Capitulo 7

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La niña estaba dormida en su habitación sin saber que al despertar todo sería diferente, tanto para ella como para la nación del fuego. En el otro lado del palacio Ursa discutía con su esposo Ozai.
- No puedes matarlo Ozai, es tu hijo.
- Pero yo quiero el trono Ursa, es un pequeño sacrificio para obtener todo lo que siempre quisimos- toma las manos de Ursa con cariño.
- No, es lo que tú quieres, yo quiero a mi hijo, a ambos, aunque Azula sea lo que es, aún así amo a mi hija y a mi hijo, no te voy a permitir hacerle tal cosa a Zuko.
- Si tanto quieres a tu hijo ¿que propones hacer tu?
- Haré lo que sea necesario por el.
Ursa se fue y a la mañana siguiente lo primero que hizo fue ir a ver a su hijo.
- Zuko, solo quiero que sepas que hice esto por ti, y que una madre haría cualquier cosa para proteger a sus hijos.
La princesa _____ se había levantado y todos los presentes en el palacio estaban vueltos locos por la repentina muerte de el gran señor del fuego Azulon. Ella se levanto y sin saber que era lo que ocurría se vistió y salió de su habitación para acudir al desayuno. Una vez ahí, no había nadie pues al haber muerto el señor del fuego se coronaria a otro, el cuál sería Ozai, después de coronar al nuevo señor del fuego el día transcurrió de manera normal. Todos estaban presentes en la mesa del desayuno a excepción de Ursa, nadie sabía nada de ella a excepción de su esposo el actual señor del fuego Ozai. Zuko y Azula estaban muy felices de que su padre ahora fuera el señor del fuego. Ozai no paraba de mirar a la princesa de la Tribu Agua del norte y al final le dirigió la palabra.
- Princesa _____.
- ¿Si mi señor?
- Después de que el desayuno culmine me gustaría intercambiar unas palabras con usted en el salón del trono.
- Como lo desee mi señor- la niña hizo una pequeña reverencia y se retiró pues ella ya había culminado su desayuno y estaba algo nerviosa por la razón por la cual el señor del fuego Ozai quería hablar con ella. Una media hora después ella salió de su habitación y se dirigió al lugar acordado por el señor del fuego. El padre de Zuko la estaba esperando impacientemente, ella entro calmada y con la frente en alto, pues estaba lista para lo que viniera.
- Aquí estoy mi señor.
- Princesa, _____, la princesa menor de la Tribu Agua del Norte.
- Así es mi señor.
- Tu ya no tienes nada que hacer en mi nación, pues tú prometido ha muerto y a mí no me importaría una alianza.
- Lo entiendo señor, si me permite me retiraré de inmediato.
- No, porque quiero proponerte otra alianza.
- Lo escucho.
- Te casaras con mi hijo mayor, el príncipe Zuko.
- Si mi señor.
- Pero tú estarás al frente de mis fuerzas para los ataques primordiales.
- Si mi señor.
- Perfecto.
La chica ya había dado la media vuelta y estaba a punto de retirarse.
- Espere un momento señorita. Quiero que me conteste una pregunta, de manera sincera.
- Si mi señor del fuego, usted puede preguntarme lo que desee.
- ¿Eres maestra agua?
La chica se quedó sin palabras, estaba muy nerviosa y no sabia que decir al respecto.
- No, ella no es nada de eso- entro el príncipe Zuko defendiendo a la chica.
- Nadie pidió tu opinión hijo mío.
- El tiene razón, yo no soy maestra agua.
- ¿En serio? Pues entonces a ver cómo sales de esto.
Un montón de guerreros de la armada de fuego empezaron a atacarla.
- Es una gran táctica señor pero no hay agua alguna para yo hacer agua control.
El mira a la chica, era bastante inteligente para tener 12 años y traen un tanque de agua. Ella no hacía nada que demostrara que era maestra agua.
- Tal vez me equivoque princesa.
- Tal vez si.
- O tal vez no te he motivado lo suficiente.
Meten a Zuko atado al tanque de agua.
- Adelante, sálvalo, tal vez no por amor, pero por la alianza para proteger a tu pueblo.
Ella derrotada saco toda el agua del tanque y rompió el cristal para que Zuko saliera, después ella congeló el agua dejándola en el tanque nuevamente.
- Bien, déjenos solos.
Todos se fueron y quedaron solo Ozai y _____.
- Aquí está prohibido usar agua control, si alguna vez la veo o me informan que se le vio haciendo agua control habrá consecuencias para usted, ¿entendido princesita?
- Entendido señor del fuego Ozai.
- Bien, ya puedes retirarte.
Ella salió calmada, pero saliendo de ahí se fue corriendo a su habitación, y comenzó a llorar, sin saber que Zuko la había seguido.
- _____ ¿estás bien?
- Lo estoy Zuko.
- Claro que no, saliste llorando del salón del trono. Déjame entrar.
Ella le abrió la puerta.
- Ya cálmate- la abraza y acaricia su cabello- yo no te delataré nunca.
- Pero no eres el único que habita la nación de fuego Zuko.
- Me aseguraré de mantener a la gente callada.
- Gracias.
- Una pregunta.
- Dime- dice la princesa secando sus lagrimas.
- ¿Por que me salvaste? ¿Solo por tu pueblo?
- No, creo que siento algo por ti Zuko, pero mi pueblo también me motivó a hacerlo- besa su mejilla.
- Adiós princesa.
La chica saco a Zuko y se tiro en la cama. Era temprano y no sabía ya que hacer para mantener a salvo su secreto.
Los días pasaban y ella salía del castillo para mirar el reino, la mayoría de la gente vivía bien. Ella seguía caminando por las calles y una tienda se empezó a incendiar ella desesperada por ayudar trajo una tormenta con unos naturales movimientos de manos, fingiendo que estaba acomodando su cabello. Apago aquel incendió y siguió caminando, hasta que regreso al palacio. En cuanto llego dos guardias la escoltaron directamente al salón del trono, donde estaba la princesa Azula y el señor del fuego Ozai.
- La vi haciendo agua control padre.
- Te dije que habría consecuencias.
- Con todo respeto señor, fue para evitar la muerte de personas inocentes del pueblo.
- Sigue estando prohibido.
Con un movimiento de manos la encadenó con cadenas hechas de fuego, si ponía cualquier resistencia saldría quemada, ella tranquila no hizo ni un solo movimiento y miro a Ozai.
- ¿No pondrás resistencia?- pregunto el señor del fuego.
- No, desobedecí su orden, está es mi consecuencia.
Lo miraba con total calma y el miro a Azula quien rápidamente se acercó a ella y creo dos látigos de fuego y empezó a azotar los brazos de la chica, ella no mostró emoción alguna y cuando termino, ella fue a su habitación donde tomó un baño, sanando sus heridas antes de que dejarán cicatrices.
Después de ello se fue a dormir, pues sería mandada al frente de una misión mañana.

Amor por compromiso (Zuko y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora