—Él al principio suele ser alguien odioso — continua Liam — conmigo tambien lo fue pero le di la oportunidad de conocerme y él me dio la oportunidad de conocerlo... Mm, Harry disculpame pero tengo que irme.
—Vuelve cuando quieras — suavisa el rizado.
Miranda recoge los platos de la mesa ayudada por Harry. ______ conduce a Liam hasta la puerta.
—¿Volveremos a vernos? — coquetea el castaño.
—Cuando quieras, Liam — sonrie.
—¿Puede ser pasado mañana? Mañana voy a estar un poco ocupado con las cosas de la tienda.
—Yo igual voy a estar ocupada. Voy a ir a la universidad a ver si me dejan entrar. Que te parece a las 8 y media.
—Perfecto, te paso buscando a esa hora.
—Adios.
—Adios, Liam — besa su mejilla suavemente, despidiéndose. Cierra la puerta.
—¿Qué pasa a las 8 y media? — curiosea Miranda.
—Voy a salir con Liam.
—¿Adonde?
—Uh, no me dijo. Imagino que será sorpresa.
—¿Qué vas a hacer mañana?
—Voy a ir a la universidad, una entrevista a ver si me aceptan y posiblemente a buscar un trabajo, no quiero depender todo el tiempo de ustedes. Ya mucho hacen manteniéndome viviendo aquí, por lo menos puedo ayudar financieramente.
—Es tu decisión, solo te voy — vamos — a apoyarte en lo que decidas. Además estas de suerte, la universidad North London tiene las inscripciones abiertas hasta la semana que viene.
—Gracias por el apoyo.
—Ven aquí, tonta. Dame un abrazo, te hace falta.
—Que lindas amigas — bromea Harry sarcásticamente.
(...)
Caminó en las afueras de la universidad North London , ______ se dirige al centro en busca de un nuevo trabajo. El sonido de la campanita en el interior de la libreria anuncia su entrada al lugar; luego de buscar en Internet un lugar donde busquen empleados, encontró una libreria cerca del departamento.
—Buenas tardes. ¿Qué necesita? — cuestiona amablemente la muchacha detras del mostrador, mostrando una leve sonrisa de bienvenida. Melena negra y ondulada cae por sus hombros hasta sus caderas, tes morena, ojos grises, estatura normal.
—Vengo por el aviso que hay en Internet sobre esta tienda, dice que necesitan empleados — trata de sonar lo más tranquila que puede, sin embargo no lo logra del todo. Está nerviosa.
—Claro. Sigueme, te llevaré con la dueña.
La chica toca la puerta de la oficina. Rossana Goldfinger aparece grabado en una placa color bronce brillante en la puerta color caoba de la oficina.
—Disculpa Ross... Rossana. Hay una chica que viene por el empleo.
—Dejala pasar.
—Buenas tardes. Mi nombre es ______... ______ Stowe — su nerviosismo empeora con cada torpe palabra que sale de su boca.
—Rossana Goldfinger — se levanta de su lugar ofreciéndole la mano a la chica. Esta la toma — el empleo es de medio tiempo, trabajaras luego de que Monica se valla.
—¿Monica?
—Mi hija. La chica que te trajo.
—Ah... ¿Me va a dar el empleo así como si nada?
