No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]

calor y más calor.

La de la foto es Samira 💖

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Llegamos al departamento y con Samira nos turnamos el baño. Por mí parte, prefería que ella fuese primera, ya que quería buscar tranquila mí ropa.

-Hola...- dijo Travis mientras agarraba mí cintura por detrás.

-¿Cómo estás?- dije juguetona mientras me daba vuelta y enrollaba mis brazos en su cuello.

-Muy feliz.- sonrió.

-Lo noté.- sonreí.-pero si no dejas de sonreír tendré que besarte.- me acerqué a sus labios.

-Anda, lo prometido es deuda.- siguió sonriendo. Agarré su cara y lo besé, con intención, con sabor, con amor. Era cariño y excitación recorriendo cada nervio de nuestros cuerpos. El aire me faltaba, las ganas me sobraban.

Paramos, pero más allá una muy alucinada Samira nos observaba.

-Guarden un poco para los pobres.- no reprochó.

-Lo siento.- dije sonriendo.

Travis beso mí frente y caminó para salir.

-Yo no lo siento.- sonrió pícaro y salió corriendo.

-¡Hijo de puta!- ésta vez era Samira la que salía corriendo. Llegó al marco de la puerta y le revoleó su chancleta.

-¿Por qué tanta maldad?- dije en voz baja y me dirigí al baño.

Me duche durante vario tiempo, el agua tibia blanqueaba mis pensamientos...

Terminé y con la bata puesta me dirigí al espejo de la habitación, así me arreglaba. No fue tanto, solo algunas de maquillaje, odiaba estar cargada.

Finalicé y me puse mí ropa, cuando bajé nuestros compañeros ya estaban ahí.

Me tomé un café antes de irnos.

- Mi café sabe a licor.- dijo Samira.

-Te querrán emborrachar.- dije algo asustada. Lo probé.

-¿Y?- reí.

-Es el edulcorante, boba.-

-Oh...-

Luego de eso, nos fuimos.

-Por favor, no tomes mucho, no estás acostumbrada.- dijo Travis a mi lado.

-Siempre hay primera vez.- contesté y el auto arrancó.

Llegamos al lugar, era un gran baile, con luces negras y demás. Antes de entrar nos dieron algo a los que vestíamos Rojo o negro. Una vincha de demonio y una cola también de demonio.

A los chicos, excepto a Matías que vino de negro, les dieron tiaras de ángel.

La noche fue intensa de principio a fin, primero bailamos.

-Aby, el chico de la barra te mira, ve a ver si te da tragos grátis.- gritó Samira.

-No, ve a bailar con Sanitago que está solo.-

-Ok.- fue lo único que hizo antes de desaparecer entre la gente como si nada. Mala amiga... Al menos decirme que no, que se quedaría o yo estaría sola, no sé va y me dej...

-Bailas.- dijo Matías posicionándose frente a mí.

-M... Si, ¿Por qué no?- y bailamos. Después de bailar y bailar y sentir la mirada de Travis clavando mí espalda, y bailar. Al fin fuimos a tomar algo.

-¿Son novios?- nos preguntó el de la barra.

Yo estalle a carcajadas, pero Matías...

-Ojalá.- respondió pícaro y me guiñó. Me sonroje.

-Yo quiero cerveza.- dijo Joel llegando a la barra.

-Para mí campari.- dije yo.

- Fernet.- pidió Britney, abrazándome amistosamente.

Todos tomábamos, y reíamos. En un momento comenzamos a jugar al "yo nunca nunca". Por su puesto que yo, la santurrona, se quedó sin tomar un trago, ya que no he hecho nada de lo que decían.

La cosa se puso picante cuando Matías dijo "yo nunca he besado a un hombre" y Joel tomó.

¡Lo sabía, es gay!

Reía orgullosa por mis instintos.

Bailamos otro rato, hasta que comencé a sentirme algo mareada, no estaba acostumbrada a tomar y hacían falta dedos para contar lo que tomé.

Después me arrepentiría, en lo único que pensaba era en baile y como podía repercutir en eso...

Salí un rato afuera y vomité. Ya desde mitad de camino sentía la necesidad de expulsar todo.

Mientras vomitaba sentía a alguien sosteniéndo mí cabello.

-Cuando acabes, nos vamos.- dijo alguien seriamente a mis espaldas.

- Perdón...- contesté avergonzada y algo mareada.

-Lo sé.- me levantó y me llevó al auto, luego le mandó un mensaje a los chicos para avisarnos que nos íbamos.

En el camino sentía las constantes ganas de vomitar. Era algo tan probable como el llegar a casa y lavarme los dientes. Algo que en definitiva haría.

Llegamos al hotel donde nos hospedabamos y no aguanté. Corrí al baño tapando mí boca.

Todo salió, no quedó rastros de alcohol en mí cuerpo... Pero si un mareo infernal.

Travis sostenía mí pelo y acariciaba mí espalda. Cuando terminé quise largarme a llorar, pero el abrazo que me dio, me reconfortó.

Me paré, sintiendo mí estómago vacío. Llave bien mis dientes y tomé mucha agua.

-Puedo dormir contigo.- dije a penas de pié.

-Claro.- sonrió con dulzura.

Me acosté primero y el me tapó. Solo llevaba un pantalón corto y mí musculosa vieja.

-Gracias...- dije abrazándolo.

-Dejalo, no hay que agradecer nada.- me abrazó el a mí.

Comenzamos a besarnos como acto de cariño, pero nuestros labios se abrieron un poco más, comenzamos a besarnos apasionadamente. Él apretaba mí cuerpo con el suyo, consiguiendo que lo corazón se agitara excitado. Mis manos lo abrazaban y las suyas recorrían mí cuerpo, desde mis muslos hasta mí cabeza y llegaban a mis pechos. Era el beso más pasional que alguna vez tuve. Hasta el momento...

No pude aguantar y me subí arriba de él, seguía besándolo y él a mí, con loco frenesí.

Al momento de apoyar mí miembro con el suyo, aún con ropa, corté cualquier rastro de pasión.

-No va a entrar.- dije asustada sintiéndolo. No sé si es porque en realidad era grande, o porque simplemente nunca había visto, tocado o sentido un miembro.

-¿Qué?- comenzó a reír a carcajadas, como si fuera el chiste más gracioso de la vida.

-¿Qué dije?- comenté.

-Tu cara.- siguió carcajeando.- Pareció como si hubieras.- rió.- visto un fantasma.- rió más fuerte.

-Callate...- dije avergonzada. Se calmó y suspiró, para luego mirarme con tranquilidad.

-Travis, hablando en serio...- me prestó atención.

-¿Sí?-

-No quiero hacer ésto, a menos que llevemos rato de novio, a menos que nuestros padres o padrastros, como sea, lo sepan, a menos que estemos seguros...- él me agarró desprevenida y me abrazó.

-Si, lo sé. Vamos a esperar... Voy a esperar.ñ, porque sé que eres para mí... Y quiero ser para ti...- ahora fui yo quien lo abrazó.

Nos dimos vuelta aún abrazados y por fin... Nos dormimos.