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POV lauren

Por que demonios no soy como ella quiere que sea, por qué tuve que entrar en este mundo, este jodido mundo. Sólo le he dado dolores de cabeza, mil preocupaciones, decepciones y nada bueno. Ahora estoy en esta maldita prisión, meses encerrada aquí y ella allá, sola. Me frustra no poder hacer nada para ayudarle. De donde habrá sacado el dinero para pagar la renta. JODER! soy una imbécil!

-Jauregui- me llamó mi compañera.

-Suarez, ¿qué pasa?- me giré para encontrarme con ella.

-La gendarme Soto te busca, te llevarán a la dirección- cierto, había lo había olvidado.

-Gracias, deséame suerte que hoy me juego el todo por el todo- sonreí tratando de esconder mis nervios.

-la suerte no tiene nada que ver en esto Jauregui- la miré con el ceño fruncido.

-¿Cómo que no? acuérdate de mí, Suarez, siempre hay que confiar en la suerte, siempre - dije lo último saliendo pero me volteé para verla una vez más - y en un buen plan- le guiñé y seguí mi camino -hasta nunca Suarez- dije para mí. Hoy sería mi día.


POV camila

-Si la nueva secretaria no llega rápido nos ahogaremos con todos estos papeles Camila- hablaba con Dinah al teléfono - ¿Cuándo se supone que llega?.

-En dos días, creo. Oye, hoy llegaré tarde a la oficina- yo conducía por la carretera, iba algo atrasada.

-¿Por qué? ¿Dónde estás camila?- escuchaba como se movía rápido por la oficina, se oía estresada. Yo sonreí al recordar a quien vería.

-Dinah, voy a hacer algo importante- no podía sacar esta maldita sonrisa de mi cara.

-A ver mila, qué es más importante que estar acá, ayudándome con todos estos papeles. esto es un verdadero desastre!- siempre tan exagerada.

-Voy a la cárcel porque hoy es la audiencia del caso B18 y quiero estar ahí- y si, seguía sonriendo.

-Pero ¿para qué? ¿Por qué?

-Bueno... porque sí, porque quiero que se den cuenta de todas las razones y escuchen bien por qué tienen que darle la libertad bajo palabra.

-¿Pero para un caso pro bono?¿por qué tanto interés mila?- ya podía oler sus intenciones.

-bueno porque es mi clienta y quiero hacer bien mi trabajo, eso es todo- me aseguré de sonar convincente -y ahora te tengo que cortar, voy tarde, chao- y sin más, corté la llamada.

POV lauren

Entré al salón donde estaba el directorio, algunos oficiales y el juez. Todos parecían muy serios, no podía descifrar sus caras aunque bueno, será mejor evitarlos.

Busque rápidamente su mirada pero no estaba.

-Sientese señorita Jauregui- dijo uno de ellos y lo hice -¿Su nombre completo es Lauren Michelle Jauregui Morgado?.

-Si señor- seguí buscando disimuladamente ¿Dónde diablos está? debería estar aquí, conmigo, aunque claro, no es su obligación, su trabajo ya está hecho.

-Usted fue condenada por los delitos de robo, complicidad de robo en primer grado y por su participación con el señor hector Salinas en un asalto forzoso, en el cuál se hizo uso de un arma letal. Un cuchillo con el que provocó daños físicos a la victima. Usted fue sentenciada por un periodo de entre 16 y 48 meses porque la corte concluyó que fue cómplice. Hace dos meses cumplió con el mínimo de su sentencia y es por eso que hoy se realiza esta audiencia, para decidir si debe ser puesta en libertad bajo palabra o si debe permanecer en prisión- no pestañeó ni un solo momento- ¿Qué tiene que decir en su favor, señorita Jauregui?.

-En primer lugar...- volví, inconscientemente a buscarla en la sala pero ni rastros de ella, suspiré y continué- estoy realmente arrepentida por lo que ocurrió, especialmente por todo daño que causé. Yo sé que no he llevado la mejor vida hasta ahora, sé que he sido irresponsable, egoísta, que he abusado del alcohol, de las drogas, pero... necesito que sepan que si me permiten recuperar mi libertad estoy más que dispuesta a cambiar de vida, a hacer las cosas bien. Este tiempo en prisión me sirvió para ver que esta no es la vida que quiero llevar - terminé de hablar y la sala quedó en silencio. No supe que más decir.

-La victima...- miró a aquel señor que parecía algo molesto- ¿tiene algo que decir?

-Pues sí, yo le daría una sentencia más larga. Estos jóvenes deben aprender que sus malos actos traen consecuencias. Lo más probable es que si la liberan volverá en unos cuantos meses... - no me había mirado en ningún momento. Iba a continuar diciendo cosas en mi contra pero la puerta de la sala se abrió

-Buenos días, perdón la demora. Soy Camila Cabello, la abogada defensora de la señorita Lauren Jauregui- Caminó hasta llegar a mi lado y me quedé como idiota mirando su perfil. me gustaba esa postura seria que tenía.

-Abogada su clienta ya expuso sus razones para que le otorguemos la libertad bajo palabra, también conocemos la postura de la victima y creo que ya estamos listos para dar un veredicto- ella estaba tan concentrada.

-Si me permiten, señores- comenzó a hablar con firmeza- debo decirles que la señorita Jauregui no es ninguna criminal despiadada y yo les pregunto, ¿Para ustedes cuál es la mejor manera de rehabilitar a muchachas como lauren? ¿encerrándola en una cárcel indefinidamente? creando así más rabia, más resentimiento- no podía quitar mis ojos de ella- ¿O dándole una mano y una segunda oportunidad?

-Y que nos garantiza que la señorita Jauregui sepa realmente aprovechar esa oportunidad de la que usted habla abogada- se pronunció la victima

-Nada, pero soy de la firme opinión que a chicas como lauren hay que demostrarles que el sistema judicial lo que se propone es ayudarles a que el día que salgan allá afuera, se puedan convertir en miembros honrados de la sociedad- definitivamente amo como me defiende -El tiempo que Lauren ha pasado aquí detenida, se ha preocupado por leer, por estudiar y los mismos gendarmes reportan que ha tenido excelente conducta, que jamás tuvo problemas con nadie. Ella está demostrando que quiere cambiar, que quiere una vida distinta, una vida nueva y me lo ha dicho infinitas veces.

-¡ay por dios! todos dicen que van a cambiar pero eso no significa que tengamos que creerles- interrumpió otra vez ese señor.

- Yo si creo en ella- busqué el contacto pero ella estaba demasiado concentrada en su tarea. Quería que me mirase aunque sea un segundo- y les pido por favor que hagan lo mismo, que le den una oportunidad, que crean en ella porque si perdemos la capacidad de creer, entonces el mundo no tiene futuro.

Todo quedó en silencio, yo la miraba a ella, luego a los señores del directorio y volvía a mirarla a ella, pero nadie decía nada.

-Bien, ya tenemos un veredicto- Sentí como me invadían los nervios. Ay dios mios!

[...]

Y el día llegó! mi último día en este infierno. Me hicieron entrega de mis pertenencias, no tenía mucho la verdad, mi ropa, unos accesorios, un cuaderno y unos lápices con los que dibujaba para pasar el tiempo, nada especial.

-¿Qué espera para irse Jauregui?- se me acercó el gendarme Soto- ¿o decidió que mejor se queda a vivir aquí? - me dió unos golpecitos en el hombro y yo sólo sonreí -vamos- me llevó hasta la salida. Joder que ansiosa estoy -Espero no volverte a ver por aquí, me oíste Jauregui?

-créame que yo tampoco.

Llegamos hasta la puerta principal, la que me abriría paso a mi libertad. Me hicieron un gesto para que saliera y entonces la pude sentir. Sonreía para mi misma, sentía el pecho lleno. Respiré profundamente y disfruté del sol dando en mi cara y de la suave brisa recorrer mi cuerpo. Libertad.

¿Y ahora?

Demonios! no tengo nada de dinero, ¿cómo se supone que llegaré a mi casa? vivo al otro lado de la ciudad! y nadie vino por mi ¿por qué nadie vino por mi? tal vez no sabían que salía hoy. En fin, sólo me queda caminar. No está tan mal, después de estar todos ese tiempo encerrada, me vendría bien caminar por mi ciudad. aunque demore horas. joder! es que vivo al otro lado!

Crucé la calle para caminar por la acera y justo un poco más adelante se abre la puerta de un carro y baja ella.

Mi abogada.

DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora