El destino tiene otros planes (Completa)

Capítulo Veintisiete La Recuperación

En casa de Virginia y Javo, este espera revisando sus actividades del día que su esposa se despierte para acordar quien de los dos iría por Santi al cole.

─¡Buen día Mi Chiquita! Por fin despertaste. Estuvo buena la noche.

─¡Buen día Amor! Te pido por favor hables más bajo la cabeza me va a estallar.

─Ok. ¿Queres un calmante primero o el desayuno?

─Las dos cosas. Necesito recuperar mi energía. ¡Dios como chupamos!

─Sobre la mesada lo tenes todo. ¿Hoy te quedaras en casa?

─Gracias sos un sol. ¡Sí! ¿Podes pasar por nuestro hijo al cole? Yo debo llamar a Muñeca para darle algunas instrucciones no voy a ir a la galería.

─Dale. Yo iré al teatro a una reunión con la prensa y más tarde pasare por Santi.

─Gracias. ¿A que no sabes con quien compartí la mesa anoche?

─¿Y qué sé yo? No tengo idea che.

─Con tu hermana.

─¿Queeeé? ¿Vos me estas jodiendo?

─¡No! Lolita también estaba y el jefe de Flor, Mariano re copado el tipo. No pudimos charlar nosotras pero quedo en llamarme pronto.

─¡Ah! Mira que bien. Al menos a vos no te rechazo cómo a mí.

─Tenele paciencia. Estoy segura que los buscara a ti y a Teresa para charlar.

─En estos años eso es lo que más le he tenido porque la quiero. Me duele no estar con ella cuando más sé que me necesita.

─Lo sé amor. Sé cuánto la extrañas. ─Virginia lo abrazó tratando de animarlo. Javo deseaba con todas sus fuerzas que las cosas entre ellos fueran como antes o quizás mejores. Después de dos años había mucho que recuperar.

*******

─¡Buen día Princesa Hermosa! ¡Buen día Sole!

─¡Buen día! Pensé que dormiría un poco más porque llegó pasada la media noche. ¿La paso bien?

─La pase bárbaro. Me divertí cómo hace tiempo no lo hacía. Hoy me siento increíble, ese encuentro me lleno de vida. ─Jazmin revivía en su mente una vez más el inesperado pero maravilloso beso de Florencia que la mantenía aún en las nubes.

─Me alegro mucho por usted señora Jazmin. De vez en cuando hay que salir y cambiar la rutina. ¿Le preparo el desayuno?

─¡Sí! Por favor. ¿Dime cómo se portó mi hermosa hija?

─Como siempre estuvo muy tranquila. La señora Helena la llamo anoche.

─Que raro no tengo llamadas suyas en mi celular.

─¡No! Quiso hablar con Milly.

─¿Qué onda con Helena? Desde cuando Milly charla por teléfono.

─Lo mismo le dije yo. En el fondo quería disculparse conmigo por el incidente del otro día. Además le dejo una invitación abierta para pasear con Milly el sábado que ella la llamaría para acordar la hora hoy a la noche.

─¡Ah bueno! Tendremos paseo entonces. ─ Jazmin sonreía agradada con su hija en brazos al saber que los cambios en Helena ya se estaban percibiendo.

─¡Loly! ¿Seguis dormida boluda? ─Florencia ya vestida y desayunada tocaba la puerta del cuarto de su amiga que aún no se había levantado. Sin recibir respuesta le dejo una nota sobre la mesada de la cocina con el desayuno preparado y un analgésico para su resaca. Las cuatro copas de vino que se tomó la noche anterior no causaron en ella efecto alguno; más si la embriago la sensación de sentir el sabor de la lengua de Jazmin al rozar la suya. El solo hecho de recordarlo le provocaba temblores en su cuerpo y una sonrisa imborrable. Sé sorprendía todavía por su loco impulso y por la reacción que tuvo la mujer de su foto al mostrarse receptiva ante su atrevimiento. La noche no pudo ser mejor; apenas llegara a la revista le daría las gracias a su jefe obsequiándole una bella corbata que compro hace unos días atrás para él y que había olvidado entregársela.

─¡Buen día Florencia! ¿Cómo te sentís esta mañana?

─¡Buen día Jefe! Me siento excelente y en parte te lo debo a vos.

─¿Por qué lo decís?

─Porque sos un Jefe A1 y un maravilloso amigo. Toma un obsequio para agradecerte la noche de ayer.

─No te hubieses molestado Flor. Yo por los amigos me juego todo. Buena chica Lolita, me encanto. ¿La paso bien ella?

─Yo también me la juego. Si la pasó bárbaro, tanto que todavía duerme.

─Esta hermosa. Gracias. ─abrazándola fuerte.

─Hermosa tu novia. Una chica re copada Lucía.

─Viste. Estoy hasta las manos por ella.

─Lo note anoche y lo bueno es que ella también lo está por vos.

─Estoy luchando con mi impaciencia. No sabes lo que lucho.

─¿Por qué lo decís?

─Ya quiero que la conozcan mis mellis y mis padres.

─¿Y qué te lo impide?

─Acordamos no apresurarnos. Ella tiene un hijo de la edad de los míos.

─¡Ah! Entiendo. Entonces es mejor no precipitarse. A veces el destino tiene planes que no entendemos y por lo general resultan mejores que los nuestros.

─Tenes razón. Estás muy reflexiva hoy. ¿Lo decís por algo en particular?

─¡Sí! Pero ahora no puedo explicártelo. Me voy a trabajar. Gracias otra vez.

*******

─¿Decime Carla? Voy manejando camino al cole de Lucas.

─¡Hola Lu! Si yo también voy en la vía. ¿Será que podemos charlar sobre lo de anoche mientras nuestros hijos están en la práctica?

─¿Práctica? ¿Cuál práctica boluda?

─ ¡Ay Lucía! La de futbol de todos los viernes.

─¡La puta madre que lo parió! Sé me olvido meterle el uniforme en la mochila a Lucas.

─Eres vos.

─¿Qué soy yo Carla?

─ La pu..... que lo parió ─ soltando una carcajada sin poder contenerse más.

─¡Dale boluda! Déjate de joder y ayúdame.

─Tranquilízate. El entrenador siempre tiene uniformes extras. Lo llamo para prevenirlo. Nos vemos en la cancha.

─¿Cuál cancha Carla?

─¿Qué onda vos todavía bajo los efectos del alcohol?

─Yo no he chupado nada.

─¡Dale Lu! ¿Me estas cargando? Si te mandaste unas cuantas copas de vino.

─Teestoy jodiendo, yo también tengo sentido del humor. Nos vemos y gracias 

¡Hola! La verdad que la palabra GRACIAS se queda corta para agradecerles sigan esta historia, por sus votos y emotivos comentarios. Créanme de corazón que los aprecio un montón. Aquí dos nuevos capítulos espero sean de su agrado. Un abrazo a la distancia, cuídense mucho.