Lauren
De alguna manera, a pesar de mis piernas inestables, conseguí regresar hasta mi coche, aparcado en el garaje. Las emociones me recorrían. Me sentía como si me hubiera bebido siete cafés seguidos y luego me hubieran abofeteado repetidamente. Me hundí en el asiento del coche, cerré la puerta y dejé salir un suspiro largo y tembloroso.«Camila Cabello». ¡Dios! Me sentía como si tuviera una bomba delante de mí y tuviera que comprobarla.
Tenía la vaga impresión de que mi vida acababa de convertirse en llamas, y no sabía exactamente cómo o por qué.
Traté de aclararme la cabeza. De acuerdo, acababa de ver de forma inesperada a una mujer con la que había pasado un fin de semana hacía casi cinco años. En su momento, ella me ayudó a descubrir algunas cosas sobre mí misma que tuvieron una influencia positiva en mi vida. Estupendo. Bien. Ambas habíamos seguido adelante. Yo estaba comprometida con un buen hombre, un tipo que me amaba. Y era evidente que Camila había seguido su vida. Se había alistado en la Marina, se había convertido en SEAL. ¡Dios Santo! Me embargó una oleada de orgullo. Espera, ¿qué? ¿Por qué estaba orgullosa de ella? Sacudí la cabeza un poco, tratando de aclarármela. De cambiar de tema.
Cuando me dijo que había ido a verme a Washington D. C., el dolor me sacudió.
Todavía no era capaz de pensar en ello. ¿Habría sido diferente mi vida? Me mordí el labio inferior. No podía preguntarme eso. Si hubiera aparecido ese día, no podría tener la vida que disfrutaba ahora. Puede que no estuviera con Noah...
Me incliné y miré el espejo del coche con el ceño fruncido.
-Contrólate, Lauren -le susurré a mi reflejo.
Puse en marcha el coche y me dirigí hacia la salida, de vuelta al Strip.
Mientras conducía el coche hacia mi despacho, no podía sacarme a Camila de la cabeza. Dios, cuando la vi, pensé que me desmayaría. Tenía la esperanza de que la detective no hubiera podido adivinar todo lo que me afectaba aquel encuentro casual.
Qué vergüenza... Había perdido la calma por completo.
Y ¿había hecho planes para cenar con ella? Gemí en voz alta. ¿Qué iba a decirle a Noah? Había tratado de salir huyendo de su despacho, tan abrumada por las emociones que me asaltaban que casi no podía pensar con claridad. Pero ella me había detenido y fui débil. ¡Dios! Después de tanto tiempo, seguía afectándome su presencia. Pero, ¡joder!, ¿quién no se sentiría afectada por ella? Y si hacía cinco años pensaba que estaba buena, ahora era una diosa. Y además estaba ese maldito hoyuelo, que seguía obrando su magia y me hacía estremecer cada vez que me sonreía y lo hacía aparecer.
Llevaba el pelo un poco más corto y, aunque seguía estando delgada, era evidente que sus músculos estaban más cincelados, incluso a pesar de que estaban ocultos debajo del traje que llevaba puesto. Además, había algo en sus ojos que no estaba allí antes: ¿un cierto aire mundano, tal vez? Quería saber más de ella. ¡Que Dios me ayudara! Quería saber más. Me detuve en un semáforo en rojo y me llevé la palma de la mano a la frente. No debería pensar en ella de esa manera, era muy inapropiado.
Por no mencionar el hecho de que sabía que el hombre al que estaba procesando y ella parecían amigos íntimos. ¿Si existiera cierto conflicto de intereses, debería cenar con ella? No, creía que no. Pero tampoco era que Camila estuviera involucrada en el caso.
Aun así, no iba a mentirme a mí misma y pensar que se trataba solo de que dos viejas amigas habían quedado para cenar. Éramos dos personas que se habían pasado un fin de semana teniendo sexo, mucho sexo..., muchísimo sexo del bueno.
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Cariño,Te Amaré Por Siempre (Adaptación camren G!P)
RomanceLauren Jáuregui tiene un plan. Ha organizado su vida a la perfección y se siente orgullosa de conseguir siempre sus objetivos. Sabe quién es, de qué forma vivirá, jamás da un paso en falso, y nunca se ha parado a considerar lo que desea en realidad...