debate

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Me desperté con una hermosa llamada. Mientras me preparaba para ir al gym de abajo hablaba con Lily.

-¿Cómo estás tú, princesa?- balbuceó.

-Te extraño.- dijo usando la "d" en vez de "r".

-Yo a ti, pequeña...¿Te estás cambiando sola?- rió.

-No... Lo hace mamá.- escucharla decir que Rosa era su mamá me partió el alma. No me dí cuenta cuando una lágrima resbaló por mí mejilla.

-¿Sí? ¿Y papá?-

-Trabaja, y Matt es mí súper hermano.- ahí reí.

-Bueno, linda. Tengo que irme ¿Si?- ella dijo un alegre "chi".

-Ya quiero que vengas...-

-Ya iré...- y colgué.

Antes de nada hoy, bajé al gimnasio, después subí a hacer el desayuno. Fue el olor lo que llamó a todos para despertarse.

Ahora sí iba a bañarme, hoy no podría meterme al mar si es que cambiaba algo en mí cabello.

Terminé de bañarme y cambiarme y fui a despertar al único dormilón que no había despertado.

-Buenos días, bonito.- dijo echándome encima de él mientras acariciaba su cabello.

-buenos días, hermosa.- me abrazó de la cintura y me besó.

Duramos así un largo rato, en algún momento se tornó caliente y debí parar. No quería que las ganas me sobrepasaran todavía...

Llegamos a la mesa y nos sentamos a desayunar, mientras hablaba con Samira por lo de la peluquería.

-¿A dónde irán?- preguntaron nuestros compañeros.

-A la peluquería.- respondió Samira.

Agarramos nuestras mochilas y nos fuimos. No sin antes despedirme de mí futuro esposo. Él aún no lo sabe, pero lo será.

Por el camino aprovechamos para hablar, contarnos cosas que hace mucho no pudimos contarnos, fue entretenido.

Ya en la peluquería decidimos que hacernos, ella nutrición y retocarse la tintura. En cambio yo, me haría una nutrición y un despunte.

Fue relajante, nos dieron un vaso de jugo de frutas y después una taza de café, la tarde fue agradable.

Salimos y decidimos llamar a los chicos y verlos directamente en la playa.

-Que no se hagan los estúpidos, que lleven el equipo para la playa.- ella rió.

-Hijos de fruta... No atienden.- malditos...

No nos importaba, de cualquier forma fuimos a la playa.

Tenía el pelo tan suave que no quise meterme al agua, no es como si todos los días tuviera plata para algo así.

Estábamos sentadas, en bikini, cuando sentí que unas manos me abrazaron la cintura. Estaba por salir corriendo, pero fui nombres por esa voz tan característica de él. Me quedé.

-Todos te miran...- dijo al cabo de un rato de haberse sentado. Yo rodeé los ojos.

-Es mentira, te miran a ti.- él negó.

-Cada que pase un chico voy a besarte.- me encogí de hombros.

-Vaya problema.- y eso hizo toda la tarde, beso tras beso, algunos más intensos, pero todos con amor.

-Ojalá yo tuviera un amor así...- dijo Samira y Santiago se le quedó mirando desconcertado, era obvio que ella le gustaba.

-¿Y tú qué sabes del amor?- dijo Joel.

-Lo único que sé es que es maravilloso mientras lo cuidas.- yo asentí.

-No es sólo eso.- soltó Travis.

-¿Y qué es para ti?- contestó Samira.

-Amor es ver más allá de los defectos de una persona, es aprender a apreciar sus detalles, sus sacrificios y sus demonios. Es saber que ahora no eres solo tú, sino que hay dos seres coexistiendo en un solo y alejado planeta, es querer que alcance sus metas porque verla feliz, te hace feliz. Es que quieras que ella sea tu única barra en un partido... Es quien te aya las riendas para guiarte mientras estás perdido... Y así estoy yo, perdido.- no aguante más y lo abrace, eso era amor, la forma más puro de afecto que se le puede dar a alguien.

-Te quiero, Travis.- beso mí frente.

-Te quiero, Aby.- besó la mía.

-Puajjjj, que asquerosidad.- dijo Samira y Sanitago la miró desolado.

Me le acerque

-Animo, chico, se hace la difícil, pero es blandita si sabes sus puntos.- le Palmee su espalda.

-¿Qué cuchichean ustedes dos?- dijo Samira.

-Nada.-me incliné de hombros.- solo agarrarte y meterte al agua.- empujé a Santiago y Samira salió corriendo. Santiago se volteó y me miró confundida.

- ¡Tú atrapala, cabeza de zapatilla!- él sonrió y salió corriendo.

Me senté y cogí un gajo se sandía.

-Te crees cupido, Mayer.- dijo Matías.

- Es medio cupido.- contestó Joel.

-Vamos al mar, los chicos siguen corriendo como búfalos enojados.- dijo Travis, reí.

Fuimos a ayudar a Santiago, yo me posicione delante de Samira, sorprendiendola y provocando que tropezase contra mí, cayendo las dos.

-Auch.- me quejé con Samira arriba.

Santiago logró agarrarla y con toda la tranquilidad mientras Samira batallaba logro llegar al medio del mar y tirarla.

Travis me levantó y me llevó a caballito al mar.

Fue un momento hermoso, ya era de tarde, el sol caía, el mar oleaba y nosotros disfrutábamos.

-¿Qué haremos al llegar a casa?- dijo Samira que estaba a caballito de Santiago.

-Podriamos salir.- propuse.

-Llamemos a los chicos.- dijo Joel.

Pensamos durante un rato en silencio.

-Si, buena idea. Ojalá no hayan hecho las maletas.- comenté.

Salimos del mar, en lo que caminabamos, Travis tomo mi mano. Mí cuerpo se estremeció.

-Que linda te vez.- pegó su cabeza a la mía mientras caminabamos.

-Y usted muy dulce.- agarré su nalga y salí corriendo.

-¡Aby!- comenzó a perseguirme.

Llegamos al auto y al me agarró antes de subirme, solo para darme un estruendoso beso.

-Tienes sabor a sal.- me dijo.

-Y tú a pescado.- me sonrió.

Llamamos a nuestros amigos y organizamos para salir. Estás vacaciones no podían ser mejor.













No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora