Capítulo Cuarenta Decisiones

522 36 1
                                    

Mariano llegaría ese día tarde a su oficina, más temprano, le había dicho a Florencia por teléfono que necesitaría de su opinión femenina en un asunto personal en cuanto él estuviese en la revista.

─¡Hola Mariano! Vine a penas supe por tu secretaria que estabas aquí. ¿Qué onda, decime en que te puedo ayudar? ─Mariano sonriendo emocionado y acercándole una pequeña caja de color rojo.

─Abrila por favor y decime que te parece. ─al ver aquella sortija de compromiso Florencia tapo a medias su boca para intentar no dejar escapar su grito de asombro.

─¡Está hermosísima Mariano! ¿Cuándo le pedirás casamiento?

─Lo antes posible. ¿Te paree en serio que está hermosa?

─Lo está jefe. Es re linda. ¡Por Dios! Que detalle más fino.

─Espero que aparte de gustarle Lucía me dé el sí de inmediato.

─No tengo dudas de que lo hará. Se ve que te ama y mucho.

─¿Sabes? Nuestra relación ha ido muy rápido y tal vez por eso temo quiera posponer este paso. Yo de lo único que estoy seguro es que ella es la mujer que me complementa.

─Eso no tenes ni que decirlo. Yo los he visto juntos y se ve cuanto se aman. No creo te vaya a decir que esperen por más tiempo.

─¿Lo decís en serio Flor? Yo estoy que me comen los nervios.

─¡Tranqui Jefe! Vos y ella merecen está segunda oportunidad para ser felices. Confía en mí. Voy a pensar desde ya en tu regalo de bodas.

─Gracias Flor sos una buena amiga. Está noche se lo propondré en su casa y con nuestros hijos de testigos.

─¡Noooo! ¿Y por qué no me dijiste eso antes? Ahora si estoy ciento por ciento segura que su respuesta será un sí contundente.

─¿Verdad que la idea esta buena? No te imaginas cuantas veces me lo pensé. Espero los nervios no me traicionen y termine haciendo un papelón frente a todos.

*******

Lolita hacía un alto en su trabajo para atender una llamada de un número para ella desconocido.

─¡Lolita! Soy Gero el amigo de Javo. ¿Me recuerdas?

─¡Hola Gero! Claro que me acuerdo de vos. ¿Qué onda cómo estás?

─La verdad muy bien. Te extrañara que te llame y más porque apenas nos conocimos hace poco. Pero ya que Javo me dio tu número no quise perder el tiempo.

─No te preocupes. Es una agradable sorpresa tu llamada.

─Que bien que lo pensas así. Quería invitarte a comer. ¿Vos decime cuando podes?

─Créeme que no es una excusa. Me agradaría mucho hacerlo pero ahora estoy full con casos que ameritan toda mi atención y tiempo. Pienso que la próxima semana si podré.

─Ya me había dicho nuestro amigo en común que tu compromiso con tu profesión es prioridad para vos. Eso siempre me ha parecido admirable en las personas.

─Gracias Gero aprecio tu comentario.

─¿Entonces puedo volver a llamarte para acordar mi invitación a cenar?

─Seguro. Esperare tu llamada. Y gracias por invitarme.

─Siempre será un placer para mí estar en tu compañía. Cuídate

─Igualmente Gero.

*******

Carla retomaba con Jazmin sus tardes de café tan reveladoras y necesarias para ambas.

El destino tiene otros planes  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora