✖¿Esto Es Amor?✖ (BL) FINAL I

XXVI

"¿Por qué no puedo determe?"
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— A-Alexander —. Susurré cuando el contrario empezaba a dejar besos en mi cuello al igual que lamidas.

Mi corazón iba a mil por hora, no podía detenerlo... Posaba mis manos sobre su nuca, acariciándola con cariño mientras él continuaba dejando besos por mi cuello.

Bajaba con lentitud, empezó a dejar besos por mi clavícula derecha, me estremecí sintiendo como su mano se escabullía por debajo de mi camiseta.

Mi cuerpo temblaba, pero no por el miedo... Si no que por la excitación. Mi mente peleaba consigo misma... Era la razón contra el deseo.

Aunque por ahora ganaba el deseo.

Alexander se quitó la camiseta lentamente dejando de nuevo a la vista su marcado cuerpo...

Yo no podía soportarlo más, me iba a volver loco, mi mente estaba chocando, no sabía qué hacer.

El pelinegro me tumbó en el sofá para después subir mi camiseta hasta retirarla por completo.

Continuó con los besos, esta vez por mi torso... Y es que ya no eran desagradables ni me daban miedo, si no que todo lo contrario.

Empezó a jugar con mis pezones, sabiendo lo muy loco que me podía poner tal tacto.

— A-Alexander es-espera A-Andrew est-est—. No me salían las palabras, no podía pensar bien sintiendo tal subida de calor en mi cuerpo.

Alexander jugó con su cálida lengua con mis botones, me aferré instintivamente a su espalda.

— A-Andrew e-esta e-en... Ahg~ —. Gemí sintiendo que mis ojos se ponían en blanco, mi cuerpo reaccionaba con cada toque, era una tortura.

—Andrew está jugando —. Susurra Alexander a mi oído, yo me estremecí.

—Nos va a oír además de qu- Nhgt~ —. Tocó mis botones para callarme — N-No sigas n-nos v-verAhh~ —. Alexander gruñó, me agarró de la muñeca y tiró de mí por el pasillo hasta su habitación.

Me empujó hacia dentro, cuando me giré a verlo ya había cerrado la puerta con cerrojo, se había quitado mis gafas colocandolas en el mueble que había junto a la puerta, quitó su liga del cabello dejandolo suelto, ya empezaba a desabrocharse los pantalones.

—Está vez no nos van a interrumpir —. Masculla. Me empuja hacia la cama besándome apasionadamente, pasando su lengua directamente a mi cavidad bucal.

Me concentro en el beso, que se siente demasiado jodidamente bien... Por cosas como estas a veces odio a Alexander, es demasiado irresistible a pesar de todo.

Sonrío sintiendo el cabello de Alexander acariciarme el rostro, es una sensación tierna pero a la vez excitante.

Mientras que nos besamos noto que me quita los pantalones con desespero, al separarnos empieza a buscar algo en el cajón de su mesilla, lo miro confundido.

— Dime policía de pacotilla... —. Frunzo el ceño — ¿Te gusta arrestar gente no? —. Elevo una ceja muy confundido. Aunque me sorprendo al ver como Alexander saca del cajón las esposas que yo llevaba conmigo en la misión de la mansión.