día de compras

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Desperté con unas manos bien atadas a mí cintura, traté de dar media vuelta, pero más me apretaron. Traté de quedarme quieta pero la verdad es que ya estaba incómoda, necesitaba cambiar de lado.

Me moví, luché, suspiré y me rendí.

-¡Sueltame, Travis!- grité, provocando que no solo Travis se despierte sino también Santiago.

-Ya, ya. Deja de gritar.- se quejó Santiago y volvió a dormí. Al fin pude darme vuelta.

-Ahora sí, buenos días...- dije y me acomodé.

-¿Cómo dormiste?- sonreí.

-Bueno... Exceptuando que no me dejaste respirar, bien ¿Y tú?- sonrió.

-Tú no dejabas de moverte, era tu culpa.- arrugue la naríz.

-Voy a hacer el desayuno.- traté de levantarme pero él me atrajo de nuevo hacia él.

-Primero un beso.- le concedi el pedido.

Fui a la cocina e hice el desayuno mío y de Travis, ya que supuse que los demás tardarían en despertar.

Pasamos gran parte de la mañana juntos, comimos algo de helado y jugamos videojuegos, los chicos no despertaban.

Decidimos almorzar solos, ya que yo debía ir a comprar. Así que le llevé algo de comer a mí amiga Samira.

-Sami, tenemos que irnos...- susurré.

-si, si... Ya voy...- ella no se iba a levantar.

Bueno, supongo que tendría que hacer otra cosa hoy...

-¿No se levantó?- negué triste.-Te acompañaré yo.- propuso.

-¿De verdad?¿No te molesta?- se encogió de hombros.

-¿Por qué habría de hacerlo?- negué.

-No, por nada.-

Salimos al centro comercial y por mí cabeza se cruzó una idea. Ir al ginecólogo.

¿Por qué no? Ya era bastante grande, y mí atracción por Travis cada vez más fuerte... En un descuido algo podía ocurrir.

Pasamos la tarde comprando cosas, regalos para nuestra familia, comidas raras para nosotros... Sacamos fotos. Mejor dicho, todo fue muy lindo.

Le pedí a Travis que me llevase al ginecólogo. No preguntó nada y me llevó.

Una vez ahí, los dos entramos. Él se quedó en la sala de espera.

Salí con algunos vestidos, algunos eran graciosos. Todo iba bien hasta que...

-¿Travis?- "¿Si?" Respondió del otro lado. -No llego al cierre...- silencio...

-Te ayudo.- y sin decir nada se metió.

-¡Travis!- me asusté.-hubieras avisado...-

-Lo siento.- sonrió.

-Nunca sabes a quién tienes... Hasta que tienes que subierte un cierre...- Travis rió.

-Listo.-

-¿De verdad? ¿No llega más arriba?-

-Nop.- encogí los hombros y fui al espejo.

-Me encanta...-

-A mí igual.- sonrió pícaro.

- Olvídalo, cuando tenga a Samira o a tu mamá cerca, tu no me verás.- hizo puchero.

-Ok...¿Ese es el último?- asentí.

Salimos con un par de bolsas cada uno, algunas con regalos y otras con ropa.

-ahora que lo pienso...- dijo Travis cuando nos detuvimos a comer algo.

-¿Qué?- arquee una ceja.

-Con ese vestido tendré que estar vigilando que no se te acerquen...- miró serio.

-¿Hablas en serio?- asintió.-Travis, no hace falta. Jamás le sería infiel a nadie, y ahora estoy contigo; así que no tienes porqué preocuparte. No soy una zorra, Travis...- sonrió.

-Me gusta eso de ti, tu carácter y que siempre defiendes lo que eres.- me sonroje.

-Gracias...-

Hablamos de cosas triviales lo que quedó de la tarde y ya nos fuimos a dejar las cosas a la casa para ir a la playa.

¿Quién necesita gimnasio? Las bolsas de las compras pesan más de cien quilos...

Le escribí a Samira a ver dónde estaban y me dijo cerca del faro.

A lo lejos los divisé, ya que la carpa era bastante grande.

Llegamos y nos sentamos.

-¿Cómo estuvieron?- todos miraron cómplices.

-¿Bien?... Creo.-

-Ok...- dijo Matt.

-¿Qué pasa aquí, Samira?- ella negó inenrendida.

Travis me invitó a meterme al mar con él, y ahí estuvimos, disfrutando, riendo y... Besándonos.

- Aby...-

-¿Si?-

Sacó un estuche de un cierre que tenía su maya y de ahí sacó una cadenita con una pequeña pero muy hermosa bailarina.

-¿Querrías ser mí novia?- se acercó más a mí.

-Pe...pero... Nuestros padres no saben, si no funciona habríamos hecho todo en vano... No sabemos si nos extrañamos cuando no estamos, y si no estamos ¿Me serás fiel?- me calló con un beso.

-Aby, dejá que funcione, haré que funcione... Si hemos estado bien saliendo, mejor será de novios ¿No? Solo dí que si... O que no, lo que te parezca.-

-Si... Quiero ser tu novia, Travis.- sonreí al igual que él.

Me colocó la cadenita y los abrazamos fuertemente ahora sí iba a ser oficial, ahora sí puedo decir "es mí novio" ahora... Tendremos que decirles a nuestros padres.

Volvimos a la orilla agarrados de la mano, supongo que todos sabían lo que iba a pasar porque cuando llegamos todos gritaron "Urra" "que vivan los novios". Yo por mí parte me sentí incómoda pero feliz.

Cayó la noche y seguíamos en la playa; todos alrededor de una fogata y algunas mantas.

-chicos, ha sido una de las mejores vacaciones en mí corta vida, gracias por compartir conmigo éste hermoso momento.- dije en precencia de todos.

-Gracias a ti por invitarnos, Aby.-

-¡Salud!- dijeron y levantaron las latas de refresco que tenían y yo, como no, una botella de agua.

Cayeron al mini festejo nuestros otro amigos.

-¿Ya se le declaró?- gritó Britney.

-¡Si!- gritó Samira.

-Si le haces algo te reviento.- dijo amenazadora hacia Travis.

La noche transcurrió entre risas y anécdotas, cuentos e historias de terror.

Jamás olvidaría ese día, marcó muy bien el futuro en el que hoy me encuentro...

No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora