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"¿Y si...?"
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—¿Te imaginas un mundo en el que no hubiera ningún criminal? —. Comenté, Nathan se encogió de hombros.

Estábamos en el sofá... Yo me encontraba tumbado con la cabeza sobre su regazo mientras él estaba sentado viendo la televisión.

Con su mano derecha sostenía el control con el que cambiaba de canal buscando algo entretenido que ver, mientras con la otra mano acariciaba mis cabellos.

—Entonces no tendríamos trabajo —.

—Pero sería un lugar tan seguro y pacífico para criar a un niño —. Nathan suspiró.

—¿No prefieres un gato? —. Negué entre pequeñas risas — Por favor Marcus —. Dijo entre un puchero, yo negué varias veces entre una sonrisa burlona.

—Nope... Vete pensando nombres —. Nathan me quitó las gafas, me senté quejándome — ¡O-Oye que no veo apenas nada sin ellas! —. Me quejé, él se colocó las gafas.

Me acerqué más a su rostro para verlo... Estaba poniendo muecas.

—Soy Marcus Taylor y adoro los niños llorones~ —. Se burló con una voz aguda, reí levemente — ¡Y tengo un enorme pedazo de traser—. Lo interrumpí de inmediato.

—¡Nathan!—. Dije avergonzado, él sostuvo mis mejillas.

Sin darme cuenta había acabado sentado encima de sus piernas... Desvié la mirada.

—¿Acaso es mentira?—.

—Pero no hace falta que lo grites a los cuatro vientos... ¿O a ti te gustaría que yo gritara que tu duro trasero es mío y solo mío?—. Nathan se quedó pensativo.

—Seh, de echo... Mañana al entrar en la oficina quiero que lo grites —. Negué entre leves risas quitándole las gafas para ponérmelas.

Su mano se posó en mi cadera.

—¿Avanzamos algo con el caso?—. Negué.

—Todo está igual... Mañana intentarán asesinarte y lo evitaremos atrapando al culpable —. Respondí acariciando con mi dedo índice sus labios.

—¿Qué tal se encuentra Sarah? —. Sonreí.

—En unos días despertará —. Susurré pegándome más a su cuerpo, su cara se acaloró.

—Marcus... ¿A-Acaso...? —. Asentí algo avergonzado— ¿Ves a lo que me refiero? No podremos hacer estas cosas libremente cuando tengamos un maldito niño —. Reí por lo bajo para luego besar sus labios.

—Exagerado —. Me burlé, sentí como su mano bajaba por mis caderas.

—Oye... ¿Para la noche de bodas te pondrás un lindo uniforme de policía? Ya sabes, como los nuestros pero más... —. Se mordió el labio inferior, elevé una ceja.

—Solo si tú también te lo pones —.

—Trato hecho... Pero ten cuidado con no dispararme directamente al corazón, ya me diste un flechazo~ —. Reí.

✖¿Esto Es Amor?✖ (BL) FINAL I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora