Me levanté, alegre, con energía y con ganas de hacer mi rutina.
Lavé mi cara, me cambié y bajé a desayunar. Como siempre, algo rico.
Salí a la cochera y descargué esa energía, estaba emocionada, alterada y nerviosa...¿Por qué? Creo que sé... Pero espero no sea eso.
Fui al baño y me bañé, para alistarme para la escuela.
Como siempre dejaba los desayunos listos, y ese día los había hecho la noche anterior (mi mente no dejaba de dar vuelta)
*Flash Back*
Mi mente no dejaba de dar vueltas, imaginaba las posibilidades de prestarle atención a... Eso.
Me entendía, si no me caía muy bien... Pero dentro sé que ése beso... Algo cambió.
Me levanté a preparar algo para mis hermanos, no podía tener mejor ocurrencia que bajar sin bata, siendo que mi pijama constaba de: una remera musculosa y un pantalón corto... Demasiado corto, al punto de verse mis pompis... Y sin mentiras, varias veces salgo a la calle con campera atada a la cintura por vergüenza a que miren mis... "Un poco grandes" pompis.
Preparé unos rollitos con masa para tacos, bien blandita, frutillas y crema. Lo único que ensucie fue el sartén en el que hice la masa.
Al rato sentí unos pasos bajando las escaleras, sin darle importancia, seguí con lo mío. Gran error...
-¿Aby?- ay... Esa voz no suena como la de algún hermano mío...
-Eh...¡Travis! Hola...- dije riendo nerviosa mientras cubría mis pequeños pantalones.
-¿Qué haces?- se restregó un ojo.
-El desayuno.- contesté obvia.
-¿A ésta hora? ¿Acaso tienes antojos?- se alarmó.
-¿Qué? ¡No!- golpeé mi frente y mi cobertor se calló. Rápidamente lo alcé.-Lo dejo listo para mañana...- terminé de guardar todo y subí, pasando por su lado.
-Bonitas pompis.- susurró a mis oídos.
-¡Travis!- lo rete.
-¿Qué? Si ya confesé que me gustas, qué comentario es más incómodo que ese?- entrecerre mis ojos.
-Bien jugado, escuincle...- pasé con las muletas hacia mí habitación y ahí me dormí...
*Fin flash back*
Por lo general no me arreglo mucho para ir a la escuela, solo desodorante, perfume y trenzas de boxeador... Pero hoy quise algo nuevo. Me puse algo de brillo en los labios (no sin antes lavar mis dientes), use una rizadora de pestañas, sin aplicar máscara, y algo de delineador debajo de las pestañas. En cuanto al peinado... Dos trenzas cocidas que se unían en una trenza pescado...
Tomé mis cosas y bajé a esperar la hora de irme.
Travis y mis hermanos bajaron a desayunar, al parecer estaba muy temprano.
Agarré un libro y traté de sumirme sin prestar atención al Travis semi-desnudo que estaba en mi cocina...
-Buen día.- se acercó a mí con un vaso de agua, me lo pasó.
-Hola...- dije ocultando mi incomodidad.
-¿Cómo despertaste?- encogí mis hombros.
-Con energía ¿Y tú?- pasó un mechón acomodandolo en mi trenza... Algo... Cliché...¡Me gusta!
Me di una patada mental por pensar así.
-Bien... Con sientas emociones...- ya quiero que te recuperes...- comentó mirándome.
-Si... Mañana tengo revisión...¡Trae tu desayuno! Así hablamos más antes de que me vaya.- ofrecí algo eufórica. Me gustaba ésta fase...
La mañana se me fue volando, y el esfuerzo que hice en alistarme pareció estúpido... Quería quedarme hablando con él...
-Bueno... Debo irme ya, se hace tarde.- sonreí.
-Si... Bueno, nos vemos en la noche.- lo miré rara.-¿No vas a ir a baile?-
-Ah... Si, si. No quiero perder clases ya.- me levanté y me acompañó hasta la puerta, dónde hizo algo que jamás hubiera esperado... Me besó la frente.
Sonaré exagerada, pero casi me desmayo...
Las clases pasaron, yo con mi mente en las nubes todo el tiempo...
-Aby ¿Me estás escuchando?- preguntó mi amiga de regreso a casa.
-Si, si ¿Qué decías?- Ella revoleó los ojos.
-Que el sábado es el baile¿No estás emocionada? Por lo que sé, te gusta bailar.- volteé la mirada hacia un lado.
-Los bailes de salón son muy monótonos, todos con vergüenza de mostrar sus pasos, algunos idiotas intentando liar y todos los pasos son iguales 1,2,1,2.- ella se quedó callada.
-Bueno, si cambias de opinión te paso a buscar ¿Si?- asentí algo apenada. La había ofendido.
Llegué a mi casa y dejé un rato las muletas, intenté caminar un poco. Hoy debía hacer revisión. Supuestamente para éste entonces, los moretones no estarían ahí.
-Travis... ¿Dónde estás?- me decía al ver la hora.
Boom, la puerta se abrió de golpe.
-Aby, vamos. Se te hará tarde.- Travis agarró las muletas y me las pasó. Yo las agarré y él en un acto repentino me alzó.
-Otra vez... Ya hasta pienso llamarme saco de papas ¿Te gusta?- lo miré con sarcasmo.
-M... De papas no, eres muy liviana, de remolacha.- le di un pequeño golpe con mi muleta.
Llegamos al consultorio, el doctor me dió tres días más.
Pinche doctor...
-¿Estás enojada?- me quedé callada.-¿Aby?- volví a ignorar.-¡Abigail!- estallé.
-¡Claramente estoy enojada! Pinche lesión...- él rió.
-Tus insultos son muy raros, Aby...- lo miré con enojo.-Aby, por favor. Ya se te va a pasar. Y vas a ver qué te enojas conmigo en vano. No tengo la culpa.- alzó las manos.-
-Lo sé, lo siento... Solo... Quiero estar tan en baile.-
-Entonces vamos.- y fue así que nos dirigimos hacia baile.
Me recibieron de la mejor manera, miraron mi yeso, hablamos un rato... Hasta que mi profesor los mandó a ensayar.
No pude bailar, pero como me gustaba verlos...
En eso una chica pelirroja entró corriendo al salón diciendo "perdón, perdón, perdón. Llegué lo antes posible".
-¿Quién es ella?- pregunté a mi profesor. La chica me miró con aire de superioridad.
-La nueva estudiante. Bailará con nosotros en el torneo.- ¿Qué? No... Estuve ensayando durante meses ésta coreografía, no vendrá ésta mojigata estropearlo.
-No me parece correcto.- comenté delante de la mojigata.
-Tú no has estado aquí ensayando, niñata ¡No opines!- se enfureció. Al momento se dió cuenta de su reacción y plantó una sonrisa a mi profesor.- es chiste, es chiste...-
-Si, Aby. Tienes razón. Pero si no estás tenemos que ponerla a ella.-¿En mí lugar? No lo creo.
Me acerqué a su oído.-Si la llegas a poner en mi lugar, juro que en cuatro días no vuelvo.- me miró con horror y confuso.
-¿Cuatro?- asentí.-Ah... no te queda tanto. La competencia es dentro de unas semanas.. Y conociéndote no te has quedado quieta.- reí y asentí.
Estaba decidido, la pelirroja no iba a competir.
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No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]
Romansa¿Que pasaría si tu padre se enamora tres años después de la muerte de tu madre y te estás mudando con una nueva mujer? Y ¿si ella tiene un hijo del cual empiezas a sentir cosas? Después de la muerte de la madre de Abu, su padre comienza a sali...