Una confecion poco inusual.

7.1K 301 25
                                    

Travis hablaba con la policía, que estaban afuera de la casa ya. Yo estaba sentada en la cocina con un vaso de agua. Travis volvió a la cocina y habló.

-Me dijeron que debido a los hechos y que trataron de apuñalarme con un arma blanca, pero no me lastimaron, los buscarían y de ahí se llevaría a cabo la sentencia. No es un crimen mayor, según ellos.- Me alteré. 

-¿Que no es un crimen mayor? si siguen sueltos podrían hacer cosas peores, nosotros nos salvamos ¿Crees que todos también lo harán?- él me agarró ya que me había parado y estaba muy alterada, trató de controlarme.

-Aby, ya, no nos pasó nada... estamos bien...- me dijo agarrando mi cabeza y acariciando mi pelo a su vez.

-Soy una tonta...- susurré negando. Perdí un día de escuela, casi abusan de mí y... que vergüenza, estuve solo en sostén...

-¡Cállate, no lo eres!- sentenció y yo reí.-Aby, tuviste la valentía de actuar, la inteligencia para escapar y el coraje para no quedarte quieta.- Con cada palabra yo me tranquilizaba. Lo abracé, luego de un rato reaccioné y dije.

-Estas bien... es lo que importa...- él me abrazó más fuerte y besó mi mejilla. Sentía tantas cosas en ese momento... vergüenza, paz, impotencia... y lloré. Había sentido un miedo inimaginable, sin embargo, me sentí muy segura con él...

-Ya, Aby, estamos bien. Eres valiente. Ya pasó...- besó mi cabeza y yo me empecé a tranquilizar. Notaba que él también estaba tenso. Acaricié su espalda y repetía en voz baja -Sí, ya pasó... Estás bien...- lentamente su cuerpo iba relajando su postura.

Ya al cabo de un rato y una vez mejor nos separamos. Sin meditar palabras, iba a subir a mi recámara. Antes tomé un poco de agua y ya hidratada, subí.

Me recosté, el pensamiento rondaba mi cabeza. Sé que sonaré dramática, pero para alguien que vive la mayor parte del tiempo tranquila... Es abrumador que le pase ésto.

Recuerdo una vez, de niña, que lo peor que me pasó, fue caerme de un árbol, o esa vez que me persiguieron los perros de el barrio cuando andaba en bicicleta. O... No, ese quiero olvidarlo. Lo reconfortante era saber que no fui la única que lo pasó mal.

Retomando el tema, siempre vivo tranquila. Se puede decir que soy muy rutinaria, todo el tiempo lo mismo pero con diferente historia. Me encanta como vivo, no puedo quejarme... A veces lo hago, me quejo, pero es cuestión de que me canso en el día...

Escuché como comenzaban a subir la escalera, acto seguido tocar a mi puerta.

-Aby ¿Vas a comer?- dijo Travis. Sinceramente, no tenía apetito, es más, tenía ciertas ganas de vomitar.

-Es muy temprano.- contesté desde el otro lado.

-No tontita, yo digo la media tarde.- ¿me dijo tontita?

-M...¿Qué vas a hacer?.- en eso él abrió la puerta diciendo.

-Planeaba llevarte a tomar algo.- yo me paré de mi cama.

-¡Travis, pide permiso!- dije -¡Podría haber estado desnuda!- se enrojecieron mis mejillas. Estaba muy enojada.

-Lo siento...- se rió solo. Aunque supongo que el hecho de verme en poca ropa no le molestaría... Pervertido.

-¿Qué te ríes?- él negó con la cabeza. -Vamos, dilo.-

-Si lo digo te vas a enojar...- yo entrecerre los ojos.

-Sal de aquí.- dije yo. Me molesta que las personas sean tan complicadas para decir una simple oración. Yo ya veré si me enojo o no.

-No me digas que te enojaste...- dijo él ladeando la cabeza.

-No, me voy a bañar y a cambiar. Así me llevas a comer algo.- en eso mi panza sonó a lo que yo la señalé haciendo un gesto con la cara. El rió negando y salió.

