Capitulo 3

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Tres años habían pasado desde que la princesa de la Tribu Agua del Norte se ofreció para aquella alianza. Ella se encontraba en el patio jugando con Mai, Ty Lee y Azula. Ty Lee le mostraba a Azula como caminar de manos, pero simplemente a Azula no le salía, así que empujó a Ty Lee haciendo que se cayera.
- Ty Lee, ¿estás bien?
- Si _____ gracias- sonríe la chica de trenza y se levanta y después ve a Lu, con Zuko- hola chicos, ¿no nos acompañan?
- No tenemos tiempo- se apresuró a contestar el príncipe Zuko.
-Claro que lo tenemos primo, ven.
Lu se acercó a las chicas con intención de estar un poco de tiempo con ____, pues sus responsabilidades y entrenamientos lo tenían completamente abrumado, tanto que no había podido convivir con su prometida y futura esposa. Le alegraba que ya conviviera un poco más con las chicas de la nación del fuego, pero sabía que nunca encajaría completamente, el chico pensaba ayudarla con todo lo que estuviera en sus manos. El y Zuko se sentaron bajo la sombra de un árbol a hablar, pero Lu realmente observaba a ____ jugando y realizando agua control. Era tan linda, su cabello largo hasta la cintura y su ropa de color rojo, pues ahora era parte de la nación del fuego. Cada mes la princesa hacia una visita al polo norte, para poder ver a su hermana y a su padre, así como a toda su Tribu. Ella odiaba estar en la nación del fuego, lo único bueno de ahí eran Lu y Ursa. Lu era muy amable con ella, parecía que el afecto de Lu Ten con respecto a aquella pequeña princesa iba floreciendo más rápido de lo que el se hubiera llegado a imaginar y con ella igual, pues mientras pasaban los años, se hacía más apegada a Lu. Un día el general Iroh llamó a ____ y a su hijo a una junta de guerra, para ver cómo tomarían algunas zonas del reino tierra, para algún día avanzar hasta la capital, Ba Sing Se.
- Esa es la estrategia, ¿usted qué opina princesa ____?
- Pues me parece un gran plan, a excepción de esto, pues si atacamos directamente la gente levantara sospechas, en cambio si envían agentes de su ejército, con ropa de tonalidades verdes para mezclarse entre los habitantes nunca sabrán que los golpeo, claro, esa es solamente una sugerencia General Iroh.
La sala estuvo en silencio unos momentos por la intervención de la joven de 8 años. Cuando el silencio fue roto por una risa proveniente del General Iroh ella se tranquilizó, pues se sentía asustada por haber contradicho la idea del general al mando.
- Eres un genio pequeña- la despeina con afecto mientras mira a los comandante y encargados de entrenar reclutas para el ejército- está es la futura esposa de mi hijo, la chica de la que será todo un honor llamar señora del fuego, pues ese título lo tendrá por derecho, cuando yo le de el trono a mi hijo ella ascenderá con el y será una gran líder, más grande y buena que muchos de los mismos nativos de la nación del fuego.
Yo sonreí ante las palabras de mi suegro, pues al menos alguien en este lugar creía que podía hacer algo bien. Salimos Lu y yo estábamos caminando por los pasillos del palacio.
- Serias una gran estratega.
- Gracias, pero estoy en contra de la guerra, por eso me caso contigo.
- ¿En serio?
- Así es- le sonrió y el hizo lo mismo.
- Pues al menos tendré una esposa que sabe hacer las cosas.
- Pero no todas las chicas aquí son inútiles, como las tienes catalogados.
- ¿En serio?- se acercó a la niña sonriendo.
- Si. Tú prima Azula, y sus amigas, Ty Lee y Mei.
- Son la minoría preciosa- se acercó más a la joven de 8 años.
- ¿Preciosa? - alzó la ceja - ¿a donde quieres llegar Lu?
- A esto- se acercó y junto los labios de el con los de ella, el chico tenía 14 años. Ella al sentir los labios del chico se sonrojó, pero intento corresponderle aunque todavía fuera algo inexperta. Por fin se separaron por falta de aire, y las mejillas de la niña estaban ardiendo, Lu Ten se separa y la mira, al verla roja se alejó.
- ¿Estas bien? ¿Te queme? Por favor dime que no.
- No, no, solo me sentí algo...
- ¿Incomoda? Lo lamento.
- No, nerviosa, muy nerviosa, jamás había hecho eso Lu.
- Yo tampoco pequeña- acaricio la mejilla de la princesa y beso su frente- creo que aunque yo me haya dicho que no, me enamore, o me estoy enamorando de ti pequeña.
- Lu...
- Déjame terminar. Prometo que te protegeré con mi vida. No dejaré que nadie nunca te haga daño ____.
- Lu - la niña se quedó sin palabras y simplemente lo abrazo- gracias, eres muy lindo Lu, pensé que todos en la nación de fuego eran malos, pero veo que me equivoque, no todos son malos.
Ella sonríe y se va a su cuarto para arreglarse para la cena. Se puso un vestido color rojo y salió para ir a la cena. Al llegar estaban todos, el señor del fuego Azulon, Iroh, Ozai, Ursa, Lu Ten, Zuko y Azula, cuando se sentó, se sintió observada.
- ¿Pasa algo señor del fuego?
- No pequeña, ven, acompáñame.
El hombre salió con la niña de el salón donde se llevaba a cabo la cena.
- Escuche que eres una gran estratega.
- Si, pero no quiero ser parte de esta guerra, con todo respeto señor.
- Pero lo serás, Lu Ten será un gran guerrero, tú lo apoyaras siempre.
- Eso siempre lo he sabido señor, pero no quiero hacerle más daño al mundo.
- No lo harás linda, una vez que ganemos la guerra y conquistemos al mundo todo volverá a ser paz. ¿Estas dispuesta a ayudarnos a traer La Paz de nuevo al mundo?
- Si señor del fuego Azulon, ayudaré a la nación del fuego a traer paz al mundo de nuevo.
- Gran decisión pequeña, podemos regresar a la cena, daré el aviso de que serás la nueva estratega de el ejército de la nación del fuego.
- Si señor.
Regresaron a la cena y el señor dio el aviso, alegrando la noche y celebrando. La celebración era para ella pero se retiró temprano a su habitación. Al los pocos minutos Lu fue a buscarla.
- ¿Estas bien?
- No- escondió su cara en la almohada.
- Se que estas enojada, pero de eso depende nuestro ejército.
- ¡De eso dependerán millones de vidas inocentes! El ejército tiene algo de culpa, pero la gente no, ¿cuanta gente más morirá en esta guerra?
- ____.
- Déjame Lu.
- No, yo soy el príncipe y tienes que obedecerme.
- Pensé que eras diferente a Zuko, vete.
- No _____ no era mi intención.
- ¡Vete!
- No, no me voy a ir.
La niña empezó a hacer agua control obligando al príncipe a retroceder.
- ¡Detente _____!
- ¡No! Aléjate, no eres diferente a ellos.
El ya molesto hizo fuego control y ella no estaba preparada para eso y cayó inconsciente.
- ¡No! ¡______!
Corrió a ella y ella estaba inconsciente estaba tirada en el suelo con una quemadura en el brazo.
- ¡Ursa! - gritaba el príncipe Lu Ten en busca de auxilio para la princesa.
- ¿Que le hiciste?
- Fue un accidente, lo juro, no quería, no quería hacerle daño.
- ¡Iroh! Prepara el barco, la llevaremos a su hogar.
Llegaron a la Tribu agua del Norte y una señora la empezó a sanarla.
- No la dejare volver.
- Tiene que volver- dijo Iroh molesto.
- Déjenla despertar- dijo Ursa- ella decidirá lo que hará.
Cuando ella despertó al primero que vio fue a Lu.
- Aléjate de mi, eres un monstruo- se le salieron las lagrimas.
- Perdóname pequeña.
- No me llames así.
Ella lo saco y se hecho a llorar, en eso tocan la puerta.
- Vete Lu.
- Soy Ursa pequeña- ella abrió la puerta y la dejo entrar.
- ¿Que pasa?
- Tenemos que regresar.
- No quiero.
- No lo hizo a propósito, lo sabes.
- Lo se, pero me dijo que jamás me haría daño.
- Todos los hombres son unos idiotas pequeña, o al menos la mayoría. Lu Ten está realmente arrepentido.
- Eso no quita el daño que me ha hecho.
- Lo se, pero dale una oportunidad.
- Volveré, pero no conviviré con el más que el tiempo que sea necesario.
- Eso queda a tu consideración ____.
- Gracias Ursa.
- De nada pequeña.

Amor por compromiso (Zuko y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora