Acercándome Al Amor (Dalas y tú)

Capítulo 66

Mi cabeza repetía "No, no y no" , por eso estuve unos minutos mirando el suelo, con las manos de Dalas cogidas a las mías.

"Puede que ellos no te acepten. Te cogerán manía. Te verán como una niñita comparada a él, pues tienes 5 años menos que él. Di que no, ___, dilo, supongo que Dalas lo entenderá, ¿No?"

-¿Rojiza? - pasó una mano por mi cara para despertarme de mis pensamientos.

-¿Eh? - pregunté saliendo del trance.

-¿Vendrás? - sonrió ampliamente.

Él de verdad quería que yo fuera.

-Eh...Claro - Shit!

Se le iuminaron los ojos y sonrió ahora mostrando todos sus blancos dientes. Me soltó las manos y me abrazo con muchísima fuerza. Tenía una sonrisa idiota en la cara, pero no me sacaba de la cabeza que iba a conocer a sus padres. Cerré los ojos fuertemente, grabando ese momento y por arte de magia, empezó a nevar. Nos separamos de golpe y miramos el cielo. Extendimos los brazos y reímos a carcajadas. Noté como Dalas se agachaba pero no le di importancia, yo seguía mirando ese cielo gris donde caían pequeños copos de nieve. Dalas se empezó a reír y cuando lo intenté mirar, una bola impactó en mi cara, después de más carcajadas por parte de mi novio. Me quité el resto de nieve de mis rostro y lo miré fulminante, intentando no reír.

-¡DANIEL JOSÉ SANTOMÉ LEMUS! - Salió corriendo y yo lo seguí - ¡ME LAS VAS A PAGAR!

Era más rápido que yo y se puso en un callejón estrecho. Yo también me metí allí, pero me paré. ¿Dónde se había metido este chico? Lo busqué con la mirada pero nada. Había desaparecido completamente. Bufé rendida y estaba dispuesta a llamarle, pero una risita detrás de mí me lo impidió. Sabía que no era Dalas, era mucho más grave y era una voz rota. No me giré, tenía el miedo en el cuerpo. Eran las 19h, seguro que era un borracho.

-¿Qué haces aquí sola? - dijo éste y me cogió el brazo. Yo seguía sin mirarlo.

Los ojos se me empaparon por el terror que estaba sufriendo. ¿Y si era un violador? ¿Y si me robaba?

-¿Quieres venir conmigo? - no contesté. - ¡MIRAME CUANDO TE HABLO! - Me gritó y con mucha fuerza me giró.

Se puso a reír. Era Alexby(youtuber) y detrás de él, Dalas también riéndose. Lo miré enfadada aún con los ojos llorosos y me fui de allí.

DALAS P.O.V

Era más rápido yo que ella y me puse en un callejón estrecho. Me metí en una tienda extraña que había allí, era de antigüedades. Por el escaparate vi que ella también se metió allí, pero paró. Buscaba a alguien con la mirada, seguramente a mí, pero no me encontraba. Seguro que creía que estaba desaparecido.

-¿Qué haces aquí? - alguien tocó mi hombro y me asustó.

Alexby estaba mirándome divertido.

-¿Y tú? - contesté con una pregunta.

-Eh, te lo he preguntado yo primero. - se quejó.

Lo miré raro y se rió

- Me he escondido de ella - la señalé. - Quiero hacerle una broma pero no sé cómo. ¿Me ayudas? Tengo un plan.

-Claro - subió y bajó las cejas.

Le expliqué como sería que fuera y asintió. Alexby se haría pasar por un borracho. Sólo era para asustarla un poco, una broma inocente.

El plan empezó, ella seguía y Alexby rió extraño para captar su atención. La verdad, hacía muy bien su papel. No se giraba.

-¿Qué haces aquí sola? - dijo el supuesto borracho y le cogió el brazo.

No lo miraba.

-¿Quieres venir conmigo? - no contestó. - ¡MIRAME CUANDO TE HABLO! - Le gritó con fuerza y la giró.

Alexby y yo empezamos a reír con fuerza, pero al ver su rostro asustado y con lágrimas que no salían se me rompió el corazón. Me sentía el peor hombre del mundo. Me miró enfadada y salió del lugar. Alexby seguía riendo y lo golpeé para que parara, y así lo hizo.

-¿Qué pasa? - se tocó la parte del golpe.

-Soy tonto. - Me senté en el suelo. - Me siento fatal ahora...Estaba a punto de llorar también. -Escondí mi rostro entre mis manos.

-Ve a hablar con ella, Dalas. - Tocó mi cabeza un poco. - Me tengo que ir, nos vemos - se despidió.

Me levanté fugazmente y fui tras su búsqueda. Seguro estaba enfadadísima conmigo. Miré por todas las calles, la llamé, pregunté en su casa, pero no estaba en ningún sitio. Ya eran pasadas las 21h y era peligroso que una chica de 18 años caminara por las calles. Me desesperé, necesitaba encontrarla pronto. Me maldije a mí mismo por haberle hecho esta noche.

***

Ya rendido tras 1h de búsqueda, decidí ir a casa. Pero por mi suerte, al pasar por El Retiro, una silueta femenina muy conocida para mí estaba sentada. Me acerqué lentamente sin que rojiza me viera. Tenía la mirada fija en la luna y los copos caían en su rostro. Era tan guapa...

-Dalas, sé que estás ahí. - me asustó.

Se levantó del banco y se dirigió donde estaba yo. Su rostro era serio. Le miré sus impresionantes ojos verdes, era indescifrable su mirada.

-Rojiza, yo...