Café

610 86 18
                                    

El aroma a café llegaba a las fosas nasales del mini Androide que estaba intentando alcanzar la taza que se encontraba sobre aquella mesa redonda.

Sus pequeños brazos se estiran lo más que pueden mientras que sus deditos rozan eso que tanto desea alcanzar y así poder cumplir su “misión".

Un leve puchero se hace presente en sus labios al darse por vencido, se sentía muy inservible en casos como estos.

Un quejido se escapa de sus labios al ver a una mujer entrar a la sala donde él estaba, era su manera de pedir ayuda.

La mujer de cabello negro lo ve, le cuesta entender que quería.

Mini Connor solo alcanza a apuntar esa taza con aquel puchero aún en sus labios.

Luego de ya tener el objeto en sus pequeñas manos, camina con extremo cuidado para no volcar el contenido.

—Gavin— susurra el pequeño, intentando llamar la atención del otro cuando ya está cerca.

Al ver que el nombrado hace caso omiso a su llamado, solamente pudo quedarse allí parado y con el café en las manos mientras el otro se aleja caminando.

Mini connor decide seguirlo para poder darle el café que con tanto esmero -y pucheros en los labios- había conseguido.

—Gavin— vuelve a llamarlo pero este parece ignorarlo, como si el otro realmente no estuviera allí.

El Androide se da por vencido y lo ve sentarse en su escritorio con los ojos brillosos, nunca entendería porque Gavin Reed lo trataba así. Lo ignoraba y a veces lo dejaba en lugares altos para que no pueda moverse y deambular por la estación de policía. Y por más que varias veces ya haya sido regañado, seguía haciéndolo.

Mini Connor divisa a la mujer que le había ayudado, estaba en su escritorio mientras revisaba uno que otro archivo. No dudó en acercarse a ella, aprovechando que el café estaba aún caliente.

La pelinegra lo ve extrañada y luego aquello que tenía en sus manos.
Le daba ternura ver cómo el pequeño intentaba ser productivo.

—Oh, Connor— susurra y toma lo que le da entre las manos para luego ponerlo en el escritorio. —. No debiste hacerlo... ¿Ya pudiste darle a Gavin el suyo?

—N-no— murmura. —. ¿Por qué no le agrado?

—No lo sé, hum... Él es... Gavin.

La mujer entendía el porqué, simplemente no quería que el niño piense en eso. Por lo que lo tomo en sus brazos y lo sentó al lado del café para luego enseñarle unos papeles.

Mini Connor era bastante conocido por el hecho de tomar papeles sin pedir permiso y ojearlos y... Dibujar en ellos.

Ya recibió varios castigos.

No había logrado darle el café a Gavin pero si a su nueva amiga.
No cumplió la misión que tenía planeada. En su lugar, cumplió otra.

*****

Bueno, este no me gustó tanto pero... Hice le intento.
Siempre imaginé a mini Connor queriendo ser amigo de todo el mundo, de la vida(?

Espero que les guste.

One-shots - [Detroit: BH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora