✖¿Esto Es Amor?✖ (BL) FINAL I

XXI

"La conciencia"
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-¿¡Qué!?-. Preguntó el pelirrojo sorprendido, Alexander rodó los ojos.

-Que a partir de mañana Andrew irá al colegio, le he apuntado a uno que está cerca de aquí -. Marcus se ve confuso.

-¿Cómo le has inscrito si no eres su padre? -.

-Cuando llegamos al país entró como mi hijo, básicamente lo he adoptado -. Comenta Alexander apoyándose de espaldas en la encimera de la cocina - Él ya lo sabe, te lo digo para que le prepares el desayuno y el aperitivo todos los días -. Marcus gruñe cruzándose de brazos.

-¿Qué te hace pensar que y-.

-¿Quieres probar a enojarme? -. Marcus suspira recordando cuando Alexander lo tocó descaradamente y negó.

-No... Está bien, lo haré -. Susurra.

...

La mañana se hace presente cuando los rayos del sol se asoman por la ventana de Marcus, este bosteza y decide levantarse tras unos minutos de pensárselo.

Con los cabellos despeinados y el pijama descolocado, se da la vuelta en el colchón, su cara se hunde en la almohada. Suspira. Odia admitir que adora como huele la cama del azabache.

Se levanta de la ya nombrada cama de Alexander y camina hacia la cocina, donde empieza a preparar los desayunos junto con el aperitivo de Andrew para el colegio.

En una media hora Andrew y Alexander aparecen por el pasillo. Marcus les sirve la comida y ellos desayunan en profundo silencio.

Alexander se retira junto con Andrew para llevarlo al colegio y nuestro Marcus queda totalmente solo en la casa.

-No puedo desaprovechar esto -. Susurra yendo con rapidez a la habitación del azabache, empieza a golpear la puerta del baño con todo tipo de objetos.

Tras una hora comienza a ver que está rompiendo lentamente la puerta con ese cuchillo, hace lo que puede, tallando esa dura madera.

Escucha un ruido, no le toma mucha importancia.

-No pierdes el tiempo -. Todo cambia cuando escucha esa voz, se altera soltando el cuchillo ante el susto. Se levanta y mira a sus espaldas, donde se encuentra un Alexander que eleva una ceja mientras se cruza de brazos.

Este azabache mira de abajo a arriba a ese pelirrojo despeinado portador de un pijama veraniego.

- Y-Yo estaba... Estaba... -. Trata de poner una excusa rápida pero no hay nada que se le ocurra.

El azabache agarra su muñeca y con rapidez lo pone contra la pared, sosteniendo sus muñecas mientras mira los ojos contrarios buscando respuestas.

- A-Alexander, sueltame -. Susurra. Alexander parece hacer oídos sordos ante esa suplica y eleva una rodilla, reforzando el roce de sus pieles.

Las mejillas de Marcus arden contra su voluntad, mira a los ojos de Alexander mientras su pecho sube y baja alterado.

Sus rostros están tan cerca que el de cabellos rojizos puede sentir el aliento y olor corporal contrario, que solo lo perjudica más a la hora de calmar su sonrojo.