no puede ser...

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Si, nuevamente, el tiempo ha pasado rápido. 3 meses desde que Travis y yo lo hicimos. Con mí papá nada ha cambiado... Varias veces pensé en terminar la relación que tenemos con Travis, pero él me hace bien y no resolvería nada.

Inclusive en ese momento estábamos juntos, durmiendo abrazados.

En eso, me levanté por una discusión en la que se encontraban mi papá y mi madrastra.

Suavemente dejé la mano de Travis a un lado, cuidando que no despertase.

Bajé a la cocina, allí estaban ellos.

-No puedes evitar esto, entiendelo... Están enamorados, son felices.- suplicaba ella con lágrimas en los ojos.

-No lo entiendes ¿Verdad?- se agarró la cabeza.

-¿Entender qué? ¡Se aman!-

-Si la gente se entera...- mí madrastra lo cortó.

-Si la gente se entera no va a importar. Estás hablando de la felicidad de tú hija, felicidad en la cual no te has interesado desde que llegué aquí.- mí padre agarró su campera y salió cerrando de un portazo.

Caí de rodillas, nuevamente todo había empeorado para mí...

Lloraba, lloraba desconsoladamente, ahogando mí llanto para no ser escuchada. Quería gritar.

Me dirigí a mí habitación nuevamente una vez que noté que mí madrastra volvía a subir.

Agarré mí mochila, mí campera y una vez que no ví a nadie bajé.

Abrí con cuidado la puerta.

Iría a buscar a mi papá, aunque eso me tome la mañana, aunque eso me tome llegar tarde a clases... Aunque eso me tome la vida.

Salí corriendo, sabía dónde se había dirigido. Siempre lo hacía cuando se enojaba conmigo o con mamá.

Corrí, quería arreglar las cosas. Por un momento mí corazón llegó a arder, nunca había corrido tan rápido.

Sé que seguramente abría sido mejor avisar a Travis, pero no, no quería, quería arreglar lo que ocasione, lo que me tenía mal a mí... Y no quise preocuparlo.

Lástima que un intento por arreglar las cosas casi se me va la vida en ello...

*Pov's papá*

Querida... Sé que me escuchas... Hoy no hablo solo con tu suegra sino también contigo...

Nuestra hija está saliendo con mí hijastro... Perdóname si volví a casarme... Traté de llenar un vacío inmenso que dejaste en mí...

¿Pero sabes? Ella es buena... Y vine para que me des la respuesta. Sé que la lastimé y sé también que quieres verme feliz.

No soporto la idea de perder a esa mujer, pero tampoco acepto el hecho de que mi niña ya creció, que no es MI niña... Es de alguien más.

Perdóname, querida, amo mucho a mí mujer actual, pero no soporto la idea de que acepte el que Travis y Aby estén juntos...

Si, probablemente ya Aby deba ser libre, ser feliz... Pero simplemente no puedo.

¿Cómo le daré la cara al mundo cuando se entere? ¿Es acaso tabú pensar que dos hermanastros no pueden estar juntos?

Traté de todos lados hacerla feliz a mi niña sin que se fuera de mis brazos, de mí vida. Al parecer hice mal al enamorarme de una mujer con un hijo como él... Debí de suponerlo.

Necesito enmendar las cosas, que Travis y Aby sean felices. Pero... Habrá una condición. Nadie sabrá que Travis es hijo mío, sino, sentiré la vergüenza de haber dejado que mi hija se fuera con el primer tonto del que se enamoró.

Me fui de ahí cabizbaja, sucio por confesar aquello.

Llegué a casa, pero Aby no estaba. Según yo estás horas eran por las que llegaba. Qué raro, pensé.

Me senté sobre el sillón a leer un poco y tomar un café. Tenía sueño pero quería esperar que viniera. De un momento a otro, me quedé dormido.

2:00 a.m me desperté desorientado por la llamada de mí hijastro. A penas me dí cuenta que me quedé dormido me golpeé en la cabeza.

-¿Qué pasó?- le pregunté a Travis.

-Aby no está.- dijo con desesperación y agitado. Su cara mostraba pánico y rastros de lágrimas.

-Calmate, Travis ¿Qué pasó?- negó.

-No tengo idea ¡No aparece!- comencé a desesperarme.

-¿Llamaste a la policía?- asintió.

-A ellos, a Aby. Pero Aby no contestó.-

-Tranquilo.- dije más para mí que para él. Palmee su espalda.-Todo va a estar bien...-

No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora