—¿Qué tiene usted planeado? — continua Louis.
—Si la Srta. Aquette sigue amenazando a Stowe sin que ella lo sepa, tendremos que encargar a uno de ustedes para cuidarla más de cerca.
—¿Como un agente? — sigue el castaño.
—Un guardaespaldas.
—Con tantos policias del FBI aquí, ¿Por qué uno de nosotros? — curiosea Mike.
—Ustedes tres son a los que les tengo más confianza. Por eso pondré en su manos parte de la seguridad de la Srta. Stowe.
—¿Quién se encargará de eso? — pregunta Niall, jugando con un hilo suelto de la silla de cuero gastada sin desviar la mirada de Rob Davies.
—Usted, Horan — inmediatamente deja de jugar con el hilo, prestando completa atencion a lo que el Oficial estaba diciendo.
—¿Qué? — cuestiona alarmado — ¿Por qué yo?
—Uh— comenta Mike en broma, tratando de no liberar una sonrisita jugetona. Niall lo mira fulminantemente, su amigo aparta la mirada incómodo.
—¿Algún problema, Niall?
—No, no es eso.
—Y ¿qué es, encontes? — Niall camina hasta ponerse al lado del Oficial. Este lo mira atentamente esperando una respuesta o excusa justificativa para convencerlo.
—La Srta. Stowe no me agrada mucho... — golpea levemente el escritorio con el puño cerrado.
—Esto no tiene nada que ver en si te agrada o no, la vida de ella está siendo amenazada. Imagina que fuera tu mama la que estuviera en su posicion.
—Eso es muy diferente, mi mama es mi mama, la que me dio la vida y a la que le debo todo. Ella es solo una persona que voy conociendo.
—No es la primera vez que haces esto, Niall. Nada te cuesta cuidarla. Y si no te agrada con más razón seras el encargado de cuidarla.
—Pero...
—Pero nada. Nuestro trabajo es cuidar la vida y la seguridad de las personas de esta ciudad — Niall suspira y cierra los ojos, dandose por vencido. No puede competir contra la palabra del viejo. La unica opcion que le queda es aceptar cuidarla.
—¿Dónde empiezo?
—Sabia que te convenceria — Davies sonrie.
—Habla de una vez antes que me arrepiente — gruñe. Se sienta nuevamente, esta vez al lado de Rob.
—Hoy la Srta. Stowe ingresó a la universidad North London y consiguió un trabajo cerca del edificio dónde está viviendo, en una libreria. Mantente cerca de ella, sin exagerar, no queremos que se sienta acosada. Cuando la amenza de Aquette quede casi nula, dejarás de cuidarla. Ella no lo sabe, así no te matará.
—Esta bien, pero me matará cuando se entere— suspira parandose de su lugar, listo para retirarse — Me debes una grande, Davies.
—Lo sé muchacho. Algun día te la pagaré — su tono es mas paternal que profesional. Davies no suele ser comprensivo con los oficiales de los que está encargado. Mike, Louis y Niall son una gran excepción. Está apunto de salir de la oficina. Rob lo llama otra vez.
—Niall — se detiene en el umbral de la puerta — mirale el lado bueno.
—¿Qué lado bueno tiene esto?
—______ es una bella mujer y tú un hombre.
—¿Adonde quieres llegar con eso?
—Ambos estan solteros, pueden darse una oportunidad de estar juntos.
—En tus sueños — escupe.
—Los sueños se hacen realidad, Horan.
—Solo los tuyos.
—Del amor al odio hay un paso—. Encogido de hombros vuelve su mirada a la computadora que tiene en frente.
—Esa frase ya la he escuchado salir de la boca de alguien — dice entre dientes mirando a Mike, quien le sonrie abierta e inocentemente.
Al cerrar la puerta, Rob sigue hablando con los dos chicos ahí dentro.
"Se enamorará de ella" escucha la voz de Davies.
"Si lo hace, no lo admitirá" apoya Mike.
El moreno coloca los ojos en blanco con fastidio.
Niall tira las llaves de su casa en la mesita que esta cerca de la puerta de entrada y tira la chaqueta, esta cae en el espaldar del mueble pequeño. Mientras camina al baño, va despojandose de su ropa levemente mojada por el sudor. ______ comenzaría la universidad ese lunes, eso implica seguirla a todas partes a donde ella quisiera ir sin que se diera cuenta que es seguida.
«¿Cómo **** se supone que la voy a vigilar mientras este dentro de la universidad?»
Mientras salía del baño, la solución a su pregunta le llego a la mente. Sonrie con malicia.
(...)
Viernes al medio día.
—¡______, ¿Has pensado en que ponerte hoy en la noche?! — le grita su amiga que prepara el almuerzo para los tres. ______ se para abruptamente de su cama sobresaltada por el volumen de la voz de Miranda. Camina a la cocina.
—¿Qué hay esta noche? — pasa el costado de su mano por un ojo.
—¿Ya lo olvidaste? Hoy quedaste con Liam para salir — ______ abre aun más los ojos, recordando la invitación del castaño.
—Si, lo olvidé — susurra, somnolientamente.
—¿Aún seguías dormida? — le manda una mirada amenzante, dejando un momento de revolver lo que sea que está batiendo en la estufa.
—Me desperté con tu grito-recordatorio.
—¿Tienes algo bonito y decente para ponerte esta noche?
—No sé, hace dos o tres meses no renuevo mi ropa.
—Que desmodernizada, niña. Ve a bañarte, despues de comer vamos de compras.
Cuatro horas más tarde, se encuentran subiendo el ascensor. Como puede Miranda abre la puerta. Se suponía que iban para comprar algo para que ______ usara en su cita, la tentación le ganó a Miranda y terminó comprando más para ella que para su amiga.
—Supongo que dejaste algo de dinero — comenta Harry, dejando el control del televisor y parandose de la cama para ayudar a su novia con las bolsas.
—Claro que si, no soy tan derrochadora — besa castamente a Harry — ahora sal de aquí, tengo que alistar a _______.
—¿Me estas botando de mi propio cuarto?
—Si, tambien es mio, ahora vete — coloca una mano en la espalda del risado y la otra en su pecho volteandolo, luego lo empuja fuera de la habitación. Harry se voltea cuando esta totalmente fuera del cuarto. Cierra la puerta un poco fuerte colocándole seguro.
—¡Quitame la nariz! — grita él divertido.
—¿Ahora que hago? — cuestiona _______.
—Bañate otra vez, y lavate el pelo.
El agua de la ducha choca contra el piso, Miri urguea dentro de las bolsas puestas ordenadamente sobre la cama gracias a Harry. Saca un vestido morado oscuro un cinturon debajo del busto, falda suelta, unos tacones altos negros, zarcillos grandes y un bolso pequeño del mismo color. Coloca todo a un lado de las bolsas; mientras su amiga se baña aprovecha para guardar sus cosas dentro del armario.
—Colocate lo que está a un lado de las bolsas — ordena, cuando _______ sale del baño.
—Es hermoso — dice, admirandose en el espejo de cuerpo completo luego de colocarse el vestido y los zapatos.
—Lo escogí yo, tiene que ser mas que hermoso. Ahora, ponte esto — le pasa los zarcillos.
—Tu ego es más grande que tú — introduce el metal por el extremadamente fino agujero en la piel de su oreja, hace lo mismo del otro lado.
—Aqui tienes el bolso — _______ se observa nuevamente en el espejo esta vez con el conjunto completo.
—Sientate aqui — la empuja hasta la silla de la peinadora. Los tacones resuenan en el piso por la fuerza del empujon — aun te falta el peinado y el maquillaje.
—Miri de verdad, no hace falta...
—¡Claro que hace falta! No vas a ir fea a tu primera cita con Liam.
—No es una cita, simplemente me invitó a salir.
—En idioma varonil eso es una cita—jala levemente el cepillo con las cerdas en el cabello de _______. Ella gime de dolor — ¿Desde cuando... no te... peinas? — forcejea para liberar el cepillo del cabello de su amiga.
—Deste ayer, tonta — arrebata el cepillo de las manos de Miranda y se lo pasa suavemente por su pelo. Al terminar le entrega el cepillo a su amiga — ¡Ves! Solo tenias que hacerlo con cuidado.
Media hora mas tarde _______ estaba lista. «¿Por qué estoy tan nerviosa?» Por que más _______, vas a salir con un casi extraño, apenas sabes su nombre, replicaba su subconsciente. Sentia las manos sudorosas e inquietas, los dedos jugando entre sí. Miranda conduce a su amiga a la sala, donde se encuentra Harry comiendo un poco de lo que quedó del almuerzo.
—Te ves hermosa, _______ — piropea, mirandola de arriba a abajo.
—Gracias a mi — comenta egocentrica.
—Tienes que reducir ese ego, Madi — aconseja la castaña — ¿Qué hora es?
—8:25 — el timbre del apartamento suena, avisando la llegada del castaño. _______ mira a Miranda, la cual la mira pasiva, comprensiva y tranquilizadoramente. Se dirige a abrir la puerta.
—Hola Liam — dice tímidamente. Duda en bajar la mirada, pero decide mantenerla firme en el castaño para demostrar un poco de seguridad ante él.
—_______ — saluda cortésmente —¿Lista para irnos? — mira insignificativamente a Miranda. Ella asiente dandole apoyo para redusir su nerviosismo. Se vuelve hacia el chico —Claro, vamos.
Caballerosamente Liam aparta la silla para que _______ se siente cómodamente. Se dirige a su puesto.
—¿Qué vas a pedir?
_______ mira el menú que tiene en frente, ojea un momento — carne y un poco de ensalada.
—¿De tomar?
—Escoge tú —. Con una seña, Liam llama al camarero que se acerca a ellos inmediatamente. —Traiganos por favor, carne, ensalada, espaguetti y de tomar vino.
—¿Algo más?
—No — el muchacho se despide cortésmente con un asentimiento de cabeza.
—Es un lugar muy lindo — admite ella.
—Y muy tranquilo. Normalmente está vigilado debido a la gran clientela que llega aquí, raramente está casi vacio, como ahora — el muchacho llega con una bandeja en la mano, dos copas y una botella en medio. Las deja sobre la mesa y se retira nuevamente.
—Dime, además de la tienda de música, ¿a qué te dedicas? — toma un sorbo.
—Solía cantar, pero los instrumentos llamaron más mi atención. Ahora me dedico a la veterinaria. ¿Y tú?
—Terminaré la carrera de arquitectura en North London. Empezaré este lunes. Um, podrias ser el médico de Loki.
—¿Loki?
—El perrito que le dio Harry a Miranda.
—Me robó el nombre. Pensaba en ponerle así a mi perro, cuando tuviera uno.
—En realidad yo te lo robé, yo le dí la idea a Miranda y a ella le gustó.
—No importa. Pensaré en otro nombre.
