✖¿Esto Es Amor?✖ (BL) FINAL I

XXIX

"¿Rescate?"
--------------------+-------------------

Han pasado unos días y...

Alexander no sale de mi cabeza.

He soñado varias veces con él, más bien eran horribles pesadillas...

Pesadillas en las que lo tenía en frente de mi a punto de ser matado por esa silla eléctrica y no podía hacer nada para evitarlo, mi cuerpo no se movía por mucho que gritara.

Me despertaba muy agitado, abrazaba desesperadamente a Nathan tratando de calmarme, pero nada funcionaba.

Andrew vive actualmente con nosotros. Y él está menos deprimido, después de todo es un niño y no entiende en que situación se encuentra Alexander.

Suspiré rascándome la nuca mientras caminaba hacia la cocina, me había levantado solo en la cama.

Cuando me acerqué a la cocina escuché a Nathan y a Andrew.

—¿Quieres tortitas? —. Preguntó el adulto arrodillándose en frente de la silla de Andrew, este agachó la cabeza — ¿Te gustan? A mí de pequeño me encantaban —. El pequeño asintió.

—Sí, me gustan mucho —. Responde. Nathan sonríe de lado levantándose y empieza a hacer las tortitas.

Entro a la cocina y me siento a la mesa, saludo tímidamente mientras agacho la cabeza.

—Buenos días cariño —. Saluda Nathan sonriente, yo sonrío débilmente y apoyo mi cabeza sobre mi mano derecha.

—Buenos días —. Murmuro.

Nathan me ve algo agotado, yo trato de verme feliz, finjo una sonrisa para que no se preocupe...

Pero en el fondo sé que él lee mis emociones como si fuera transparente.

...

Por extraño que suene, Nathan está "jugando" con Andrew, o al menos intentándolo. Yo miro por la ventana, está anocheciendo... Y es un paisaje precioso, lleno de colores cálidos.

Suspiro, los suspiros se han hecho cada vez más frecuentes en mí. Mañana van a juzgar a Alexander, tengo tanto miedo.

Me altero al sentir una mano sobre mi hombro, miro hacia atrás y me encuentro con un Nathan preocupado, me observa suplicante.

Él también suelta un suspiro para luego desviar la mirada decaído.

—Marcus... No soporto verte de esta manera —. Susurra, yo agacho la cabeza.

—¿De qué manera? —. Pregunto haciéndome el tonto, debería haber finjido mejor.

—De tus sonrisas falsas, de como estás tan pensativo... —. Coge aire, se despeina los cabellos con desesperación para luego mirarme serio, sus ojos celestes expresan impotencia pero a la vez tristeza — Dime lo que quieres, por favor —.

Niego varias veces.

—No sé de que me hablas —. Respondo nervioso. Su mirada ensimismada me produce aún más escalofríos.