—¡¿Qué te pasó?!— grita Miranda alarmada al ver mi mejilla.
—Nada— murmuro esquivando su mirada.
—!¿Cómo que nada?! ¡Mira tu cara!
—¡Deja de gritar!— grito mirandola —. Sé que te preocupas por mí pero ahora no quiero hablar con nadie.
Camino rápidamente a mi cuarto y cierro la puerta con un poco de fuerza.
—Ya se le pasará. Sabes como es ella— escucho a Harry murmurar luego de un rato —te pedirá disculpas por hablarte así.
Entro al baño y lo primero que veo es mi rostro, está totalmente normal excepto por mi mejilla, está morada. Me lavo la cara con jabon principalmente donde esta la herida.
—Maldito desgraciado— escupo murmurando.
Cuando me termino de limpiar agarro mi telefono para enviarle un mensaje a Niall quien inmediatamente me responde con un “Ya voy”.
Vuelvo al baño pero esta vez para bañarme.
—Por favor no lo hagas tan obvio— le pido a Niall luego de contarle lo sucedido en el callejón.
Ambos estamos sentados en el sofá del departamento de Miri, uno al lado del otro.
Nuestro intento de entablar una amistad estaba saliendo mucho mejor de lo que ambos esperábamos. Seguía insultandolo pero era en juego. Mi confianza hacia él había aumentado notoriamente.
Él tiene la mirada oscura y está notablemente enojado consigo mismo por no haberme protegido como el había estado haciéndolo las ultimas semanas.
—Bajo la guardia y te atacan— dice mirando a otra parte.
—Solo fue en la mejilla.
—Te amenazaron y me amenazaron a mí. ¿Cómo quieres que esté tranquilo?
—Tambien sé defenderme. Hubiera podido pero eran dos.
—Eso es lo que me da rabia, yo debía haber estado ahí pero no contaba con que a Ross le pasara lo que pasó.
—No es culpa tuya— intento calmarlo colocando mi mano en su hombro, tratando de hayar su mirada.
—Ahora dime, ¿cómo vas con Liam?— me sonríe cambiando el tema. Su mirada se suaviza. Pasa su mano detras de mi, reposandola en el espalda del sofá para abrazarme y acercarme mas a él.
Liam y yo habíamos estado saliendo de vez en cuando, cuatro veces durante las dos semanas que pasaron. Estaba empezando a sentir mucho más cariño por Liam, pero aun no podia identificar que tipo de cariño era el que sentía por el castaño.
Le devuelvo la sonrisa.
—Bien. Es muy atento y cariñoso.
—¿Te gusta?
—Aún no lo sé— miro al frente.
—Tampoco lo hagas tan obvio— dice divertido — “es muy atento y cariñoso”— copia mi frase imitando horriblemente mi voz.
—Que feo.
—¿Qué?
—La forma en que imitas mi voz.
—Se parece un poquito a la tuya.
—Si claro. Sobre todo eso… Mmm, ¿qué hay de tu vida amorosa? Nunca me has contado algo sobre eso.
—Nahh, no es algo de mucho interés— comenta desinteresado sin mirarme.
—A mi si me interesa— me mira.