no podrás conmigo

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Desperté sobresaltada por la alarma, había olvidado que hoy tenía clases.

Coloqué suavemente la mano de Travis a un costado, pero éste se percató de mi acto y me atrajo de nuevo a la cama.

-Travis, debo madrugar, mí rutina comienza ahora.- lo besé y me solté. Él murmuraba incoherencias.

Fui al baño comencé a lavarme la cara, bajé, desayuné y me dirigí al mini gimnasio de mí cochera.

Al finalizar subí nuevamente a mí habitación en donde Travis dormía plácidamente.

Maldito suertudo, tú puedes dormir y yo no...

Seleccioné mí ropa, todo con miedo de despertarlo y fui al baño.

Quité mí ropa y me introduje en la ducha.

Mí pelo había crecido muchísimo, ya me llegaba a las caderas y me gustaba, mí madre solía tenerlo así antes de tener a Franco.

La puerta del baño se abrió, supuse que era Travis.

-Avisame si tiras la cadena, así me corro y el agua no me hac...- me quedé estupefacta.-¡Travis!- mencioné al verlo entrar a la ducha.

-¿Qué pasa?- dijo tomando mi mano.- no te cubras.- se acercó.

-Esto está mal ¿Si nos encuentran?- negó.

-Cerré con llave.- me alivie.

-Bueno, en ese caso...- me acerqué a él con "sensualidad" pero en realidad buscaba el shampoo.

-Que mala...- se lo di y me di vuelta. Él colocó shampoo en su mano y comenzó a masajear mí cabello.

Lo enjuague y de reojo podía ver que tenía ganas, no voy a mentir, también las tenía.

-Oh, ven aquí.- lo atraje hacia mí y comenzó nuestro juego.

Salimos del baño, ya con toallas y nos cambiamos.

-Tranquila, recuerda que es tu último año, no tienes que presionarte, tienes de los mejores promedios.-

-Lo sé, pero no quiero llegar tarde...- me coloqué perfume.

-Te llevo.- sonreí.

-Gracias.- bajé e hice el desayuno para mis hermanos.

Agarré mí mochila y mí laptop y nos fuimos hacia la escuela.

-nos vemos...- lo besé.

-Adios, sirenita.- golpeé su hombro.-¡Suerte!- gritó cuando ya me marché.

*Pov's Travis.*

Me quedé mirándola, tan anonadado como siempre que la veía sonreír.

-¡Hola!- dijo alguien llegando a la ventana del auto haciéndome sobresaltar.

-¿Qué mierda quieres, Ethan?- se acogió de hombros.

- Advertirte.- miré confuso.

-¿De qué?- sonrió.

-Oh... No sabés lo que ella hace cuando tú no estás, hermano.- rodeé los ojos.

-no habría porqué creerte, Ethan. Eres un maldito bastardo. Y por ella, no hay porqué preocuparse. Es una buena chica, nos amamos, cosa que a ti no.- se enojó.

-Cree lo que quieras, estúpido, verás que volverás pidiendo mi ayuda.- arranqué el auto y me marché sin darle cabida a una más de sus palabras.

No podía negar que, aunque confiaba en ella, sus palabras me alarmaron. Pero le creía a Aby, sabía cómo era. Su ética era muy alta como para hacer eso.

*Pov's Aby.*

Había llegado feliz, demasiado feliz. Y creo que sabía por lo que era.

Último año, mejor esfuerzo.

-¡Aby!- gritó como niña Joel.

-¡Chicos!- dije acercándome a ellos. Eran Sami y Joel.

-Aby ¿A que no sabes qué pasó?- negué confundida.

-¡Salgo con Matt!- gritó Joel y todos voltearon a ver.

-¡Si, y Santiago me pidió ser su novia!- me puse más contenta por Sami que por Joel. Creo que porque Matt me caía mal.

-Esperen ¿Cuando, cómo y por qué pasó esto? Y...¿Por qué no me lo dijeron antes?- los regañe.

-Este...- comenzó Joel.

-Aby, fuimos a una cena los cuatro, pero ellos nos invitaron.- asentí algo desilusionada.

-Esperen...¿Qué día fue?- interrogue.

-Hace dos meses atrás.- ahí entendí.

-Ah...- sonreí.

Travis sabía de ésto. Pero no quiso ir por la sorpresa...

Bueno, al menos creo que sabía.

-¿Qué les toca a ustedes?- preguntó Joel.

-Economía.- dijo Samira.

-Matemáticas.- respondí yo.

-A mí igual.- y nos despedimos de Samira.

Al estar en medio del pasillo ya alejados de Samira, Joel comentó.

-Y...¿Cómo fue su primera vez?-

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Yo? No, claro que no...- él me abrazó.

-No te creas, boba.- me estrujó.- yo ya sé, boba. Se notan los cambios en ti. A demás ya se los veía cariñositos.- me sentí avergonzada.

-Si... Pues... No te miento ¡Fue maravilloso!- durante el camino hablé de eso.

Me sentía bien, no había hablado de ésto con nadie, necesitaban expresar la extraña y hermosa sensación de eso.

-¿Y qué tal tú con Matt?- pregunté ahora yo.

-Se resiste a decir que sí. Pero sé que quiere.- reí a carcajadas.

-No sabía que eras tan pervertido.- de su bolsillo sonó un maullido. -¿Joel?- lo miré raro.

-Es TOM, boba.- me tocó la frente y me mostró el celular.

-Oh... Por un momento creí que habías traído un felino a la escuela.- rió.

-Bueno, linda. Llegamos, así que sin distracciones.- guardó su celular.

¿Quién iba a decirlo? El chico que alguna vez pensé que era heterosexual se muestra más felino que nunca.

Salimos al recreo, Samira se encontraba hablando por las rejas con Santiago y Matt estaba chequeando su celular "disimulando" la incomodidad.

Joel llegó y le dio un beso a Matt.

- Parese que soy la única sola.- les di la espalda e hice como si me besuqueara a mi misma.

-No te alteres tanto.- dijo Matt.- tu novio seguro está igual.- lo miré dudosa.

-¿A qué te refieres?- rodó los ojos.

-A que no para de hablar de ti todo el tiempo. "Aby, Aby, Aby, Aby..." Parece cotorra.- me invadió un calor agradable.

-¿De verdad?- miré hacia abajo como una tonta niña enamorada.

-Na... La verdad es que es un hombre de pocas palabras.- todos rieron excepto yo que lo destroce con la mirada.







No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora