Narra Miranda.
—Ven aquí, hermosura— le digo a Loki —¿etás cholito?— hablo tiernamente.
Harry y yo estabamos acostados en la cama viendo televisión, estoy acostada arriba del brazo de él que me abraza, en realidad pasando los canales; la puerta estaba medio abierta y Loki aprovechó para entrar, saltar a la cama y subirse sobre mi.
—Ese perro está quitándome toda la atención que mi novia me debería dar— se queja.
—En parte es tu culpa, cariño— lo beso ligeramente.
—Si quieres lo devuelvo. La devolución se vence la semana que viene.
—Ni se te ocurra hacer eso— me acomodo colocándome boca abajo y colocando al perro en su barriga duramente. Él suelta un quejido.
—Está bien, no lo devolveré— admite aguantando el aire y retorsiendose levemente debido a la fuerza del peso caido de Loki.
—Te amo— vuelvo a besarlo.
—Claro, todos aman a Harry cuando dice lo que la gente quiere escuchar— coloca los ojos en blanco.
—Sabes que te amo por muchas más razones que esa.
—¿Mucho, mucho, mucho?
—Mucho, mucho, mucho— uno mi boca con la suya de nuevo.
Loki comienza a ladrar repetidamente e intenta meterse en medio de ambos.
—¿Ya viste como se siente?— le dice Harry al perro en un tono no muy lindo, mirandolo. Él animal retrocede hasta estar por la piernas del rizado.
—No le hables asi— pego suavemente su hombro —. El solo quiere mas atencion, ¿veda que si, bebe?— estiro los brazos, Loki, entendiendo la señal que le hice, se acerca a mi colocando las cuatro patas sobre mi estomago.
—Tiene toda la atención de _______ durante toda la noche, ¿qué más quiere?
—La atención de nosotros tontito.
—No es lo mismo, ella no es la dueña de Loki. Nosotros si.
—Te odio— murmura.
—¿Por qué?
—Por tener casi siempre la razón. ¿Qué creiste? ¿Qué en verdad te odio por alguna razón que ni yo sé?
Asiento.
—Tontita— toca la la punta de mi nariz.
—Hablando de tontos— vuelvo a acomodarme para quedar mejor sobre el brazo de Harry —¿Qué ha pasado con el caso?
—Bueno, por ahora siguen siendo peleas verbales por custodia de los hijos.
—Apenas vas empezando, cuando pase más tiempo te iran llamando para unos casos con mayor importancia.
—Espero que tengas razón.
—La tengo.
Loki comienza a ladrarle a Harry sin parar, no deja de mirarlo y ladrar.
—Callate— le ordeno pero sigue ladrando.
Me paro de la cama agarrándolo a él, me dirijo a abrir la puerta y lo dejo en el umbral de la parte de afuera.
—¡Entiendes como se siente!— le dice Harry al perro —¡eso te pasa por robarme la atención de ella!
—Ya deja de regañarlo— me siento a su lado, en el lugar opuesto al que estaba antes de pararme.
Discretamente me toma de la cintura, colocándome sobre su pecho muy cerca de sus labios, sus brazos alrededor de mi cintura.
—Te amo, enana— me besa ligero.