El destino tiene otros planes (Completa)

Capítulo Treinta y Siete Había una vez

En Teatro todo iba a mil por hora, hoy era el estreno del musical "Había una vez" y los nervios hacían presos a todos incluyendo a Flor y su madre Teresa que habían ido a prestar su ayuda y apoyo. Javo perdía muy seguido la paciencia y Virginia era quién podía controlarlo. En el último ensayo todo había estado de maravilla, Gero que era el más experimentado se mantenía sereno y calmado en medio de todo aquel ambiente dónde la mayoría de los actores eran pibes entre 6 y 10 años.

─Javier hijo ya es hora que te comportes como adulto te lo pido por favor. Basta de dar órdenes y hablarles fuerte a estos chicos los vas a aterrar.

─Madre estoy al borde. Teneme paciencia.

─No puedo hacerlo ya no sos un nene. Pensa en cómo se sienten cada vez que te ven actuar así.

─¡Dios y la Virgen! Tenes razón. Me estoy convirtiendo en el ogro de este musical. Te prometo que voy a calmarme. ─Estirando sus brazos le pedía a Teresa lo abrazara. ─No sabes cómo en este momento extraño ser uno de ellos y estar en tu regazo seguro y sin presiones.

─Veni, Mamá siempre estará para vos.

─Eres el hombre más afortunado del mundo tenes a tu lado a las tres mujeres más importantes de tú vida, madre, esposa y hermana y vos haciendo berrinche.

─¡Que decís cabezón! ─ acercándose a él para darle un abrazo fuerte. ─Gracias por ayudarme a cumplir mi sueño, sos un verdadero amigo Gero.

─Siempre estaré aquí para vos solo espero que tu próxima obra sea con gente adulta, sino es así ni me llames loco.

─Porque sé de tu pasión por el teatro tengo la certeza de que serás mi cómplice nuevamente, boludo.

Javo y Gero se conocieron hace muchos años cuando estudiaron secundaría, ambos luego de terminarla tomaron rumbos diferentes pero siempre los buenos amigos anhelaron algún día trabajar juntos esa ilusión estaba por cumplirse y a los dos los tenía muy emocionados.

─Mi buen amigo ya es hora de que suba el telón.

─¡Dios que nervios! Bien vos encárgate de los chicos y yo iré a chequear que todo esté en orden.

El público en está ocasión eran pibes acompañados de sus padres y hasta de los abuelos, la obra mantuvo emocionado a todo aquel que asistió a su estreno, la gran mayoría dejo escapar una que otra lágrima al verse reflejado e identificado con la puesta en escena. Los pequeños actores expresando su total compromiso interpretaron sus papeles cómo profesionales, haciendo estallar los aplausos y ovaciones de las personas asistentes. Javo y Gero no cabían en sí de la felicidad su meta había sido alcanzada. Ya reunidos con su elenco de pequeñas estrellas fueron muchos los abrazos, palabras de afecto mutuo y agradecimientos. La tarde noche terminaría en una fiesta sorpresa dónde toda la familia pudiera divertirse y pasarla bien. Mientras Javo atendía a la prensa y a amigos, Gero, Virginia, Teresa y Florencia coordinaban que todos estuviesen disfrutando.

─¡Gero veni! Quiero presentarte a Lolita una muy buena amiga.

─Un placer. ¿Cómo estás? Gracias Vir

─Un gusto Gero. Estoy bien. Mis felicitaciones a todos. Me re encantó la obra tanto que llore sin poder parar.

─Gracias. La verdad todo esto que ha pasado nos ha sobrepasado, estoy muy emocionado todavía.

─No es para menos, disfruta tu momento de gloría todos han trabajado muy duro.

─Cierto hoy recogemos lo que se cosecho estos 2 meses.