Alternado

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—Todd, por favor. Estás ebrio— suelta el Androide con preocupación.

No quería que la pequeña humana salga herida.

—Tú no me vengas a decir cómo estoy— suelta el contrario.

Muchas veces el hombre había sido el causante de varias lesiones en la menor y en el Androide pero este último no sabía cómo reaccionar.

Solo le quedaba aguantar esos ataques de ira y de locura de su dueño.

—C-Connor— la dulce y temblorosa voz de la pequeña le obliga a ver hacia atrás, ella estaba sujetada a sus brazos.

El miedo era obvio.

Todd, al estar bajo el control del alcohol y el polvo rojo, era una bestia temible.

—Todd, no te acerques— suelta la máquina a cargo de la casa.

—¿Quién crees que eres? Solamente una puta máquina de limpieza— vuelve a gruñir el hombre.

Connor se quedaba sin ideas. Quería irse de ese lugar pero jamás había sido conciente de la situación y, ahora que lo era, las cosas cambiarían.

El hombre, aún con una botella en sus manos, apunta a la pequeña para luego soltar sin ningún tipo de arrepentimiento:

—Quiero verte lejos de mi, ¡Por tu culpa todo se fue a la mierda!

Tal vez no le entiendan.
Pero la verdad de todo esto es que Todd ha sufrido mucho. El amor de su vida me había abandonado de un día para el otro y nunca pudo tener una hija hasta que apareció esta pequeña mierda -según el mayor- para poderle la vida y, así, provocar que tenga que cuidar de esta y otras cosas.

Como la máquina que no deja de entrometerse.

Una vez que vuelva a arruinar a esa cosa, no volvería por él y al fin dejaría de pagar aquellos mantenimientos necesarios.

Todo se vuelve confuso.
La mente del hombre se queda en un vacío mientras que un dolor se hace presente en su pecho.

Quería estar solo, llorar mientras se arrepentía de cada uno de sus errores.

Porque sí, él era conciente de aquello y hasta eso era causante de algunas pesadillas que le arruinaban el sueño.

—T-Todd— tartamudea el Androide, Connor, al ver al hombre con la mirada decaída y cristalizada. —, cálmate y vamos a lavar tu rostro.

—¡No soy un puto crío!— gruñe y estampa la botella contra una superficie, dejando escurrir el contenido.

La situación parecía no tener fin, una nueva discusión se hacía presente cada vez que Connor intentaba calmar la fiera de su dueño.

El polvo rojo que contenía él se había acabado y nuevamente le estaba hechando la culpa.

Y como cada vez que ocurría esto...
El androide comenzó a ver todo distorsionada, sus sentidos fallaron al momento en que Todd desaparecía de la escena.

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Les regalo... Está mierda. Juro que este me costó mucho ya que tenía que plantearme toda la situación y yo no soy de hacer momentos de acción.
Yo soy pacifista, men ✌ *inserte voz de Hippie* :v

Espero que aún siga estando al nivel de sus expectativas.

I adore them 😘

One-shots - [Detroit: BH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora