—Miri ¿puedes ayudarme a hacer uno de los planos?
—Claro. Espera que termine de limpiar el baño de mi cuarto y voy.
(...)
—No hay ninguna novedad de Aquette, ha estado quieta últimamente — informa Davies.
—¿Eso es bueno o malo?
—Ambas. Bueno porque no van a haber amenazas hacia Stowe. Y malo porque no sabremos cuando atacará de nuevo— me mira — eso significa que ya puedes dejar de seguir a _______, hasta que Mila haga de nuevo su aparicion.
—Esta bien. Pero aun tengo que terminar Arquitectura.
—No necesariamente. Puedes decirles que lo hiciste por proteger a una de sus estudiantes. Dices que es de mi parte.
—Bien. Voy ahora.
—Ah, espera — me detengo en el umbral de la puerta, Rob me hace una seña para que me acerque de nuevo —. Encontramos un sospechoso que dio una información muy valiosa. Afirmó nuestras sospechas.
—¿Cúales?
—Aquette desaparecía los domingos y volvia con demasiado dinero. Si apostaba contra la vida de alguien y suponemos que mató a esa persona al ver que no iba a morir en la fecha que ella predijo, sin embargo habia acertado con las otras tres victimas. Murieron por enfermedad o causas naturales.
—Debo suponer que no es la unica que hace eso.
—No. Tomlinson ya se está encargando de eso. Se transportan en yates de adinerados fuera de Londres. Es un territorio neutro, la ley no puede intervenir ahí.
—¿Entoces como se supone que detendran eso?
—Niall parece que no pertenecieras al FBI. Louis es muy inteligente, él verá como los encerrará. Cambiando de tema, dime como te fue con _______ los dias que la perseguiste— sube y baja las cejas rápidamente apoyando su menton en las manos.
—La besé — susurro.
—Sabia que pasaria algo parecido ¿te gustó? — no quita su picara mirada de mi.
—Era para que se cayara, no dejaba de insultarme y recurrí a algo que se que ella odiaria. Terminé con un fuerte dolor en la mejilla.
—Aún no cae en tus encantos— canturrea.
—Pareces gay.
—Soy viejo pero sé como es eso. Te lo digo por experiencia.
—Si como quieras. ¿Algo mas que tenga que ver con trabajo?
—No.
—Entonces me voy — vuelvo a caminar hacia la puerta.
Salgo de la agencia dirigiéndome directamente a mi casa, nesecito dormir.
(...)
—Gracias por… — bostezo — ayudarme a terminar esto.
—De nada. Es mi paga por dejarnos dormir contigo mientras remodelaba el cuarto.
—¿Qué hora es?
—Casi las cuatro de la mañana.
—Ve a dormir, solo me falta la mitad de uno.
—De acuerdo. Ah _______.
—Dime.
—El viernes Harry y yo vamos a ir a una fiesta de mascaras. ¿Quieres ir?
—Porque no.
—Bien, a las siete.
—Trata de no pelear con Harry esta vez.
El tan esperado viernes por fin habia llegado, lastimosamente tube que ir a trabajar, si no fuera por eso mi dia hubiera sido perfecto, las lluvias de la mañana no dejaron salir a nadie de sus casas.
Me coloqué uno de mis vestidos favoritos, era negro y llegaba un poco mas arriba de la rodilla. El antifas era del mismo color pero incluidas unas lentejuelas.
Los tres ibamos en taxi hacia la fiesta que Miranda habia mencionado dias anteriores.
La casa era grande, la antiguedad se le notaba a leguas pero seguía siendo hermosa, dos pisos pero inmensamente ancha, jardin un poco mas ancha que la casa, cerca baja y con mas plantas en el exterior de esta. Nunca me gustaron las casas tan grandes, sobran habitaciones y espacios para tan poca gente.
La sala está inundada y nos vemos obligados a ir al patio, Miranda y Harry saludan animadamente al cumpleañero mientras yo solo me dispongo a felicitarlo.
Los tres no sentamos en la mesa, no se le podia divisar el rostro a nadie debido a los antifaces que llevaban.
El rizado y la castaña se veian muy felices haciendo sus cursilerías, ignorandome y incomodandome. Pongo los ojos en blanco y miro a otra parte en busca de algo mas divertido. Me entra un apetito por tomar algo y me dirijo a la barra sin avisarles a ellos.
—¿Que quieres tomar? — me pregunta amablemente un chico rubio, de ojos verdes.
—Piña colada con un poco mas de alcohol, por favor.
Un momento despues estoy dando el primer sorbo. Arrugo la cara y el chico rie.
—No estas muy acostumbrada. Te pasara luego de unas semanas o dias — me limito a sonreir levemente — ¿como te llamas?
—A ti ya te habia visto antes.
—Lindo nombre — me mira divertido pero mantengo mi semblante serio tratando de recordar.
—¡Tu eres el chico del ascensor! — acuso.
—¿De qué hablas?
—Nada — me levanto, dejo la bebida en la barra y camino de vuelta a la mesa.
La pareja aun seguia sentada, hablando, me siento en la silla.
—¿Qué sucede? — dice mi amiga.
—El tipo de la barra pidió que le dijera mi nombre.
Ambos voltean a verlo, mientras él prepara otras bebidas para otros invitados.
—¿Que tiene de malo que quiera saber tu nombre? — dice ella despreocupada.
—Ese es el tipo que estaba en el ascensor la vez que fui a comprar los dos potes de pintura para la habitación de ustedes.
—¿El que supuestamente subió a la azotea? — pregunta Harry. Asiento — ¿le dijiste tu nombre?
—Claro que no.