Nayeon
Las tres semanas para el casamiento de Sana habían pasado muy rápido. No nos dimos ni cuenta, cuando pasamos de estar planeando los últimos detalles a estar bajándonos del avión en Paris. Realmente ellas se casarían.
Debo admitir que tenía muchos conflictos mentales adentro de mi cabeza, a decir verdad, no había podido dejar de pensar y preguntarme cosas desde que Momo se había desvanecido del mundo. Deje de preguntarme si estaba muerta o viva con el paso del tiempo, deje de tener fe en que volvería. Lo que no podía controlar, era el amor que aún sentía por ella. Cada vez que pensaba en la forma en que mi cuerpo extrañaba el de ella, en que mis labios anhelaban uno de sus besos o simplemente el sonido de su risa. Me preguntaba si en algún momento de mi vida, podría superarla, para mi mala suerte, mi respuesta siempre era un no.
El hotel donde se haría el matrimonio de Sana y Dahyun era de lo más elegante y costoso de toda Francia. Sana quería lo mejor para ella y su futura esposa así que no estimó en gastos y cumplió el sueño, de quien ella decía, era el amor de su vida.
-¿Qué haces tan sola? – sentí la voz de Mina detrás de mí.
-Pensando – respondí mientras sostenía un vaso de agua con hielo en mi mano derecha – se me había olvidado lo hermoso que era Paris.
-¿Has sabido algo? – sabía que vendría esa pregunta.
-¿Por qué me preguntas a mí? – Voltee a mirarla – algo me dice que cualquiera de ustedes tiene más oportunidades de saber de ella que yo – deje escapar una risa irónica – me dejó solo una carta. Una maldita carta – no hay día que no revise las noticias, los foros de celebridades para ver si alguien la vio o tiene alguna noticia y nada, absolutamente nada. He llegado a entender que ni siquiera me molesta el que se hubiera ido – Mina me miro extrañada – simplemente me molesta que no haya confiado en mí. Si se sentía abrumada, conmocionada o confundida podríamos haber hablar las cosas, podría haber intentado entender que necesitaba algunas semanas para ella sola. No soy un monstruo que quiere que todo se haga como yo quiero y pienso.
-Lo sé, me gustaría poder ayudar a resolver todas esas preguntas que tienen Nayeon pero no puedo.
-Tampoco es tu trabajo, no le puedes estar salvando el culo a Momo cada vez que ella no es cuidadosa con las cosas que hace y dice – Mina sonrió.
-Al menos sabes que vendrá a la boda.
-Sana y Dahyun se casan en 5 horas más y no hay señales de ella, realmente creo, que es posible que no venga.
-No sé si esto es algo bueno de escuchar o si suena muy directo pero, Momo le puede fallar a todo el mundo menos a Sana y a mí. ¿Lo sabes verdad?
-Hey – Sana había entrado al salón - ¿Qué hacen acá?
-Conversando – Mina respondió por mí - ¿Qué ocurre?
-Nada – las dos miramos a Sana.
-Estas nerviosa – hablé – estás pálida, ¿quieres vomitar?
-¡Nayeon! – Mina se río.
-Necesito algo para relajarme.
-Creo que sé lo que necesitas – Mina agarró el brazo de Sana y caminaron en dirección hacia la puerta – iré a prepararla para el matrimonio y tu deberías hacer lo mismo – nos quedamos mirando.
-Nayeon – Sana había hablado.
-Dime.
-Puedes ir a buscarme a la habitación 16 el vestido mientras me preparo con mina, por favor.
