Capitulo 4

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Los años seguían pasando y la princesa de la Tribu del agua no hablaba con Lu Ten como antes, estaba muy molesta con el porque no pensaba, no era el chico del que se había empezado a enamorar, el príncipe cumpliría la mayoría de edad, 18 años y habría una gran fiesta en su honor. Este era uno de los momentos que el general Iroh ansiaba con todo su ser. Pues ahora con su hijo a su lado podría conquistar la magnífica cuidase de Ba Sing Se. Ella estaba sentada en su cama leyendo un libro cuando Lu entra a la habitación sin permiso.
- No se que haces aquí Lu- no separó la vista de su libro ni por un segundo.
- Vengo a verte.
- Pues ya me viste, ahora vete- dijo cerrando el libro molesta y mirando a Lu, en serio ya quería volver a tratarlo con cariño, pero era muy orgullosa y no lo haría.
- Pequeña, ¿que tengo que hacer para que me perdones? - el príncipe casi le suplicaba perdón a la chica.
- Dejar de comportarte como un idiota Lu.
- Pero amas a este idiota- dijo algo egocentrico el chico.
- No desde el día que me quemaste.
- Fue un accidente- se acerca a ella pero ella se aleja rápidamente.
- Si, que se hubiera podido evitar si tan solo me hubieras dado mi espacio.
- Si, está bien, cometí un gran error y lo reconozco pero ya perdóname por favor, no puedo soportar de que de ser grandes amigos ahora no me dirijas la palabra si no es necesario.
- Tu te lo buscaste.
- Si, yo cometí ese error pero perdóname pequeña.
- Si dejas de llamarme así tal vez lo haga- la princesa se levanto y se acercó a él.
- Si es lo que quieres, lo haré.
- Pensándolo bien; me gusta que me llames así- se acercó más y lo beso- eres un idiota.
- Lo se, pero así me quieres, ándale vístete, hoy es mi fiesta.
- Si, lo se, un príncipe de 18 años comprometido con una pequeña princesa de 12.
- Anda pequeña princesa.
- Te quiero Lu.
- Yo también _____ y mucho.
La chica rió y cerró la puerta para poder vestirse, toma un vestido rojo y se lo pone, pero en eso llaman a la puerta.
- ¿Quien es?
- El príncipe Zuko.
- Adelante.
El chico entro con cuidado y la miró. Sonrió y se acercó a ella antes de hablar.
- Vengo a escoltarla señorita.
- Bien príncipe Zuko.
El chico quedó embonado por la belleza de la chica de la Tribu del Agua.

El chico quedó embonado por la belleza de la chica de la Tribu del Agua

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- Se ve hermosa princesa _____.
- Gracias príncipe Zuko, me alegra saber que ya no es un patán como lo era hace casi 4 años.
- Creo que he entendido muchas cosas en estos años princesa.
- Me alegra.
- Bueno, vámonos, mi primo te está esperando, quiere bailar contigo la primera pieza.
- Está bien.
Ambos bajaron y cuando llegaron dos guardias les abrieron las puertas y cuando entraron al salón atrajeron todas las miradas, principalmente la de el gran señor del fuego Azulon, pues ____ la princesa de la Tribu agua del Norte estaba comprometida con Lu, y al verla tan amigable con Zuko, lo mal interpreto.
Zuko la llevo al lado de el príncipe Lu Ten, disipando toda sospecha de parte de su abuelo. Una vez que Zuko regreso a su lugar al lado de su madre Ursa, el gran señor del fuego Azulon se levanto de su silla para dar un aviso.
- Mi gente, está fiesta es en honor al mayor de mis nietos, Lu Ten, pues hoy cumple su mayoría de edad, haciendo que este matrimonio con la princesa _____ de la Tribu Agua del Norte sea un hecho, pues nuestro príncipe ya está en edad de casarse.
La gente aplaudía llena de júbilo y alegría, ella en los varios años que había estado ahí había aprendido todos los bailes de la nación del fuego, le gustaban la mayoría, pero siempre le habían fallado los pies cuando de bailar en paraje se trataba. Lu se levanto para hacer una reverencia, ahora el diría unas palabras frente a toda la nación del fuego que hoy estaba reunida en su honor.
- Mi gente, hoy cumplo la mayoría de edad, y conmigo junto a mi padre por fin conquistaremos la magnífica ciudad de Ba Sing Se y estaremos un paso más cerca de ganar la guerra.
La gente aplaudía de manera eufórica pues estaban felices ante las palabras de su príncipe.
- Pero nada de esto hubiera sido posible de no ser por la princesa ____ de la Tribu Agua del Norte. Ella- la tomó de la mano y la trajo hasta el- ella será nuestra estratega militar, es una gran chica que nos ayudará en la conquista de Ba Sing Se, pues sus tácticas son infalibles y les aseguro que ella, mi princesa, nos ayudará a ganar esta guerra. Pues gracias a ella tenemos en nuestras manos a una gran parte del reino tierra. Ella nos llevará a la victoria junto con todos ustedes.
La gente aplaudía y gritaba ante las palabras dichas por el príncipe de la nación del fuego que los habían convencido por completo. No había duda que ____ era la más grande estratega bélica que había tenido la nación del fuego en mucho tiempo.
Después del gran banquete que se dio por la fiesta la música empezó a sonar por todo el salón y Lu miro a su princesa para ofrecerle la mano, ella gustosa acepto, pero estaba llena de nervios pues nunca había sido buena bailando en pareja.
- Pero Lu, no se hacerlo.
- Si yo me disculpo tu bailas.
La jalo y sonrió para besar su frente y empezar a bailar.
- Solo déjate llevar pequeña.
- Está bien.
Siguieron bailando hasta que el príncipe Lu se tubo que retirar y dieron por concluida la fiesta. El salón estaba vacío, solo quedaba ella y una señora que se encargaba de la limpieza, la princesa se acercó, se recogió el pelo y tomó una escoba.
- No tiene que hacerlo majestad.
- Nunca he sido fanática de sentirme más que las demás personas señora.
La chica barría con gran gracia, elegancia, parecía que estuviese bailando con la escoba.
- Es muy buena en eso señorita.
- Solía hacerlo a diario cuando tenía 4 años, en mi Tribu la familia real, por así llamarla, solo se hacía cargo de proteger a los que no podían protegerse.
- Eso sería fantástico.
- Ya vera que algún día eso cambiará.
- Solo falta eso, ¿usted se encarga princesa?, tengo más cosa que hacer.
- Si, yo termino.
La chica tomó un trapeador y dejo caer algo de agua para poder trapear. Lo que no sabía era que Zuko la veía a lo lejos y se le acercó.
- Tu no deberías de hacer eso.
- No eres quien de decirme que tengo que hacer y que no.
- Tienes razón, pero concédeme un baile.
- Déjame terminar.
La chica en un movimiento de manos recogió toda el agua poniéndola en una cubeta.
- Eres maestra agua.
- Si, pero mantenlo en secreto- sonríe- bueno ya podemos empezar a bailar.
Ella se pego a el para bailar y así estuvieron un rato.
- No sabía que era tan buena bailarina.
- Gracias.
La niña beso su mejilla y se fue. Lo que ellos no sabían era que el príncipe Ozai vio todo, desde que Zuko entro al salón.

Amor por compromiso (Zuko y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora