Capítulo 44

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"A ti es quien menos te quiero ver". Esa frase era la única que pasaba en mi mente. ¿Qué le hice yo para que me dijiera eso? Allí estaba Yo, en la esquina de mi habitación, con la cabeza en mis rodillas llorando y sin entender sus palabras. Volví a sentirme como antes, alguien que no servía para nada. Él era el hombre que más quería, simplemente llamaba y gracias a él, pude afrontar la timidez. Pero ésta volvió, mi timidez Sólo desaparecía cuando el estaba conmigo, si no, esa magia que el me transmitía, se desvanecía. Seguro que si Lala estuviera aquí, me levantaría el ánimo diciendo:"¿lloras por un hombre? Esos no se merecen ni una lágrima que derramas " o algo parecido. La echaba de menos, mucho de menos, aunque Estel era muy buena amiga
...

Esa fue la primera vez que me cortaba, y en este momento, no me arrepentía. Todo el sufrimiento desapareció cuando me clave la cuchilla. No la deslicé por el brazo para que no fuera visible, cosa que en el muslo quedaba discreto con unos shorts. Quedé dormida por fin, con las lágrimas saliendo de mis ojos. Mañana empezaría un nuevo día

****

El domingo pasó rápido, no salí de casa e ignoré las llamadas de Ube y Dalas. Mis padres no estaban y me la pasé mirando la televisión, sin pensar demasiado. Ahora ya estábamos a lunes, día de clases. A las 7:00 Como cada mañana, sonaba el dichoso despertador. Me levanté para asearme. Cogí la ropa de mi armario, unos shorts de color marino con una camiseta suelta blanca. Salí de mi cuarto ya cambiada y fui hacía el comedor, que estaban mis padres.

-Buenos días, bella durmiente- me saludó mi padre.

-Hola - dije secamente. Mi humor estaba por los suelos.

Mis padres estaban extrañados.

-¿Estás bien? - preguntó mi madre acercándose a mi con cara de preocupación.

-Mejor que nunca- mentí y cogí una tostada.

-¿Segura?

-¡Que sí! - exclamé furiosa

-Pues no lo parece. - soltó mi padre.

-Puede parecerlo o no, pero si digo que estoy bien, estoy bien y punto.

No quería que interrogaran más, así que cogí mis cosas y decidí esperar a Estel abajo. Así Pues, ya estaba en la calle delante del portal esperándola. "A ti es quien menos..." sacudí la cabeza para no pensar en esa frase ni en él, pero por mi mala suerte, estaba delante de mí, hablando con un chico. Se despidió de él y me vio. Se acercó a mí como mi madre, con expresión preocupada.

-Rojiza....Yo....- agachó la cabeza y cogió mi mano con las suyas.

Me solté de su agarre bruscamente.

-Vete- dije fríamente.

Al ver que no se movía, empecé a caminar, mientras él estaba en la misma posición. Noté como sus ojos estaban clavados a mí, pero no me giré.

-¡_! ¡¡¡¡¡___!!!! - alguien gritaba mi nombre mientras corría.

No me giré, ya que Dalas aún estaba allí.

-Gracias por esperarme - Estel me fulminó con la mirada al llegar a mi lado.

Yo seguía con la vista al frente y no dije nada.

-¿___? - pasó su mano por mi cara y la miré- ¿Qué te pasa?.

-Nada.

-¿Segura?

-¡Qué sí! - grité. - ¿¡Porque todo el mundo me preguntaba lo mismo?! - y salí corriendo dejando a mi amiga detrás.

Sólo quería estar sola. Nadie podía comprenderme, nadie. Tampoco quería contarlo a nadie, pues no quería dar pena. Odio que se preocupen por mí, ya lo hicieron cuando pasó todo lo del bullying y no quiero que más gente sufra por mí. Llegué a la universidad con la respiración acelerada por correr. Faltaban 10 minutos para abrir, así que me senté en un banco del parque de delante para recuperarme.

-Hola - noté como alguien se sentaba a mi lado.

-Ho Hola- tartamudeé un poco por la cercanía de ese muchacho.

Tenía el pelo rizado, Moreno y ojos del mismo color. Era muy atractivo con fracciones delgadas. Lo tenía visto, venía a un par de clases conmigo. Me parece que se llamaba... Nacho o algo así....

-Soy Ignacio, pero como no me gusta, llámame Nacho. - sonrió tendiendome la mano.

Se la estreché haciendo una mueca, intento de sonrisa.

-___Hunter. Voy contigo a un par de clases, ¿no?

-Sip- y besó mi mejilla.

Me quedé perpleja. ¿Qué acababa de pasar?.

Acercándome Al Amor (Dalas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora