No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]

Encuentro escandaloso.

Sé que probablemente no les interesa, pero de igual manera pido perdón por no haber actualizado. Sinceramente, mi vida está más desordenada de lo habitual. Con ésto del cambio de escuela, estoy algo estresada. Ojalá sepan entender

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*Pov's Ethan*

Me encontraba en un bar cercano a la ciudad, tomando algo mientras escuchaba el relato de un partido.

El número de alguien desconocido apareció en mi celular.

"Ethan, te necesito, ven pronto. Soy Aby."

-Aby... ¿Qué querrá?-

"Dónde te encuentras?"

"En el parque central, cerca de mi casa. Ven, por favor."

¿Habrá cambiado de número? A la Mierda, yo voy.

Así que me encontraba en una esquina, viendo pasar los autos, solo en la fría noche. Aby no aparecía. A lo lejos unos zapatos resonaban la acera. Una silueta de una mujer se apareció frente a mí. Le di una patada a mi cigarro mirando sin sorpresa.

-¿Ethan?- dijo algo macabra.

-¿Quién eres?- la luz solo alumbró su sonrisa.

- Soy Helena, una simple amiga de Aby...- Aby... El nombre que no puedo olvidar.

-¿Qué quieres?¿Dónde está ella?- dije sin interés, quería que se marchara.

-Ya, ya. Ella está bien. Y yo, nada... Solo un pequeño trato...- su aura reflejaba maldad.

-Te escucho...-

-Tu quieres algo que quiero deshacer, y yo quiero que su desgracia me favorezca a mí.- rió falsamente.

-¿A qué va todo ésto? No te conozco todavía.-

-Ah... Eso, solo quiero terminar con su relación.

¿Relación?...

-Al carajo ¿Quién es el infeliz?- Ella ensanchó su sonrisa.

-Travis.-

Travis... Ese maldito hijo de puta...

-Acepto.- y no se hable más...

*Pov's Aby*

La felicidad me invadía, haber ganado ese concurso... No tenía precio.

-¿Y esa sonrisa?- encogí mis hombros.

-No puedo evitarlo.- reí.

De un momento a otro comenzamos a encaminarnos a mi casa.

-Travis... ¿No íbamos a ir a comer?- él puso un dedo en mis labios. Haciendo referencia a que cerrará la boca.

-Tengo algo en casa para ti.-

En el camino, mantuvo el misterio todo el viaje... Estaba anciosa y nerviosa por lo que se avecinaba.

Un hermoso castillo de almohadas y sábanas me esperaba en mi abitacion... Gracias a Dios mañana no habían clases. No iba a limpiar esto en poco tiempo.

-tú no te preocupes, yo ordenaré.- comentó como leyendo mi pensamiento.

Entramos, unas pequeñas hileras de luces alumbraban a la vez que adornaban el lugar. Al centro, una caja con pizza, probablemente fría ya, nos esperaba. Una botella con agua y dos copas al costado.

-Perdón... No tenía mucho dinero... No he trabajado estos últimos días.- besó mi cabeza.

No tuve más que decir que abalanzarme en sus brazos y darle un beso.