sacó dos cervezas. Una para ella y la otra para Yeri.

-Gracias – le dijo Yeri.

-Estaba con Mina – ok, esto era raro – estuve toda la tarde-noche con ella. Después de que fue a la clínica.

-¿Fue? – pregunté sorprendida.

-Si, las vio abrazadas.

-¡Oh! – fue lo único que respondí.

-No entiendo que clase de relación tienen esas dos.

-Somos dos.

-No entiendo – dijo Yeri.

-Mina me dijo que seguía enamorada de mí, que le gustaba.

-No lo puedo creer, ¿Tu y Mina son ex? – preguntó Yeri.

-¡No! – Respondimos al mismo tiempo con Jeongyeon – sólo, sólo se declaró hace un tiempo y yo no dije nada. No me la jugué por ella por miedo. Nayeon y Momo eran las únicas personas que sabían.

-No puedo creer que Momo te hiciera eso – a veces era mejor que Yeri se quedara callada.

-No odio a Momo – respondió Jeongyeon – Mina me contó su historia y fue todo tan fortuito que, que simplemente no puedes odiar a Momo por gustar de Mina y a Mina de gustar de Momo. Ellas, junto con Sana siempre fueron como una cofradía, cómo los tres mosqueteros. Cuando estaban juntas era imposible para cualquiera entrar y/o entender su círculo, su manera de comunicarse.

-Creo que era posible que pasara – comencé a hablar – Momo se sentía muy culpable por no poder controlar sus sentimientos hacía mí, mientras estábamos hablando. Casi nos besamos y me dijo que me amaba – las dos personas que estaban frente a mí no lo podían creer – creo, creo que quizás ella si sienta algo más que amistad por Mina – deje escapar un suspiro – una parte de mí quiere seguir esperándola pero la otra, la otra simplemente quiere que Momo y Mina sean felices, no le han hecho un daño a nadie.

-No quiero que Mina esta con Momo – la sinceridad de Jeongyeon me tomó por sorpresa – yo la amo y ella me ama. Odio que piense que Momo es más valiente que yo.

-De cierto modo eso es cierto – dijo Yeri – Ahora todo sería más fácil y por lo que he visto, ni Momo ni Mina son de las personas que le gusta lo fácil. Momo se enamoró de ti – Yeri me apuntó – estar enamorada de ti no era fácil, ni menos en tu peor momento. Ella quiso darte todo para que fueran felices y no lo tomaste. Y tú, Mina siempre dio el primer paso. Creo que esta vez tiene que ser diferente.

Daño ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora