Playa, hippies y un sexy hermano mayor

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Y justo a tiempo pare frente a una enorme casa, su techo era celeste cielo, y las paredes blancas, tenía enormes ventanales, y justo de la puerta principal salía corriendo una rubia, vestida en unas botas largas con planta baja y un vestido que se le ajustaba a su delgado cuerpo, una señora de la limpieza supongo por el uniforme azul marino que traía salió con un tapado negro y se lo entrego, ella le sonrió y llego hasta nosotras.

El camino hasta la playa fue en definitiva la respuesta a, esto no se puede poner peor, Bri empezó a contarnos su triste historia de cómo hoy se fue a depilarse, "esa" zona y le toco una inexperta, que hizo que se le formaran varias ronchas, algo que no necesitaba saber, trate de esquivar a varios autos para llegar lo antes posible, hasta que recordé la prudencia del conductor, y las ganas que no tenia de morir con dos descerebradas.

Había muchos autos aparcados en la calle antes de la playa, se podía ver la iluminación que daban varias fogatas, se escuchaba la música a todo volumen, y la gente que llenaba la playa, varios chicos ya estaban tirados en la arena de tan bebidos que se encontraban, y apenas era media noche. Me di media vuelta para avisarles a Paulina y Bri que la hora de encuentro era las cuatro, pero solo me encontré con la vista de más chicos desconocidos, que no se percataban de mi existencia, y ya me había quedado sola, en una fiesta donde por lo menos había 100 personas.

Camine sin rumbo, o mis pies quizás sabían que mi cuerpo necesitaba calor, me quede parada frente a una de las fogatas, a mi alrededor había desde hippies hasta chicos que necesitaban urgente una habitación, me sentía incomoda, pero agradecí a los cielos por mi elección de vestimenta, no quiero saber lo helada que debe estar Paulina.

-Chelsea!

Una vez me fije en ella, la vergüenza de esta tarde lleno mis mejillas.

-Penny, hola

-Pensé que ya no te vería, él es mi hermano Luke - Apunto al apuesto chico que tenía a lado, y mirarlo hizo que me pregunte que rayos hacia su madre para que les salga tan bien, este era una versión mayor de Jared, solo que era rubio, con los ojos iguales a los de Grace, me sonrió amablemente y solo ahí pude estar segura que era todo lo contrario a Jared, su sonrisa era cálida, amable y te hacía sentirte cómoda con su presencia, Jared en cambio, parecía una versión masculina de la Dama Margaret Jordan, de solo pensar en esos dos la sangre hervía dentro de mí, la rabia no se iba a ir por un buen tiempo.

-Un gusto, soy Chelsea -le pase la mano, la cual el tomo y la apretó suavemente como si en el proceso temiera romperme.

-Así que tú eres La Señorita Eliot, eh? -dijo divertido, cosa que no hizo que me relajara, al contrario, estaba que estallaba en cualquier momento con la idea de infiltrarle una grabadora en uno de esos horribles sombreros muy al estilo Jordan, para saber que anda diciendo de mí en su casa.

-Acaso soy el tema nuevo de la hora del almuerzo? -pregunte lo más amable que podía salirme con toda la curiosidad atacándome. Lo borde se me estaba saliendo por los poros

-Digamos que eres el nuevo dolor en el culo de la Tía Margaret

-Bastante sincero

-Bueno no hablemos de la Tía, que bastante ya escuche de ella por hoy, y creo que Chelsea ya tiene suficiente de ella también. -Explico Penny, pasándome un vaso rojo, La mire con desconfianza- es solo gaseosa.- empujo su vaso hacia mí, hasta que lo agarre, llevándolo a mis labios, y en el proceso oliéndolo, solo por las dudas.-Voy por otro, espérenme cerca.

Y así fue como salió corriendo hacia no sé dónde, dejándome a solas con su hermano.

Lo mire algo incomoda pero el parecía estarse divirtiendo con tal incomodidad, porque su sonrisa era cómica, como si estuviera viendo un payaso en bikini o como si trajera un mono en la cara.

Para ser una DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora