Capítulo 1

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Las Vegas, Nevada

Lauren

Cuando entré en el lujoso hotel y casino Bellagio, estaba cansada y tenía la ropa arrugada tras el vuelo. Vi dos letreros que informaban a los clientes de los congresos que iban a celebrarse ese fin de semana en el hotel. El primero era al que yo iba a asistir: Congreso de la Asociación Internacional de Estudiantes de Derecho, y luego había otro, la Exposición de Entretenimiento para Adultos. Moví los ojos de un cartel al otro y fruncí el ceño. Bien..., eso era interesante. «Supongo que esto es Las Vegas», pensé. Estudiantes de derecho, estrellas del porno, aliens de planetas lejanos... No me había llevado demasiado tiempo darme cuenta -en realidad, había sido suficiente atravesar el aeropuerto- de que en la ciudad del pecado las sorpresas eran prácticamente inexistentes.

Si no me lo hubiera imaginado al ver al hombre sin pantalones al que perseguía la policía por el aeropuerto a mi llegada, lo habría sabido cuando me bajé del autobús del hotel y vi pasar ante mí patinando a un imitador de Elvis en tanga.

-No estamos en Kansas, cariño. -El conductor del vehículo se había reído cuando giré la cabeza para observar el balanceo cada vez más distante de aquel Elvis a medio vestir.

«Parece que no».

Mientras atravesaba el vestíbulo, miré el techo boquiabierta y con los ojos como platos. Allí arriba había las más impresionantes flores de vidrio que hubiera visto nunca, eran cientos y de todos los colores imaginables. Tracé un círculo con la cabeza echada hacia atrás, incapaz de apartar la vista de aquella preciosa obra de arte. ¿Cómo las habían puesto allí? Por fin, tras un minuto admirando la imagen, bajé la vista y me dirigí a recepción.

Estaba tan impresionada por las columnas de piedra, por los enormes jarrones de flores frescas y los globos que flotaban tras el mostrador, que casi no escuché a la joven que me llamó. Giré la cabeza hacia la recepción y le sonreí.

-Lauren Jáuregui. Tengo una reserva -dije.

La recepcionista curvó los labios de forma educada.

-De acuerdo, déjeme mirar... Muy bien, aquí está. ¿Está aquí por el Congreso de Estudiantes de Derecho que se desarrollará a partir de mañana?

-Sí -asentí.

-¿A qué universidad va? -preguntó la joven mientras cogía mi tarjeta de crédito para pasarla por el datáfono.

-A la de Georgetown -repuse, cogiendo la tarjeta de nuevo.

-¡Oh! Es un lugar magnífico. Espero que disfrute estos días. Está alojada en la planta veintiséis, su estancia finalizará el lunes. Deberá dejar su habitación antes del mediodía. Aquí tiene una carpeta con el horario de las ponencias del congreso. Incluye también una etiqueta con su nombre y toda la información que puede necesitar este fin de semana. -Me entregó todo y volvió a sonreír mientras hacía una seña a la siguiente persona de la fila.

-Gracias -respondí, agarrando el asa de mi maleta y girando hacia los ascensores.

Al doblar la esquina tropecé con una mujer-. ¡Ay, Dios mío! ¡Lo siento mucho! -exclamé mientras levantaba la vista.

-No, soy yo quien lo siente... -empezó a decir ella al mismo tiempo. Nuestros ojos se encontraron y las dos nos quedamos en silencio. Parpadeé mientras me sostenía agarrándome los brazos con las dos manos.

Era una joven de mi edad con el pelo color castaño. Lo llevaba demasiado largo y se le rizaba en las puntas, pero tenía una cara muy juvenil. Era hermosa. Los ojos color marrón estaban bordeados por espesas pestañas oscuras, y me fijé en que tenía la nariz recta y en cómo curvaba los labios carnosos en una sonrisa de medio lado.

Cariño,Te Amaré Por Siempre (Adaptación camren G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora