Capítulo Treinta y Dos Valió la pena

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Jazmin esperaba la llegada de su hermana Miranda en menos de cuatro días, esta vez venía a quedarse por tiempo indefinido. Por esa razón y haciendo de cupido fue a visitar a Federico al restaurant con quién había iniciado una buena amistad.

─¡Hola Jaz! ¿Qué onda?

─Todo bien. ¿Y vos?

─Cocinándome a fuego alto en un sartén pequeño.

─Siempre con tu lenguaje culinario muy ocurrente ─ambos rieron ─estoy aquí para hacerte una invitación que pienso no podes rechazar.

─¿Decime? Viniendo de vos ni me lo pienso.

─Necesito que me acompañes al aeropuerto, Miranda ya me confirmó que llega el martes de la semana que viene a media mañana.

─¿A qué hora te paso a buscar?

─¡Tranquilo Papi! Bájale un poco a tu fuego no quiero que te pases de cocción.

─Ok. Gracias Jaz por pensar en mí. Ya sabes que me enamore más de tu hermana desde que la vi en el restaurant.

─¿Explícame eso de que te enamoraste más?

─Bueno por videos que vi en la internet comenzó a gustarme. Te confieso que una novia me los enseño. Discúlpame creo que me mande una cagada diciéndotelo.

─No pasa nada Fede. Seguime contando.

─Cuando supe que Lucía la conocía me volví loco y comencé a presionarla para que se diera un encuentro con ella.

─¡Mamadera! Ahora entiendo lo que paso ese día. ¡Me gusto esa estrategia papi! El cóctel y la rosa, vaya detalle. No tengo que recordarte lo que Miranda representa para Leo y para mí. ¿Verdad que no?

─A tu hermana la quiero Jaz y voy en serio. Claro si ella siente lo mismo que yo.

─Porque creo que siente algo por vos es que estamos charlando. Para Miru no fuiste indiferente y si le decís que te lo comente te mato. Solo te doy un consejo cocina a fuego lento.

─No te preocupes, gracias por el dato lo aprecio y me llena de esperanza. Sos la mejor de las cuñadas.

─¡Papi chamuyero! Primero gánate a mi hermana y luego veremos.

*******

Lolita se encontraba limpiando un poco su apartamento cuando recibió el llamado a su celular del bufete dónde hacía 3 semanas la despidieron.

─¡Si! Buen día.

─Buen día espere un momento por favor que le van a hablar.

─Dra. Lolita. Un gusto saludarla. Le habla el Dr. Luque.

─Si lo reconocí por su voz. Dígame Dr.

─Necesito por favor venga al bufete está tarde en horas de oficina si es posible, queremos hacerle una propuesta.

─Antes debo saber Dr. Luque y discúlpeme. ¿El Dr. Basile Córdoba sigue con ustedes?

─Su antiguo jefe ya no pertenece a este bufete. En nuestra reunión le daré más detalles. Esperamos verla Dra.

─OK. Allí estaré. Gracias. ─Lolita se sintió confundida. ¿Qué causaría la separación de un socio tan importante? ¿Tendría que ver aquello con Daniel? En fin ya se enteraría de todo yendo a la cita. Siguió con sus quehaceres entretenida con algo de música cuando volvió a repicar su celular.

─Juez López. ¿Cómo está?

─Bien. Gracias. Dra. la llamo para informarle que el Dr. Cacavella huyo del país hace unos días y no sabemos a dónde.

─Esa es la peor noticia que me ha dado Juez López. Entiendo que se hizo todo por detenerlo. ¿Está seguro que se fue del país?

─Muy seguro eso ya lo comprobé por varias fuentes.

─Gracias Juez por avisarme. Aunque no tendré tranquilidad al menos sé que estará lejos de nosotras.

En la recepción de aquel bufete Lolita esperaba ser atendida mientras recordaba la última conversación con su ex jefe. Abogada deje de acusar con pruebas falsas a mi yerno o me veré obligado a prescindir de sus servicios a esta firma.

Dra. Lolita. Buenas tardes. Gracias por venir acompáñeme a la sala de reuniones, por favor.

─Buenas tardes Dr. López

─Ya conoce a los demás miembros de este bufete.

─¡Sí por supuesto! Abogados un gusto volver a verlos.

─Sentémonos por favor. Para no hacerla perder más su tiempo le expondré nuestra propuesta. Queremos que vuelva a formar parte de nuestro equipo asumiendo bajo su cargo el área civil en esta firma. Además tendría la opción de ser socia ya para eso usted sabe las condiciones.

─Si las tengo muy claras desde que entre a trabajar con ustedes. Entenderán que debo pensar muy bien mi respuesta después de cómo salí de aquí hace unas semanas.

─Si las acepta queremos ofrecerle una indemnización y nuestra más sincera disculpa. Nuestro anterior socio actuaba en complicidad con el abogado Cacavella por eso ya no está con nosotros.

─Les agradezco la confianza. Les comunicare mi respuesta en unos días.

─No hay problema abogada. Esperamos sea positiva para todos.

─Yo también lo espero. Buenas tardes abogados.

 Buenas tardes abogados

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─¡Hola Florencia! Que linda sorpresa ver tu llamada en mi celular. ¿Cómo estás?

─¡Hola Jazmin! Estoy bien. Te llamo por dos cosas la primera para agradecerte tus obsequios florales ambos muy hermosos. La segunda preguntarte si es posible que podamos charlar.

─Me alegra que te hayan gustado. Decime dónde, cuándo y a qué hora.

─La verdad esos puntos no los tengo claros todavía pero si estás de acuerdo debería ser en un lugar donde no haya cobertura telefónica. ─ambas rieron divertidas ─no quiero interrupciones.

─También existe la posibilidad de mantenerlos apagados o no atenderlos.

─Tenes razón. El problema es que nos volvimos adictos a ellos.

─Se me ocurre una idea vos me decís que te parece. Tengo una casa en el Tigre, te aseguro que nadie nos va a interrumpir todo allá es muy calmado.

─Me parece bien. El sábado podemos encontrarnos dime dónde y a qué hora.

─A las 9 de la mañana en la estación de trenes.

─Perfecto allí nos vemos.

─¡Flor!

─¡Sí! Decime.

─Gracias.

─¿Por?

─Porno hacerme esperar tanto.    

El destino tiene otros planes  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora