Camila
Cogí la mano de Lauren cuando estábamos a punto de salir del hotel. Ella me miró con expresión de sorpresa, pero no se soltó. Me estaba costando bastante no mirar sus piernas, a la vista por los pantalones cortos, con los zapatos de tacón. Por lo que podía apreciar, Lauren tenía un cuerpo de infarto de arriba abajo, pero esas piernas... ¡Joder!
No había sabido que era una mujer que se fijara en las piernas hasta que vi las de ella.
Eché un rápido vistazo a su cara y noté que seguía tensa. Me di cuenta de que yo también lo estaba un poco, aunque mis nervios eran de anticipación, no de preocupación. Ella sí estaba inquieta, y su cerebro trabajaba a mil por hora. Había sabido que eso era lo que hacía en el cuarto de baño porque cesaron todos los sonidos y se hizo el silencio al otro lado de la puerta. En mi mente la vi allí parada, hablando consigo misma sobre este fin de semana, y sentí que me bajaba un escalofrío de miedo por la espalda. La tenía donde quería; no pensaba dejar que se me escapara. Todavía no.
Noté que sus pies se ralentizaban un poco y que movía los ojos a su alrededor con nerviosismo.
—Camila, yo... —Pero no le permití terminar. Sabía que estaba tratando de dar vuelta atrás.
Tiré de su mano y la llevé hasta la pared del vestíbulo en vez de hacia las puertas, adonde nos dirigíamos.
—Ven aquí un momento —le dije, deteniéndome y girándome hacia ella. Lauren me miró expectante, como si estuviera esperando que le explicara lo que estaba haciendo —. Lauren, esto también es diferente para mí —aseguré, cogiéndole las manos y mirándola a los ojos con la esperanza de que comprendiera lo que quería decirle—. Sé que tienes dudas y que te preguntas qué quieres en realidad. Si quieres dejarlo aquí, no te detendré. Pero espero que te quedes y permitas que lo pasemos bien juntas. Lo espero de verdad porque para mí no ha sido suficiente estar dos horas contigo. Dime que tampoco ha sido suficiente para ti.
Ella me miró a los ojos como si buscara algo que la hiciera relajarse. Finalmente me apretó las manos y sonrió.
—No ha sido suficiente —repitió en voz baja.
Solté el aire y sonreí.
—Bien, muy bien. Puedes pensar en eso entonces...,¿verdad?
Asintió con la cabeza sin dejar de mirarme.
—Es solo que todo... todo está cambiando con mucha rapidez entre nosotras. Al principio no te soportaba y ahora voy a pasar el fin de semana contigo. —Se rio por lo bajo—. Me cuesta un poco reconciliarme conmigo misma.
Entendía muy bien lo que quería decir. Yo sentía lo mismo, pero estaba a gusto con ello. Claro que yo no debía reconsiderar ningún «plan». Estaba dejándome llevar por el viento, tal y como había hecho siempre. Esta situación era inesperada, pero no desagradable. Estaba viviendo el momento, preparada para disfrutar algo que quería de verdad. De pronto, supe que Lauren quería lo mismo. Sin embargo, no sabía cómo hacerlo. Como le había dicho, podría enseñarle algunas cosas sobre el placer físico; mi confianza en el tema era muy alta. Pero en ese momento me di cuenta de que también podría enseñarle algo sobre cómo disfrutar de la vida según venía, sobre romper las reglas de vez en cuando.
—Sí, la vida puede dar la vuelta en un instante. —Sonreí—. Es salvaje, ¿verdad? — Me incliné hacia su oreja—. Pierde el control, nena —susurré—. Solo un fin de semana. Déjame a mí. Te cuidaré, te lo prometo.
Se estremeció y vi que sus hombros se relajaban. La besé en la frente antes de mirarla. Asintió con la cabeza, ahora con una expresión mucho más tranquila.
ESTÁS LEYENDO
Cariño,Te Amaré Por Siempre (Adaptación camren G!P)
RomanceLauren Jáuregui tiene un plan. Ha organizado su vida a la perfección y se siente orgullosa de conseguir siempre sus objetivos. Sabe quién es, de qué forma vivirá, jamás da un paso en falso, y nunca se ha parado a considerar lo que desea en realidad...