No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]

Hola, Maia. (final)

Tomé mi enorme barriga de ya 9 meses. Me costaba caminar, me costaba sentarme, lo único que quería era ya tenerla o tenerlo en mis brazos.

Después de tantos intentos, después de tantos estudios y sufrimiento... Pude concebir un bebé...

Me senté en la cama, eran las 15:00 p.m. Travis vino a mí y en un gesto enternecedor acarició mí barriga.

-Hola, pequeño... Hola pequeña.- no nos interesaba su sexo. Fuera hombre o mujer, íbamos a quererlo de igual manera.

A demás, en el Baby shower no importaba que me regalaran. Total, mi bebé no iba a saber si lo que le ponía pertenecía (según la sociedad) al género femenino o masculino.

En su habitación había ropa de todos colores, incluso un conjunto negro. Reí al recordarlo.

Una patadita en mi panza, Travis se alteró.

- ¡Oh, por Dios! ¡Oh, por Dios!- se paró.-¡Rápido, hay que irnos, el bebé va a nacer!- le agarré el brazo.

-Ttavis, tranquilo, fue una patadita. Nada más.- lo calme.

El asintió y se volvió a sentar.

Ya eran las 17:34 y mi bebé y yo rogamos por comida.

Fui al refrigerador y comí un yogurt de frutilla que había ahí, más un chocolate y un tazón de helado ¿Qué? Tenía que estar fuerte.

Terminé de comer y fui a caminar por la casa, para bajar la llenada que me había pegado.

Miré los cuadros, traté de distraerme del hecho que ese día, se suponía, debía venir mi bebé al mundo.

Ya no me preocupaba el hecho de que doliera el parto, solo quería tenerlo en mis brazos...

19:56 comenzaron las contracciones y comencé a alterarme.

-Travis...- dije interrumpiendo su charla. Él me miró atentamente desde la encimera.-Tengo contracciones.- sus ojos de abrieron como platos, se alteró, pero no quiso mostrarse así.

-Bueno, tranquila...¿Dónde está el bolso?- señalé la habitación. Fue rápido y buscó el bolso que teníamos preparado para éste día.

-Bien.- gemí.-hay que...-gemí.- contar cada cuánto son las contracciones.- me calme.

Esperamos hasta que fueran cada 7 minutos y partimos al hospital. Al llegar eran cada 5 y dicho sea de paso, se me rompió la fuente.

Rápidamente me subieron a la silla de ruedas y me llevaron a la sala. Travis iba a mi lado apretando mi mano.

No fue ningún cobarde, entró conmigo. Acariciaba mí frente, la cual estaba sudada y yo presionaba su mano.

Hablaba para tranquilizarme, pero solo logró alterarme más.

-Tranquila, pronto vamos a ver a nuestro bebé.- sonreí y comencé a llorar.

Bueno, el resto es de imaginar. La larga y dura espera hasta que el retoño, o mejor dicho la retoño, salió a la luz.

Lo único que quería en ese momento era agarrarla, era tenerla en mis brazos, alimentarla, protegerla...

Pero todavía estaba el trabajo de expulsar lo que quedaba. Así que otro rato más sin mi pequeña.

Al final, me la dieron. Estaba emocionada... La tomé entre mis brazos y sonreí.

-Hola... Hola, bebita hermosa.... Hola.- hablaba dulce hacia mi pequeña Maia.

Travis estaba a mi lado, no dejaba de sonreír.

Luego de unos días nos dieron el alta, y al llegar a casa lo único que quise es estar con mi nueva familia...

Maia estaba dormida, y yo no estaba segura de si iba a dormir. Sí, sabía que seguro después no iba a dormir mucho, pero en ese momento no quería cerrar los ojos, no quería dejar de verla...

-Te amo.- besé su frente.

-Las amo.- dijo Travis llegando de la cocina.

Esa noche nos quedamos trasnochado en la sala de estar.

*5 años más tarde*

*Travis POV'S*

Mi pequeña jugaba en el patio. Estaba mojándose con la regadora y Aby la ayudaba.

Ese día ella no trabajaba, entonces se podía permitir pasar todo el día con Maia.

Si, Aby siguió con el modelaje. Y aunque era "famosa" ella no quería mostrarlo al mundo. Era muy reservada con su vida privada.

No se quería dar tantos lujos, aunque se los podía permitir, prefería ahorrar y vivir una vida corriente y yo la apoyaba en el pensamiento.

Terminé de hacer la merienda para todos y me fui hacia el patio.

Sansón comenzó a saltarme para que le hiciera cariño. Sansón era nuestro perro, era grande y peludo.

-Papi, ayuda.- decía Maia mientras Aby le hacía cosquillas.

-¡Allá voy!- dejé la bandeja en la mesa de afuera y corrí hacia Aby. La tomé de la cintura y la alejé de Maia.

-Traviesa, traviesa.- comencé a hacerle cosquillas a ella y nuestra hija vino corriendo.

-No, papi, eso no se hace.- la miré extrañado.

-¿Por qué?- pregunté ingenuo.

-Porque ustedes son novios, y se aman, y ella es mujer.- colocó sus manos en su cintura como reprochando.

Aby y yo nos miramos y echamos a reír. Agarré a Maia y la abracé.

-Está bien, Maia. Tienes razón.- besé a Aby y fui a buscar la comida.

Si, esa era nuestra vida ahora... Y no lo cambiaría por nada.

*Aby Pov's*

Me desperté para hacerle el desayuno a Aby, pero antes de poder levantarme, Travis me agarró la cintura y me pegó a él.

-No te vayas...- se quejó. Sonreí por su comportamiento.

-Tengo que hacerlo...- acaricié su mejilla.

-¿Te puedo convencer de lo contrario?- negué.-¿Segura?- comenzó a besar mi cuello. Odiaba cuando hacía eso, él sabía que me podía, pero resistía a la tentación.

Me quedé jugando un rato antes de levantarme para hacerle el desayuno a Maia.

Antes de darme cuenta estaba teniendo un mañanero, del cual no podía quejarme. Luego de eso me quedé un rato más a su lado y después me levanté.

No sé qué hubiera pasado si Travis y yo no hubiéramos peleado por lo nuestro, si no hubieramos peleado con concebir a Maia... Lo único que sé es que me hubiera arrepentimiento si no lo hubiéramos hecho... No quiero otra vida, esta está bien, es mía y no quiero más nada.

Travis llegó a mis espaldas y con un abrazo me dio a entender que lo que pensaba, no podía ser más cierto...

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Ahhhhhhh, no puedo creer que llegamos al finaaaaal ¡Estoy tan feliz!

Gracias a todos por leer, por llegar hasta acá. Ojalá hayan disfrutado mucho de esta novela, tanto como yo al escribir.

P.D: estén atentos, los que quieran, pues pronto publicaré otra novela. Será de fantasía. Los estaré leyendo y esperando!!