-¡En 10 minutos salgo!- y se fue. Dejándome en mi pieza para poder bañarme.

Me bañé en 6 minutos mientras cantaba. Alcancé a cantar dos canciones, una de Adele y otra de Eiffel, una banda que le gustaba a mamá. Salí, me puse mis cremas y me peiné.

Ya faltaba un minuto para que Travis subiera, así que tomé un Jean suelto, algo roto, una sudadera y me ate el pelo en un desordenado moño con una traba. Me perfume y revisé qué plata tenía. Agarré algo de sencillo y salí.

-Pensé que subías en 10 minutos.- comenté con sarcasmo.

-Perdón, éste programa me llama la atención...- dijo mirando mi serie favorita. "The walking dead".

-¿Nunca lo viste cuando lo veía?- pregunté con una sonrisa extraña.

-Antes me importaba muy poco lo que hacías.- dijo aún con su mirada en el tele.

-Pensé que siempre nos habíamos llevado bien.- dije dudosa. Él se paró.

-Sip.- se acercó.-Pero antes a penas si te conocía.- apretó mi cachete derecho. Me dejó con todas las dudas en cima...

-Travid, vuelve aquí.- dije yo persiguiendolo. Cuando lo alcancé lo tomé por la manga de su remera. -¡Explicate!- exigió mi lado curioso.

-Simplemente, nunca me fascinó la idea de tener otros hermanos, que mamá se casara y yo ser el mayor de una familia... ajena...- me quedé perpleja por su confecion. Sinceramente no me gustaba la idea de tener que compartir mi vida con completos desconocidos, pero no pensé que a Travis le aborrecía la idea de estar con otros.

-Bueno... Cada persona lo toma como quiere¿No?- aporté, mientras seguía insatisfecha por su respuesta.

-Supongo...-Me miró con simpleza, yo seguía expectante a la continuación de su explicación.-Bueno, cuando tu padre comenzó a salir con mi madre...- el estaba por explicarme, pero yo tapé su boca, de modo que sentía su aliento chocando mi mano. Pensándolo bien, prefiero que me hable calmado en un lugar donde sepa que lo voy a escuchar.

-Mejor cuéntame en el auto. Se nos hará más entretenido el viaje.- él asintió extrañado y apartó mi mano con suavidad. El tacto de sus dedos a mi mano, por alguna razón, me estremeció.

Él no tuvo intención alguna de soltar mi mano, al momento de apartarla también la tomó entre la suya y me guió al auto.

-Bueno.- dijo abriendo la puerta del acompañante.

-Gracias.- dije en un hilo de voz. Me gustaba el hecho de que los hombres sean "caballerosos".

-Entonces... Cómo te decía.- habló Travis mientras se acomodaba en el asiento del conductor, mi estómago gruñó, él me miró con las cejas arqueadas, simplemente me reí-La cosa es que cuando empezaron a salir, me llene de bronca al ver que no iba a ser el único que cuidara de mi madre, y tampoco quería que la lastimen. No ser la figura paterna de mi hermano menor me aterra, pero a su vez me gusta que él tenga alguien que se le acerque... Me gusta como se comporta cuando está contigo, inclusive. Y cuando ya lo acepté... Me esperé otra cosa de ésta familia tan particular...-

-¿Qué esperabas?- digo atenta.

-Un gran desastre...-me quedé en silencio.

Pov's Travis.

Lo que me causó gracia fue que si era un desastre, pero era un hermoso desastre... La rutina mañanera a veces se tornaba dulce con ella. El ver como los niños jugaban y mi hermano disfrutaba... ¡Y que mi madre fuera feliz! No tenía precio...

Me gustaba ver como los niños a veces hacían rabear a Aby, o cuando ella salía de su rutina para seguir trabajando adentro, o cuando tenía que ir a buscarla a los ensayos... Bueno, creo que me estoy yendo por las ramas.

El punto es que... No importa que tan loca o tranquila sea esta familia... Es mía y la amo. Si, la amo, no puedo cambiarla.

Sobre todo a... Aby.

No Podemos, Somos Hermanastros... [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora