Acercándome Al Amor (Dalas y tú)

Capítulo 47

Terminó la canción y yo sólo lloraba

-¿Rojiza? - me miró para que dijiera algo.

Lo miré y después entre en mo casa, cerrando la ventana.

DALAS P.O.V

Entró y cerró la ventana. Miré al suelo decepcionado, creía que esto funcionaría, que me perdonaría, pero la he hecho llorar más. Acabo de ser un estúpido, contándole a una mujer que está enfadada contigo. ¿El amor te hace hacer estupideces? Sí, señoras y señores, así es.

-Bueno, al menos lo he intentado, ¿No? - reí irónico.

Ube se acercó y me abrazo. Le correspondí al abrazo.

-Hay mah muhere que se mueren por tenerte, dalahhh'. - me dijo al separarnos.

- Pero será difícil olvidarme de ella...- suspiré.

- Yo no estaría tan seguro de olvidarla...- dijo uno de los guitarristas. Lo miré sin entender y él me hizo una señal para que mirara atrás.

Sólo en girarme un poco, alguien se me echó encima. Una chica pequeñita, de pelo rojo. Sonreí abrazándola, apoyando mi mentón en su cabeza. Ella sollozaba y la miré. Tenía las manos tapándose los ojos. Se me rompió el corazón viéndola así. Me agaché hasta llegar a su altura y, con cuidado, le saqué las manos de la cara. Sus ojos verdes estaban cristalizados.

- No llores, princesa. - le dije secándole algunas lágrimas.

Sin decir nada, ella me abrazó por el cuello, dejándome más sorprendido.

- Gracias, Dalas, simplemente gracias. - susurró a mi oído.

Estuvimos unos segundos así y me soltó. Me puse a mi altura y la despeiné. Ella tenía las mejillas rojas, igual que la nariz, ¿podía ser más tierna?

-¿Porqué te importa tanto que estuviera enfadada? - me miró directamente a los ojos.

-Porque eres de lo más importante para mí. - besé su frente y la arrastre hasta mis brazos- ¿Me perdonas?

-¿Después de cantarme una canción de mi grupo favorito? Claro. Es muy importante para mí que hicieras eso...- sollozó- es la primera vez que alguien se molesta tanto por mí.

Se volvió a tapar la cara.

-¡Ey! No es una molestia si lo hago por ti...- me dejó ver su rostro y sonreí. - No sabes lo estúpido que fueron esos chicos por mo ver tu preciosa personalidad y tu gran corazón.

Se volvió a ruborizar. No dijo nada.

-¿Ya estás mejor? - pregunté al ver que no lloraba más. Asintió con la cabeza - ¿Vamos?

-¿Dónde? - preguntó.

- Es una sorpresa. - le tendí la mano y la aceptó.

Sabía que Ube había grabado todo eso, pero no era capaz de subirlo a la red, él no era así.

P.O.V

Caminamos por unos 10 minutos hasta llegar a un gran parque. El reloj de éste marcaban las 22h, mis padres seguro que había vuelto, pero me daba igual. La luna y las farolas iluminaban todo ese lugar. Una fuente llamaba la atención, era muy grande. Los árboles hacían que todo pareciera mágico. Esto era como en mo sueño...

-¿Te gusta? - me preguntó sonriente y yo asentí con la cabeza - vamos a sentarnos.

Nos sentamos en el banco más cercano a la fuente. Dalas suspiró fuerte y se estiró en el banco, apoyando su cabeza en mi regazo. Lo mire sorprendida y el rió, pero en seguida cambió su expresión por una más seria.

-Rojiza...De veras que no quería decirte eso...- tapó sus ojos con su brazo. - simplemente estaba cabreado.

-¿Por qué?

Tragó saliva y se calló. Un impulso en mi hizo que le empezara a acariciar su pelo. Era suave, muy suave.

-Estaba celoso...-confesó avergonzado. Abrí los ojos lo más que pude, pero él no me veía, seguía con el rostro tapado.

- De Cheeto- me interrumpió.- Te divertías más con él que conmigo, se nota en tus ojos, lo miras distinto...- se sentó en el banco, mirando el suelo. - ¿te gusta? - esto me lo dijo a los ojos, sin esperanza.

¿Estaba celoso de el? ¿Acaso yo le gustaba? ¿Por qué...?

- No - me sinceré.

El parecio respirar aliviado.

-¿Por qué te celaste con Cheeto? ¿Sólo por mi? - pregunté curiosa.

Volvió a desviar la mirada.

-Porque tu eres mi rojiza... - dijo tímido. Mi corazón empezó a acelerarse y mis mejillas ardían. Cogió aire y me miró, cogiendome las manos - Te quiero, ___. Simplemente, me enamoraste el primer día, con tu manera de ser y de proteger a tus ídolos. Prefieres que te insulten a ti que a ellos, y eso me sorprendió. Los días que no me hablabas parecía que le faltara algo, y ese algo éras tú. No quería reconocer que te quería hasta que te dije que no quería verte. Reflexioné mucho y al final lo descubrí...No te pido que me quieras, porque nunca te fijarías en alguien como Yo, pero....

Fue interrumpido por mi beso. Ataqué sus labios con desesperación. ¿Yo le gustaba? Pues sí, ¿Increíble verdad? Esto es una declaración a toda regla. Chocamos nuestras frentes, mirándonos con una sonrisa.

-¿Qué no me fijaría en ti? ¡Dalas, por dios! Eres mi ídolo y siempre lo serás. Estoy muy enamorada de ti desde hace más de un año, y sólo te veía por el ordenador, pero en estos tres meses me he dado cuenta que este amor no es sólo idolatro, es un amor verdadero...y ahora que me has cantado y declarado, simplemente soy más feliz...Te quiero...

Lo volví a besar y el sonrió en el beso.

- Me alegra escuchar eso, muyayita. - reí y me abrazó.

Nos separamos y sonreímos felices. Apoyé mi cabeza en su hombro y él puso su mano encima de la mía. Esa era el mejor momento de mi vida y deseaba con toda mi alma, que no terminara nunca.
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