One-shots - [Detroit: BH]

Lo Siento

-Yo la quería- su voz sonaba algo quebrada, tenía eso que los humanos llamaban «nudo en la garganta» que no le dejaban pronunciar otras palabras.

-Y ella a ti, Daniel- contesta el otro Androide algo distante.

-¡Quería que me fuera!- aquel que dijo que un Androide no llora, que no siente, estaba completamente equivocado.

Luego de que Connor haya logrado convencer a Hank de que pida a la CyberLife que arreglen a Daniel, este último a sentido eso que llamamos «depresión» y «añoranza» mientras que el otro Androide solo trata de hacerle entender que no todo es para siempre, que ellos no son para siempre y que Emma le quería, que ella no quería alejarlo.

¿Mentir? Emma era un niña, no sabía lo que pasaba.
Puede que Connor le haya engañado pero tenía una misión, puede que los padres de la niña le hayan ocultado algo pero la pequeña Emma no tenía la culpa.

-Daniel, nadie te mintió. Emma no lo hizo- el Androide de cabello castaño habla con calma para no sobresaltar al otro.

No estaban en ninguna situación peligrosa pero la seguridad ante todo, ¿No es así?

-¿Dónde está?- su voz seguía siendo melancólica.

Su cariño hacia la pequeña humana había crecido sin que nadie se dé cuenta, ni siquiera él.
Y le dolía.
Le dolía perderla.
Él quería una familia y cuando creyó tenerla... Solo sintió una puñalada en la espalda.

-Ella está con su padre- contesta Connor tratando de seguir calmado.

-Q-quiero ir a verla- suplica el rubio.

-Lo siento, Daniel. Pero no será posible- una de sus manos intenta alcanzar al otro mientras se acerca a paso lento.

-¿P-por qué?- ve hacia una esquina para luego centrar su atención al castaño. -¿Por qué no puedo verla?

-Porque ella no está en el país, ella... Ya hizo su vida, Daniel. Debes dejarla ir.

-P-pero... Entonces... Ella no... ¿Ella no me extraña?- su mirada se pierde en la nada mientras trata de procesar las cosas.

Ella había comenzado otra vida sin él, no le añora tanto como él a ella. O eso pensaba Daniel.

Siente una presión en su pecho, como si algo me doliera.

Hubiese deseado no sentir dolor, no sentir tristeza y mucho menos la añoranza hacia aquellos recuerdos.

Porque ahora solo son eso: recuerdos.

Tal vez jamás logre volver a vivir todo lo que pasó junto con Ella, la pequeña Emma.
Tal vez no vuelva a ser feliz como antes, él perdió todo. Así lo siente ahora mismo.

Y puede que ahora entienda ese sentimiento humano, aquel que sientes cuando extrañas a alguien y sabes que no lo volverás a ver por X razón.

No sabe dónde está, no puede ni llamarle porque, por más que insistiese, Connor no le ayudaría a hacerlo.

Varias cosas le llevaron a pensar que Connor no tiene corazón -algo casi literal-, que es frío y que no le importa si le duele no estar junto con la pequeña niña, la pequeña que quería como si fuese su hija.

Porque si, Emma era más que su "dueña", ella era su amiga. Ella era como la hija pequeña que jamás tendrá.

Su voz, la voz de la pequeña, le atormentaba cada que estaba solo.

Se sentía extraño. Estar solo era algo nuevo para él.

Sin evitarlo, se acerca al castaño y lo abraza, ocultando su rostro en su pecho.

Era cierto calor que la rubia le proporcionaba y que estaba seguro no volvería a sentir, la cercanía del otro era único que tenía ahora mismo.

Puede que Connor sea frío una que otras veces, pero estaba seguro que él podría entenderlo por más que jamás haya perdido a alguien.

Claro está que él no podía dejarlo así, por lo que llevó una de sus manos a su cabello y dejó la otra en su espalda para acariciarlo.
Para que, de alguna, se sienta protegido.

Ellos sienten, les duele, le da tristeza y les rompe el alma (a pesar de no tener una).

Dicen que estas son emociones humanas.
¿Acaso algo les impedía a ellos sentir?

Ellos aprenden de nosotros.

-Lo siento, Daniel- suelta Connor en un susurro muy débil para luego dejar un suave beso en la cabeza del nombrado.

Lo único que necesitaba ahora era eso: un abrazo. Y alguien que lo escuche, alguien que trate de entenderlo.