Kaito es un maestro de arquitectura apunto de casarse pero aburrido con su vida, decide que para darle emoción busca tener una aventura, un día conoce a Len un nuevo alumno y así comenzara todo.
la realidad, muchos ni pueden con ella sueñan y añoran imaginando lo que puede ser, lo que sería mejor, la imaginación y la ficción son nuestras salidas para ni morir de realidad, pero tarde o temprano al abrir los ojos, la realidad nos golpea en la cara diciéndonos que ya nada es posible de cambiar ya.
Kaito subió al auto y Gakupo conducía rumbo al lugar donde se casarían, habían decidido casarse ante la ley y después de un tiempo por la iglesia, el ajinar miraba por la ventana, se veía de todas las formas menos felices por su boda.
–No pareces feliz– lo estoy– Kaito, a mí no puedes engañarme– lo sé – suspiro– la verdad es que, creo que ya he comprendido que hice mal las cosas, siento que debería decirles la verdad a ambos pero... Terminaría por lastimarlos – Meiko podría perdonarte pero de Len lo dudo mucho–¿tú crees? – oye ¿qué dirías si el amor de tu vida te dijera oye te estaba usando al principio lo único que quería era acostarme contigo pero ahora me he enamorado de ti pero ya estoy casado? – Si lo dices así suena bastante cruel – es que ya no hay otro modo, amigo desde el principio te dije que esto acabaría mal pero aun así te apoyo en todo– se detuvo en el semáforo– a lo que voy es que –le abrió la puerta del auto.
–tienes dos opciones, aun estas a tiempo de ir por Len o arruinarte la vida casándote así que decide ¿a quién de los dos– el peli azul reflexiono un momento, tomo la puerta y la cerro – ya no hay vuelta atrás, aun no puedo decidirme por uno así que sigue conduciendo.
El peli morado continuo el camino, mientras Meiko y sus amigas le elogiaban el vestido cuando finalmente llego Kaito, a la boda Gakupo entrego a Meiko y Miku a Kaito, la ceremonia comenzó– Meiko Sakine¿ aceptas a Kaito como tu legitimo esposo, amarlo y respetarlo, en la salud y enfermedad en la riqueza y pobreza y honrarlo conforme a la ley? –Acepto – dijo con una gran sonrisa en los labios.
–usted Kaito Shion ¿acepta a Meiko Sakine como tu legitima esposa, amarla y respetarla, en la salud y enfermedad, en la riqueza y pobreza y honrarla conforme a la ley– "honrarla" esa sencilla palabra resonaba en la mente de Kaito, eso significaba siempre serle fiel pero desde el momento en que le pidió a Len que fuera su novio la había engañado, no solo a ella sino también al pobre de Len que por amor le entrego su virginidad.
El juez tuvo que repetirle la pregunta la sonrisa de Meiko cambio por una de preocupación, –acepto– dijo sin más, conservaba la esperanza de que Len jamás se enterara de eso hasta que fuera capaz de tomar una decisión.
Ambos subieron al auto – ¿por qué dudaste tanto? – temí no ser lo que esperabas– por favor, no hay nadie mejor, tu eres el mejor esposo– si supiera– pensó, el baile, el pastel, la fiesta, todo había sido perfecto, para Meiko era como estar atrapada en un sueño del cual no quería despertar, bailaba recargada en el pecho de Kaito, su corazón se movía a la par que el suyo, aun así y aunque disfrutaba de ese momento el peli azul se preocupaba por una cosa, o más bien una personita.
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Después de la fiesta tomaron el vuelo a su luna de miel, ya en el hotel Meiko se recostó sobre la cama y muy lentamente Kaito se acostó sobre ella, a pesar de que Vivian ju tos no lo habían hecho ni una sola vez, apago su cerebro y actuó.
-ahh...– Suspiro el rubio mirando las estrellas desde su ventana – tengo tantos deseos De llamarle a Kaito pero... Tiene derecho a descansar y tomarse un tiempo para el... ¡pero aun así no dejo de extrañarlo! – dijo hacen un puchero.
Mientras el peli azul estaba recostado sobre su cama, Meiko dormía tranquilamente, Kaito había sido todo un caballero, le había parecido perfecto pero para Kaito falto algo más, quizás porque aquella no fue la primera vez de ambos, hace mucho tuvieron algún encuentro pero no se habían olvidado el uno del otro pero, la vez que estuvo con Len había sido más dulce.
Aun así y reflexionando la situación seguía sin ser capaz de tomar una decisión, cerró los ojos para dormir, pero a su regreso pasaría algo inesperado para todos los involucrados en la situación.
***
–ya verás Kaito a tu regreso no sabes lo que te deparará– aquella persona estuvo en la boda – no te preocupes yo me encargare de que tu noviecito lo vea completo– había grabado la boda de Meiko y estaba dispuesta a enseñárselo a Len, – espera un poco más niño muy pronto se te romperá tu ilusión–
